Capitulo 5 | ¿Donde Estás?

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El día siguiente John amaneció muy reconfortado, luego de tapar la gotera pudo dormir muy bien.
De desayuno se hizo un par de huevos fritos con tocino y café para después ir rumbo a la biblioteca a ver si encontraba a Samantha, recorrió varios pasillos con el libro de ella en mano y hasta le preguntó a la bibliotecaria si había visto a alguna chica con vestido antiguo y pelo castaño pero la anciana le dijo que definitivamente no.

John se fue de la biblioteca desesperanzado así que volvió a casa algo angustiado y pasó la tarde leyendo los libros que logró pedir de la biblioteca, leyó toda la tarde hasta que el ocaso del sol daba su último brillo.
En su segunda noche en el Hotel Nebris, John se durmió pensando en si volvería a ver a Samantha para darle su libro, no iba a estar muchos días en el lugar así que decidió que si no la encontraba, pasaría el libro en la recepción del hotel.
Tanto daba vueltas aquello en su cabeza que se durmió. Llevaba unas horas dormido hasta que a mitad de la noche un sonido parecido al del día anterior  proveniente del sótano.
Resonó fuertemente así que John fue esperanzado en que el sonido sería simplemente la gotera de la noche anterior. John bajó al sótano y buscó la caja en donde estaba la gotera el día anterior y vio que la cubeta de agua había caído de la caja por exceso de agua e incluso el cartón parecía bastante deteriorado, por lo que John vació la cubeta y la puso nuevamente.

Por la mañana John estaba muy apurado y parecía ansioso, se hizo un desayuno pequeño y rápido para luego ir rumbo a la biblioteca, nuevamente buscaba a Samantha pero ocurrió lo mismo que el día anterior, nunca nadie la vio. John quiso distraerse un poco explorando la zona, la cual estaba llena de cultura y construcciones antiguas.
Desgraciadamente el visitar lugares no le ayudó a mejorar los ánimos, si no que al contrario, le daban ganas de seguir buscando a Samantha.
John intentó probar olvidarse de todo el asunto yendo a comer algo o haciendo amigos, lo cual tampoco funcionó.

El muchacho parecía desesperado por encontrar a aquella chica que conoció en la biblioteca, pero lo que provocó el auge de su desesperación no fue hasta el último día de su estadía, en el cual aún no había ni rastro de la misteriosa chica.

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