Because (Tododeku)-[Omegaverse / AU]

...Tengo miedo°•>

Un día mas en esa gigantescas mansión. Para Izuku siempre seria difícil conciliar el sueño, a pesar de todo.

—Midoriya, ¿Que estas haciendo? —pregunto el dueño.     

—Intente distraerme. —explico viendo al contrario sentarse— Cocine, limpie eh incluso ordene los cuartos.—prosiguió enumerando las actividades con sus dedos.

—Los sirvientes deben estar agradecidos con eso. —menciono y río ante su propio comentario.

El peli-verde sirvió el desayuno, comieron en silencio y al terminar dejaron que la sirvienta retirara los trates. 

—¿Aun crees que sea buena que vaya?

—Eres el único en quien confió para heredar la empresa.

—Pero... N-no soy tu hijo. —resalto cabizbajo.

—No de lazos sanguíneos, pero si de forma legal. —le recordó, mientras acomodaba unos papeles— bueno, es hora de irnos. —concluyo tomando su maletín.

El menor soltó un suspiro, no creía ser capaz de manejar algo que requería de tanta responsabilidad. Se levanto de la silla y posteriormente siguió a su 'padre'.

°°°

En el trayecto miraba desde el auto, a través de la ventana. Se sumergía en sus pensamientos al punto de parecer ahogarse.
Un fugaz recuerdo provoco que abriera los ojos al máximo de su capacidad, luego negó con la cabeza intentando disipar aquello. -"Solo son teorías vanas en fundamentos"- repitió en su cabeza, esperando poder creérselo.

Cuando llegaron a su destino fueron directo a la entrada del edificio, ingresaron al ascensor que los llevaría de forma rápida al lugar exacto donde 'querían' llegan.
Entraron en la oficina y observo como Ōru dejaba el maletín encima de la mesa.

—Señor. —llamo una voz femenina— Endeavor pregunto por usted. Llamo hace un par de horas... Luego continuo cada dos minutos y en la ultima llamada me anuncio que vendría personalmente. Lo escuche gritar enfadado. 

—Supongo que no hay remedio. Cuando llegue déjalo pasar.—la joven asintió ante su orden para luego retirarse.—Bueno, es hora de-

La puerta fue abierta, el sonido provocado fue retumbante por la fuerza aplicada. Se podía ver a un hombre corpulento con cabello rojizo como el mismo fuego, pero no al de una tranquila fogata sino al de un voraz intención. Su mirada fulminaba —metafóricamente— a quien se cruzara en su campo de visión.

—Deberías dejar de actuar como un histérico.

El peli-verde desvió su mirada al provenir de la nueva voz. El portador de aquel comentario parecía tener su misma edad, su cabello poseía dos colores. Rojo y blanco. Cada uno ocupando un lado en su cabellera. Quiso examinarlo por mas tiempo, pero un golpe de calor ataco sus mejillas. Rápidamente se oculto detrás del escritorio,formando un ovillo con su cuerpo, tratando de que no lo vieran. Dirigió su mano directo al lugar que ocupaba su corazón, sus latidos eran acelerados, tanto que llagaba a doler.

Por otro lado, Shōto miraba sin expresión alguna a su padre hasta que capto un ligero olor esparcido en el ambiente, le agradaba, por un segundo formo una sonrisa. Eso era raro. Busco con disimulo, pero no hallo otro ser mas que los mayores. Suspiro decepcionado. Sentía una extraña invasión de ansiedad en su cuerpo.

—¿Ocurre algo? —noto como su padre le miraba.

—Nada que merezca tu atención. —respondió restándole importancia al asunto.

—¿Y tu? —hablo el de hebras rubias—¿Porque te ocultas? —aquella pregunta capto la atención del par presente.

Ambos, padre e hijo lograron oír murmullos, aunque no supieron interpretarlos, todo por el volumen y rapidez conque fueron emitidos.

Izuku estaba haciendo un esfuerzo sobrenatural para contener su olor, tenia miedo de ser descubierto.

—Vainilla... —susurro el de cabellera bicolor.