- Intoxicated💊[2Doc]

El Fatidico Dia...

[...]

— Esta muy buena tu pasta Russel— La joven japonesa ya de 23 años comía gustosa el plato que le había puesto Russel.

— Hay más si gustas no te atragantes— Russel río al ver como la boca de la pequeña se llenaba de tiras de pasta con un toque de salsa.

Eran como las 8 de la noche, los únicos de aquella cocina eran Russel y Noodle. Murdoc había salido ya que había recibido una llamada de Damon para ir a grabar unas notas de el bajo para el álbum.
Y 2D ... seguía en su habitación, pero ignoraban eso ya que él pasaba gran parte de su tiempo en su cuarto cantando o escribiendo.

— Ya está siendo muy noche, ve a dormir Noodle—

— Russ, tengo 23 años, dormiré cuando yo quiera— Aún que lo decía sería, era inevitable no sentir ternura al ver como su poca y mejillas estaban manchadas de pequeños pedazos de pasta y salsa.
Russel negó la cabeza sonriendo ampliamente y sentándose en la mesa junto con la japonesa.

El ambiente era tranquilo, se escuchaba un tenue melodía de un piano que venia de el segundo piso así que supusieron que Stu estaba tocando.
En eso un nuevo sonido llego a sus oídos, era la puerta que había sido abierta y luego cerrada.

— ¡Llegue perras!– Y esa era la voz de Murdoc gritando, fue hacia la cocina y dejó su bajo a un lado de la pared.– Me muero de hambre—

— Puedes comer esto que sobra— Noodle le pasó su plato que aún tenía un poco de pasta. Murdoc sonrió y comenzó a comer de lo que quedaba de la pasta.

— ¿Qué dice Damon?—

— Ya sabes, diciendo cosas sobre el álbum, haciendo pasos torpes con sus pies y brazos, ya saben, eso— Murdoc ya aparentaba haber cambiado aún que fuera tenuemente, ya no era tan cruel con los de la banda, hasta con los demás participantes de el álbum.
Se le veía más tranquilo y hasta algo alegre algunas veces.

Pero había algo oculto ... Siempre con Murdoc Nicalss hay algo oculto.

— Stu no a bajado en todo la tarde, me pregunto si estará bien— Hablo Russel aún escuchando la canción de el piano sonar desde el segundo piso.

— Iré a ver qué tiene— Noodle se levantó de la mesa sonriéndole a los dos adultos los cuales sonrieron igual al ver cuál dulce y hermosa se había hecho la sonrisa de la japonesa.

Esta fue caminando nado unos saltitos diminutos en la punta de sus tacones.
Tendría 26 años pero aún tenía esa actitud algo juguetona, no en el más sentido, ella era como una niña atrapada en el cuerpo de una joven mujer.

Noodle llegó a la habitación de Stu la cual estaba cerrada pero escuchaba el sonido de aquel piano.

— ¡Stu~!— Llamo primero después de tocar, pero no hubo respuesta alguna. Se quedó pensando si era mejor dejarlo seguir con el piano, así él estaría entretenido y haría nuevas canciones para el álbum.
Iba a retirase hasta que escucho que el sonido de el piano se trataba, era como el sonido de una grabadora, se trababa y volvía a seguir para volver a trabarse.

Eso era raro, o al menos eso creía Noodle pues conocía a 2D como si fuera un hermano para ella. Sabía que si sonaba un instrumento dentro de el cuarto de 2D era porque él estaba tocando ese instrumento y no porque lo escuchara de una radio, eso era casi imposible.

— ¿Stu..?— Tomo la puerta abriendo lentamente está en caso de que él estuviera dormido. Estaba oscureciendo pero los rayos de el sol se colaban por la ventana que había, chocando contra el espejo que había enfrente y revelando con aquella tenue luz que el cuerpo de Stu estaba en el suelo.

Estaba retorciéndose de las manos con brusquedad, de su boca salía un montón de sangre pero no era normal pues esta tenía toques de colores verdes y hasta amarillos, sus ojos habían cambiado de negro a blanco y su cabeza trataba de moverse hacia dónde estaba Noodle aún que no podía.

La japonesa se quedó mirando hacia su amigo, trataba de pensar que aquello no era real, que Stu no estaba convulsionando en el suelo y que tal vez solo fuera una ilusión lo que veía.

Pero aquella grabadora se trababa cada mínima de segundo, haciendo un sonido espantoso y también haciendo ver que la escena era de alguna película de terror.

Noodle no lo supo con certeza, pero sentía que gritaba aún que no escuchaba su grito.

En la sala, Murdoc y Russel habían escuchado a Noodle gritar. No dudaron en correr a socorrerla.
Cuando llegaron estaba ella aún gritando mientras que las lágrimas salían de sus ojos bien abiertos.

Russel se asomó primero al cuarto de Stu viendo la ya terrible escena, sintió que su cabeza daba vueltas y tuvo que acariciar la parte de atrás de su cabeza mientras trataba de contener a Stu quieto en donde estaba y al mismo tiempo trataba de tomar su celular y llamar a una ambulancia.

Noodle en ningún momento paro de gritar y agarrarse de la cabeza, quería hacer algo pero aquella escena la había aterrado le había quebrado el corazón y los sollozos no pararon.

Murdoc se asomó desde lejos viendo la escena, también se había quedado en blanco, no podía creer como Stu pudo terminar así.
Lo había visto borracho, con insomnio, con unas terribles migrañas y haya a veces fumando,. Y aún que el había visto un millón de cosas terribles eso sin duda nunca espero verlo jamás. Jamas.

— ¡Murdoc llévate a Noodle!– Grito Russel aprovechando su grandeza para cubrir la escena de los ojos de ambos. Pero Murdoc no había respondido, seguía en shock.– ¡Murdoc hazlo ahora!—

Esta vez reaccionó Murdoc viendo a Noodle que se veía muchísimo peor que el en ese momento. La abrazo y la empezó a llevar lentamente entre sus brazos hacia abajo.

— ¡Stuart! ¡Stuart!— Gritaba desesperada por tener alguna respuesta, lo que fuera de su mejor amigo. Pero nada, aún estaba esa imagen de el ahogándose con su propia sangre o vomito.

— ¡Noodle! ¡Preciosa, cálmate!— Murdoc trataba de contenerla en la sala aún abrazándola y acariciando su cabeza.

— ¡Stuart! ¡No! ¿Por qué Murdoc? ¡¿Por qué?!— Sollozo aún más soltando palabras en japonés que Murdoc en ese momento no entendía y tal vez no quería saber que significaban. Ni siquiera él sabía por qué 2D había tomado la decisión de intoxicarse con lo que sea que fuese.

Se abrazó a la japonesa aún escuchando los sollozos ya más bajos de la japonesa que también se abrazó a él tratando de buscar alguna explicación a lo que había visto, no entendía porque, él se veía perfectamente hacía unos días.

¿Qué había pasado?.

[...]