Vainilla Salada [Yuri]

Capitulo 1 : Verdaderos sentimientos

Si quieren saber cómo me llamo, pues mi nombre es Elizabeth West tengo 16 años, tengo una estatura promedio en cuanto se respecta a  una chica, mi cabello es largo y ondulado de color castaño claro el cual sujetaba en forma de coleta  con un listón de color  rojo, mis  ojos son de color verde, y tengo un tono de piel claro, el uniforme del colegio al que asisto es un chaleco y falda de un bello color azul marino, con algunos detalles de color blanco en las mangas, cuello y falda, con una blusa blanca por debajo del chaleco  y un hermoso y sutil  moño de color celeste al cuello.

Me encuentro estudiando en un prestigioso y famoso internado religioso mixto, con nombre de algún santo, este se encontraba a lo alto de una de las calles que llevaba a una pequeña ciudad a las faldas de este, la fachada del edificio sugería más un castillo que una escuela parecía un rompecabezas de torreones, arcos y alas en tinieblas.

El colegio estaba rodeado por una ciudadela de jardines, fuentes, estanques, patios y pinares. En torno a él, los edificios sombríos escondían piscinas, gimnasios y un campanario abandonado donde imágenes de santos sonreían a la luz de las velas. El edificio se levantaba cuatro pisos sin contar los dos sótanos y un altillo en dónde se queda algunos de los sacerdotes que daban clases ahí.

Yo era una de las mejores estudiantes en el instituto no solo  lograba sobresalir en las clases, sino también en cada un de las disciplinas que se impartían, música,  artes, cocina y hasta un poco en los deporte los cuales no se me daban muy bien.
Esto desde un principio hizo que me ganará una gran popularidad entre todos mis compañeros, a tal grado de que algunos me decían princesa, aunque esto también provocaba los celos de algunas cuántas chicas que nos les parecía que yo fuera el centro de atención.

Pero no era mi intención el llamar tanto la atención, debido a que provengo de una prestigiosa familia, el ser exitosa era una regla que se tenía que cumplir sin cuestionar. Pero lo que verdaderamente me gustaría era el poder seguir mis sueños, el hacer lo que más me gustase sin preocuparme por lo que la gente diga de mi, y esto también tenía que ver con mi sexualidad ya que, este mi gran secreto, el cual nunca quiera que se descubriera es el hecho de que a mí me gustan las mujeres, y este no era un sentimiento nuevo ya que desde hace mucho descubrí mis verdaderos sentimientos.

Yo me la pasaba soñando despierta en las aulas, lo único en lo que podía pensar era en ella, aquella hermosa  chica que desde que la conoci robo mi corazón.

Quién es ella preguntarán pues es una de las creaturas más bellas que e visto en mi vida, avía sido transferida ya hace un año atrás a nuestro instituto, su nombre es Natsumi  ella era un poco más baja que yo, su cabello era corto llegaba a la altura de sus hombros, era liso y de un color negro abrumador, mientras que un fleco cubría parte de su rostro, su piel era blanca tanto que podría confundirse con la nieve y sus ojos eran de un hermoso color carmesí, en los cuales podrías a llegar a perderte si no tenías cuidado, sus hermosos labios de un tono rosado el cual cada vez que los veía no podía evitar pensar en mas qué probarlos y descubrir que delicioso sabor tendrían​, su cuerpo era delgado a tal modo que pareciera que se rompería al mínimo tacto, pero eso no evitaba que el uniforme dierá a resaltar su delicada y esbelta figura, sin duda una preciosa joya que tendría que estar guardada bajo llave, era perfecta.

El día transcurría como siempre yo me encontraba en clases mientras miraba por la ventana viendo cómo el atardecer pintaba  de un color dorado líquido los edificios de aquella pequeña ciudad , como siempre me encontraba pensando en tan maravillosa persona que últimamente no podía sacar de mi cabeza, una de mis compañeras se si cuentan de mi despistó y trato de sacarme de aquel trance en el que me encontraba pero sin éxito en eso el profesor se dió cuenta y llamo mi atención.

-Señorita West, se que mi clase no es tan interesante pero por lo menos me gustaría que estuviera mirando al frente -

- Lo lamento profesor no fue mi intención distraerme-