Esperanza

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Como el Ave Fénix, quiero renacer de entre las cenizas día tras día. Como un judío errante, caminé llorando hacia un lugar incierto al que llaman: "La Vida"

A punto de sucumbir ante el hastío, ante el dolor que traspasaba mis huesos, mis pies cansados, mi temor, mi todo, elevé la mirada al cielo, me llené de orgullo, me vestí de esperanza, y exhibí mis cicatrices como los más preciados trofeos.

Y al fin, aprendí a amar, aún sin ser amada, a perdonar, a aceptar que en algún lugar hay alguien que quizá pueda necesitarme, así tan frágil, con 1000 defectos, con 10 virtudes, tan imperfecta, tan amorosa, tan irreal, tan mía.

Ya no camino las sendas desnuda de cuerpo y alma, porque al fin me miré al espejo, encontré el lugar llamado "La Vida" y logré vestirme de esperanza.

Amor, Desamor Y Otros DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora