En una cena con propósitos de juntar dinero para una fundación de niños sin hogar me "subastaron", si como lo escucharon, me su-bas-ta-ron y ¿quien fue el que pagaría por una cita conmigo? nada más que Justin Bieber.
Les contaré mi historia, así que vayan por palomitas y juguito que esto les va a encantar.
Soy una chica de 1.65 de altura, piel blanca pero no tan pálida y cabello negro ondulado, indomable. Tengo 19 años y trabajo en la galería de arte de mamá dando pequeños conciertos, me encanta cantar.
Un dia en una cena que armo una organización, mi padres decidieron subastarme. Y ustedes se preguntaran ¿Subastar?, pues si, me subastaron. Y las cosas comenzaron así.
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-Hoy es el día querida- dijo mi mamá intentando sonar lo más dulce posible.
Eran apenas las 07:00am cuando desperté. Tome una ducha y me puse una playera holgada, un pantalón rasgado de las rodillas y unos tenis negros.
Tenía que salir a comprar un vestido y tacones para una cena esta noche, me iban a subastar.
Estaba en el centro comercial con mi mochila, llevaba la cartera con tarjetas, mi celular, mis llaves, una botella de agua y un suéter. Había quedado con mi amiga Sugar de vernos en su tienda favorita para que me ayudara a elegir que comprar.
Cuando entre al ya dicho lugar, Sugar estaba viendo la ropa, esta mujer no se cansa de comprar.
-Dulzura- grito con voz chillona al verme y corrio a abrazarme.
Tiene una voz que te perjudica los oidos tres dias. Despues te vas acostumbrando.
-Mi amor, ¿lista para ayudarme?- dije abrazandole de vuelta
-Yo siempre estoy preparada para estas cosas- me miro decidida
Estuvimos bastante tiempo en esa tienda, bueno... y en muchas otras. Ya había conseguido un vestido que podría usar para la cena, junto a los tacones y un bolso. Era así.
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Entre otras cosas compre gorritos, los amo, y un par de pantalones nuevos.
Salimos del centro comercial con demasiadas bolsas en mano, pero bueno, es una ventaja de tener padres con dinero.
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Sugar me acompaño a casa, ella también iría a la cena aunque a ella no la estaban subastando.
Me probé el vestido y llame a mamá para que lo viera.
-Te ves hermosa cariño, seguramente conseguirás muchas ofertas esta noche- lo dijo tan tan feliz
Pero sonaba a que vendía mi cuerpo o algo por el estilo, era extraño que mis padres me subasten.
Me quite el vestido y mamá fue a arreglarse. Sugar se ducho y luego se cambio, ella también acababa de comprar el vestido que usaría para la cena.
Cuando salio Sugar yo me metí a la ducha, y no paraba de preguntarme ¿quien podría ofertar por mi? se que soy atractiva, aunque no me siento la gran cosa, tengo un gran cuerpo, claro por que voy al gimnasio, pero la idea de subastarme no paraba de dar vueltas en mi cabeza ¿que clase de loco pagaría cientos de dolares para tener una cita conmigo? Eh ido a esas cenas, y las mujeres son de pasarela, jamas me podría comparar con ellas, solo espero no ser la burla por que seré por quien menos oferten.
Termine de ducharme y salí, Sugar ya estaba totalmente arreglada, peinada y cambiada. Esa mujer es una bruja y siempre lo he dicho; ella me ayudo a arreglarme y maquillarme... Ya solo faltaban dos horas para irnos.
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Habíamos llegado, la familia Wenchester (la mia) y la familia Berry (la de Sugar) habían llegado juntas, acaparamos vista y nos llevaron a nuestra mesa. De inmediato una señorita se acerco a mi diciéndome que yo debía estar tras el escenario así que la seguí hasta este... la señorita iba muy rápido y yo apenas iba, en eso choque contra un pecho fornido y al levantar la mirada me perdí con los ojos miel más hermosos del mundo, me detuve a apreciarlos hasta que caí en cuenta que yo debía estar con la señorita.
-Per perdón- le dije reincorporan-dome y corriendo en la dirección en la que la señorita había ido.
Llegue y estaba con 9 chicas más, todas muy hermosas. Un señor me puso una especie de estampilla en uno de mis hombros con el numero 10, significaba que saldría de ultima.
La subasta comenzó con un discurso de los patrocinadores y quienes se encargaron de explicar y dar a conocer de que se trataba esta cena y para que era el dinero de la subasta. Comenzaron la subasta oficialmente, iban subiendo una por una, hasta que llego mi turno.
-Ahora, por ultimo pero no menos importante- oía al presentador -La señorita Lidia Winchester- alargando mi nombre.
La señorita que me trajo aquí me indico que subiera al escenario, subí di un par de vueltas al rededor y sonreí.
-Le gusta la pasta y la comida picante. Sus números favorito son 5 y 7. Le encanta el helado de chocolate con menta. Le gustan los días nublados y ama a los animales- decía el presentador
Y yo me preguntaba, ¿quien carajos le dijo tanto de mi?..... a cierto, mis padres.
-Es una chica muy risueña, un carisma inigualable, en todo momento es positiva y le encanta cantar. Y con esto comenzamooooos-
Se empezaron a levantar las paletas con números, los hijos de las familias comenzaban a ofrecer dinero. No lo podía creer.
En un instante empezaron a gritar sifras como desesperados, hasta que al fondo del salon se escucho una voz ronca y profunda gritando...
-1.5 Millones por Winchester- sono a Albus Dumbledor cuando le daba puntos a las casa de hogwarts
Reí internamente y luego volví a la realidad. Hace un año la cifra alcanzada en total fue la que acaban de ofrecer por mi. Este año la rompí totalmente, pero aun no sabia quien ofreció tanto por mi.
-1.5 Para el señor Bieber- dijo el presentador
¿Bieber? Bieber suena lindo. A lo lejos se acercaba aquel hombre... era, era con quien choque hace unos instantes.
Baje del escenario por un costado donde ya me esperaba el tal Bieber, así era el "hombre" que subasto tanto por mi.
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