Te conocí en primavera, llevabas el rostro serio y el dolor amarrado entre los dientes, tenías poesía, no sé en que momento [nos] cambió.
Entre verso y verso, era casi inevitable que todo terminara en un beso. En un beso robado, en el lugar más inesperado y con la persona más esperada.
Quizás eras demasiado joven para entender el amor, o el amor era demasiado para entender a una joven.