la nuestra

El inicio

Shif..shif..shif

Estaba atardeciendo y lo único que se escuchaba en el cementerio eran los sollozos de un niño de aproximadamente 8 años, sólo él quedaba en el lugar pues todos los demás se habían retirado ya hace tiempo, lloraba frente la tumba de la que había sido una mujer fuerte, bondadosa y cálida pero que ahora se encontraba fría bajo tierra.

-Oka-chan ya no está...shif...tsu-kun quiere a oka-chan....shif....shif.....y a onii-chan pero oto-san dijo que oni-chan tiene cosas que hacer.....shif....... y si tsu-kun se mete oni-chan tendrá problemas....shif....shif.. tsu-kun no quiere que oni-chan tenga problemas...shif..pero tsu-kun está solo, miedo..shif...shif...oni-chan.

En eso se acerca un hombre de máscara con un sombrero de hierro de diseño a cuadros parcialmente dibujado en el metal y ojo-máscara, así como una ligera sonrisa en la cara. La máscara también tiene una cicatriz en su mejilla izquierda y un patrón a cuadros en su mejilla derecha. Levaba un bastón con una gabardina oscura, deja un ramo de girasoles en la tumba.

-Pienso que no hay mejores flores para un sky caído que unos girasoles pues ellos siempre miran hacia el cielo con la cabeza en alto.

-Shif.shif.. No lo entiendo señor...shif...acá no hay un cielo...shif...solo la mamá de tsu-kun.

-No no ella sin duda era un cielo, débil pero uno, lástima que nunca pudo armonizar con nadie, los hubiese hecho muy felices.

-No entiendo, la oka-chan de tsu-kun era un cielo?.

-Si era alguien cálido que aceptaba a todos con una sonrisa, eso es un cielo pequeño- Le dijo el hombre arrodillándose frente al niño.

-S..si la mamá de tsu-kun era muy buena..Pero ya no está..shif..shif- el niño volvió a sollozar

-No llores pequeño cielo que ella tambien llorara, mira arriba ya estas atrayendo sus lágrimas.

El niño alzo la mirada viendo que efectivamente estaba nublado con indicios de una tormenta.

-No...no tsu-kun no quiere que oka-chan llore.

-Entonces vos tampoco lo hagas, las lagrimas de un cielo siempre son dolorosas de ver, pues en sus caras siempre debe haber una sonrisa para que sus elementos nunca caigan- dijo el hombre mientras secaba las lagrimas del niño.

-Usted habla gracioso señor, tsu-kun no le entiende- dijo con una risita.

-Je je no es para que lo entiendas pequeño cielo, creo que hablo más para mí mismo, es la costumbre.

-Acaso usted está solo señor?

-Sí, antes tenía personas a las que quería pero con el tiempo fueron cayendo, partieron al mismo lugar donde ahora está tu oka-san - dijo el hombre con una triste sonrisa.

-Eso es muy triste, tsu-kun lo entiende, tsu-kun también esta solo- el pequeño se paro y abrazo la cabeza del hombre con sus bracitos pues a pesar de su edad era más pequeño que los demás niños pareciendo de 3 o 5 años- si usted quiere tsu-kun le puede hacer compañía.

-Ah pequeño cielo, como desearía ceder a mi egoísmo y refugiarme en la calidez que me ofreces, pero no deseo traerte más dolor al inmiscuirte en este mundo antes de tiempo- dijo mientras correspondía el abrazo- me basta con lo que has hecho en otros mundos, como quisiera en este darte un descanso pero eso no esta en mis manos, ellos te necesitan, pero eh llegado tarde tus llamas ya han sido selladas y es peligroso el que yo las libere, no deseo ponerte en más riesgo del que ya estas pues te lo debó por lo que has hecho por mí en cada mundo incluyendo este.

-Señor usted dice muchas cosas complicadas que tsu-kun no entiende, pero si tsu-kun puede ayudarle no importa si es peligroso tsu-kun quiere hacerlo- al decir esto el pequeño hizo una pose con sus brazos mostrando que es fuerte.