Capitulo 4 El Despegue

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Subí al taxi, al mismo tiempo que mi madre; inmediatamente comencé a mirar por la ventana, veía pasar rápidamente mi vecindario, mi hogar, incluso vi como los recuerdos recorrían profundamente mi interior, podía escuchar las risas y los llantos de aquellos momentos, quería volver al pasado y revivirlos una y otra vez sin cansancio alguno, pero todos sabíamos que eso era imposible.
Desbloquee la pantalla de mi celular 3:12 p.m la hora en la que dejaba este pueblo, vi un letrero verde que con letras blancas resaltaba la palabra "AEROPUERTO" , junto con el; una flecha que indicaba retornar a la derecha, me sentía tan mal, podía llenar un pozo sin fondo con solo mis lagrimas pero mi fuerza de voluntad y el amor dirigido a mi madre era lo que me impedía que aquellas lagrimas se derramaran, voltee a verla de la manera más discreta posible una gota de agua recorría su rostro entero, miraba por la ventana e intentaba limpiar aquel camino que la lagrima había formado, me sentí mal por ella, no quería abrazarla porque sabía que eso provocaría su llanto, así que decidí contenerme, regrese mi vista a la ventana, aparentemente habíamos llegado, toque mis mejillas en señal de búsqueda de alguna lagrima para asegurarme que no había rastro de ellas, sentí que había una mirada fija en mi; estaba en lo correcto el chofer miraba atentamente mis acciones a través del retrovisor,  como noto que percate su mirada, inmediatamente la retiró, era de esas miradas que te observaban con tristeza, delicadeza e incluso con lastima, seguramente estaba pensando que yo era una dramática o probablemente actuaba empaticamente ante mi situación, de cualquier forma, nada se lo que sucedía parecía poder ser evitado.
-Llegamos
-Gracias, ¿Cuánto le debo?
-$32
-Claro, aquí están
Amablemente el chofer nos ayudo con las puertas y con las maletas, tome mi maleta del mango y la sostuve fuertemente  como si mi vida dependiera de ella,  en cambio mi mamá tomo con desánimo la suya sin embargo tuvo la fuerza suficiente de voltear a verme y dirigir una sonrisa a mi rostro, la cual indiscutiblemente fue devuelta.
Cuando entramos al aeropuerto pude observar varias familias que se despedían de su orientes cercanos, entre lágrimas y palabras de buena suerte, mi caso no era así, sonreí al ver esas familias que permanecen unidas de forma moral aunque la distancia sea la única diferencia, me ofrecí para ir a arreglar los documentos necesarios, puse los vuelos a mi nombre y afirme la hora de salida, lleve a pesar las maletas y las etiquetaron con el vuelo A-23, sala F-15, salida 6:35 p.m, vi como lanzaban mis maletas a la banda giratoria e intente calmarme ante la situación así que me dirigí de vuelta con mamá, sabía que ella no se encontraba en la estabilidad de entablar una plática así que decidí ir por unos emparedados y unas bebidas, regrese a la sala de espera, en donde ambas comimos, volteaba a mirar constantemente la pantalla de numero de vuelos, rogándole a Dios que no saliera el nuestro, parecía que observar esa pantalla era un acto rutinario, hasta que me quede dormida...
-Pasajeros del vuelo A-23, ultima llamada para abordar, pasajeros del vuelo 23.
El sonido de aquella llamada provocó que me despertara, me levante agitada volteé a ver a mamá y están profundamente dormida, la sacudí y le dije exaltada:
-MAAAMÁ..! , es la última llamada para subir al vuelo.
-Oh por Dios, Maya, ¿!Por qué no me despertaste antes?! , dijo mamá mientas tomaba su equipaje de manos y se acercaba a la puerta para subir al vuelo
- Me quede dormida, lo siento, no creí que tú también harías lo mismo.
- Buenas tardes señorita, mi madre y yo subiremos al vuelo, estos son nuestros boletos
- Por poco y no llegan al vuelo, bienvenidas chicas
Me dirigí a los asientos correspondientes D-12 y D-13 , uno en medio y otro a lado de la ventana, mi mamá amablemente me cedió el asiento de la venta, ella siempre ha sabido que es mi favorito, ella se colocó en medio y dejamos el asiento del pasillo vacío, tardamos más en sentarnos que en lo que se sentó un chavo, probablemente era de mi edad o unos dos años más grande que yo, su cabello era castaño claro; casi acercándose a güero, sus ojos azules, era delgado  y bastante alto, se sentó a un lado de mi mamá, subió su mochila negra en los cajones que se encuentran arriba de los asientos, se sentó, abrochó su cinturón; lo cual me hizo recordar que el mío no estaba abrochado, así que espere unos segundos para abrochar el mío para que no se diera cuenta de que lo observaba, sacó su celular y conectó unos auriculares negros y los colocó en sus oídos, y comenzó a ver su celular, decidí dejar de verlo y mirar a la ventana,  segundos después la azafata apareció y comenzó a dar las instrucciones en caso de emergencia; como usar mascarillas, las posiciones para sentarnos en el despegue, los celulares apagados y en modo avión y ese tipo de cosas, preste atención a cada una de ellas, me acomode de la forma correcta en mi asiento al igual que mamá y el vuelo comenzó a ascender, vi el despegue fijamente en la ventana y sonreí, porque amaba ver el paisaje a través de la ventana, pero odiaba que fuera la última vez que veía Sonora en tierra  firme y en las alturas, minutos después cerré mi ojos y me quede dormida.
A veces prefería dormir, era totalmente inconsciente de los acontecimientos que sucedían a mi alrededor, podía imaginar y manipular las situaciones a mi favor, era divertido dormir en el asiento en el que me encontraba; la calma y el silencio del avión acurrucaban mi sueño, todo era perfecto, olvidé mis problemas por un momento, hasta que inconscientemente una pesadilla me hizo volver a la realidad, por mas que no quisiera, era una pesadilla que atormentaba mi descanso, usualmente ocurría; cuando al fin lograba obtener la calma en mi cabeza; me atormentaban los sucesos del pasado, eran recuerdos que pedían a gritos mi atención, me recordaban con constancia mis problemas pasados, escuchaba los gritos de mi madre y las voces que la insultaban, era imposible mantener un descanso de esa manera, así era como rápidamente mi intento de distracción se volvía en un tormento, lo odiaba porque usualmente las personas duermen para olvidar, sin embargo en mi caso no era así, si me mantenía despierta mis ideas y pensamientos me atormentaban, pero si dormía los recuerdos me invadían y estremecían. Ante la pesadilla que me repetía constantemente el suceso ocurrido a inicio del día, decidí despertar, cuando abrí los ojos me di cuenta que solo era un sueño más, que había ocurrido en realidad, pero mi subconsciente me hacía sentir el momento repetitivamente, mi cabeza comenzó a doler, sentía como si quisiera explotar, el dolor se expandió rápidamente provocándome una migraña repentina, suspiré con fuerza y coloqué la mano en mi frente, cerré fuertemente mis ojos y al abrirlos vi como si los objetos a mi alrededor se movieran, decidí calmarme y buscar mi bolsillo... esta no era la primera vez que pasaba ya había ocurrido en varias ocasiones y desde la primera vez cargó una pastilla color azul transparentosa conmigo, para reducir el dolor, tome mi pastilla y pedí un vaso de agua a la azafata, quien me lo brindó gustosa, tomé un trago del vaso y puse la pastilla en mi lengua y las tragué juntas. El joven del asiento de la orilla volteó a verme debido a la intensidad con la que llevaba a cabo mis acciones, mantuvo su mirada por algunos segundos, está comenzó a incomodarme un poco hasta que decidí voltear a verlo, con el fin de que reducirá le intensidad de su mirada, pero cuando lo vi mencionó:
-Eh visto como despertaste y tomaste la pastilla repentinamente ¿Te encuentras bien?
- Gracias por preocuparte- Respondí amablemente, es solo que en ocasiones tengo pesadillas que me provocan migraña, pero fuera de eso estoy perfectamente sana .
-¿Segura...? No pareces estarlo
- Estoy segura, son tan solo pesadillas, ya una vez despierta, estas desaparecen
- Confiaré en tu mentirosa palabra, pero si necesitas algo... aquí estoy
Sonreí amablemente, acto el cual fue respondido.
Durante mi plática olvide que mi madre se encontraba en el asiento de mi derecha, al darme cuenta que ella seguía ahí, noté que se encontraba profundamente dormida, me da gusto que mi voz no la despertara, se ve tan linda durmiendo, me da curiosidad saber qué pasa por su cabeza en esos momentos; porque sonríe inconsciente, la observo con ternura, pero decido dejar de verla porque en ocasiones mi mirada es tan pesada que puede despertar a cualquiera, ella es mi mejor amiga, no se si lo había mencionado ya, pero si lo había hecho; lo reitero, en serio la amo.
Me recargo nuevamente en la ventana, cierro los ojos e intento dormir nuevamente, pero entre mis pensamientos fluye la idea de que no estoy bien, que las pesadillas no solo me atormentan dormida; si no que también lo hacen mientras intento permanecer en calma... o en ocasiones estás se vuelven realidad, pero intento controlar mis ganas de pensar en todo lo negativo... y comienzo a pensar en lo bueno que debe tener Atlanta, sinceramente nunca eh ido ahí antes, puede que sea bello, nuevos amigos, nuevos maestros, clases no tan aburridas... nuevo hogar.
-Atención pasajeros es hora de abrochar sus cinturones, estamos descendiendo, mantengan la calma, en 10 minutos estaremos en tierra firme- Me despierta la voz de la aeromoza, al igual que a mi madre y al chico del lado del pasillo.
Tallo mis ojos y veo a mi madre, le dirijo una sonrisa y me saturó un poco, veo al chico de la orilla, y se niega a la situación de tener que despertarse para bajar, el nota que lo miro y suelto una pequeña carcajada.
- Después de compartir horas de vuelo, ni si quiera conozco tu nombre..
-Maya, Maya Collins, y tú nombre ¿cuál es...?
- Alfredo Acosta y soy de Guaymas, Sonora
- Mucho gusto Alfredo
-Lo mismo digo Maya, y a ¿qué vienes a Atlanta...?
- A iniciar mi vida desde de cero, ¿y tú..?
- Estudiaré mi universidad y viviré con mi tía mientras consigo apartamento, lo que significa que también iniciaré mi vida desde cero...así que no somos tan diferentes
- En eso tienes razón, si que tenemos algo muy importante en común, al menos ya tengo un amigo en este nuevo país
- ¿No habías venido antes..?
-Para ser sincera, siempre soñé con viajar por todo el mundo, pero hoy es la primera vez que pisare otro país
- Wow, eso es interesante, y prepárate que no será el último, por cierto, ¿podrías pasarme tu número...?
- Sería un gusto tener amigos con quien hablar, mi número es: 662 897 513 01, aquí no hay señal así que espero tu mensaje, después de que bajemos del avión
- Así será
...
-Pasajeros, el vuelo a finalizado, esperemos disfrutarán de su viaje y fue un gusto volar con ustedes, se despiden El Capitan y las aeromozas a su servicio.
Así fue como todos entendimos que era hora de bajar del avión, cada quien tomó su maleta y descendió del avión, por desgracia no vi a donde fue que Alfredo se dirigió, tome mis cosas y ayude a mamá con las suyas y juntas agradecimos por el viaje, respiré onda y bajamos del Avión, di el primer paso en un nuevo país, y sabía que no era el único primer paso, si no que era el primer paso al inicio de una nueva vida

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⏰ Última actualización: Sep 23, 2018 ⏰

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