No te acostumbres a la presencia de los demás, de esa manera, no te afectará cuando ellos no estén.
–A.G.Liah
Frío.
La brisa fría que se colaba por las ventanas de mi habitación conseguía relajarme un poco. Ya era más de medianoche, pero el sueño se negaba a hacer acto de presencia en mi persona. Soltando un suspiró lleno de pesar, me deje caer sobre mi cama. Así era cómo yo terminaba un día normal, agotada, pensativa y sobretodo, sin poder conciliar el sueño. Me quedé mirando el techo, no tenía nada que hacer. Me la había pasado viendo vídeos de gatitos y riéndome de cosas sin sentido todo el día, a duras penas salí de mi habitación a la hora del almuerzo.
Rosalya estaba muy ocupada en su cita con Leigh, Alexy había perdido una apuesta con Armin, y Castiel ensayaría hoy con Lysandro. Eso me dejaba a mí, completamente sola y aburrida ya que mis amigos tenían planes para la noche y yo era la única que no tenía nada que hacer con su vida. ¿Algo más triste que eso?, que tus padres tengan una cita y te dejen sola en la casa, aburrida como pez fuera del agua y payaso lejos del circo. Por tercera vez esta noche, revisé mi móvil, esperando un mensaje de mis amigos diciendo: "Hey, ¿noche de películas?" o aunque fuere un "¿Cómo estás?" pero no, nada, mis amigos se habían olvidado de mi existencia en este cruel mundo.
—¿Qué hago con mi vida? —me pregunté a mi misma, por supuesto, sin obtener respuesta alguna. Alcé mis manos y las moví frenéticamente en el aire—. Estoy aburridaaaaaa. —alargue la "a" con tono perezoso. Sabía que nadie me estaba escuchando así que daba igual.
Un grito me hizo sobresaltar. Mis ojos se abrieron en sorpresa y salté de mi cama. No me fijé en cuanto tiempo me llevo encontrar mis pantuflas de gatos y colocarme el primer abrigo que logré visualizar. Bajé las escaleras con rapidez, sin importarme en lo más mínimo la posibilidad de tropezar y lastimarme. ¿Un ladrón había entrado? Negué con la cabeza; era completamente imposible que el grito haya provenido de alguna parte de la casa, más bien parecía provenir de fuera.
Abrí la puerta y salí a la calle. Mi cabello rubio, completamente desordenado, bailaba al compás del viento a los lados de mi cara. Me cubrí más con el abrigo que traía y me dispuse a buscar la fuente de aquel grito ensordecedor que había conseguido volver mi noche menos aburrida que antes. Pasaron cinco segundos antes de que la gente empezará a correr en dirección a la casa de al lado, los gritos aumentando y la tensión acumulándose alrededor. No dude en correr junto con los demás, la curiosidad era tan potente que me impulsaba a actuar sin pensar.
«Detente Liah», me dijo mi mente tratando de hacerme entrar en razón. Ignoré todo pensamiento y solo seguí corriendo, acelerando el paso lo más que podía.
Ojala y le hubiese hecho caso a mi mente cuándo me dijo que me detuviese, porque lo que mis ojos veían me rompía en corazón. Mi vecina, la señora Better, se encontraba llorando desconsoladamente frente a su casa. Todos intentaban hablar con ella, pero nadie lograba calmar los sollozos de la mujer, era bastante difícil entender lo que decía.
—Ella... Se la llevaron... —dice la señora Better entre sollozos—. Mi niña... Ella... No está. —rompió en llanto.
—¡Señora Better! —exclamé entre la gente y me acerqué, empujaba a las personas a mi paso—. ¡Escúcheme! —grité esta vez con más fuerza. Observé como logre llamar la atención de varias personas que solo miraban la escena. Al llegar junto a la señora, mi mirada viajo a su rostro, pálido y sus mejillas bañadas en lágrimas—. ¿Daniela está desaparecida? —pregunté ganándome así una mirada fulminante por parte del hombre que la estaba consolando—. Tranquila, la ayudaremos, Dani volverá, se lo prometo.
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Simplemente Perfecta (Armin CDM)
FanfictionSimplemente Perfecta. © Liah Antzas vivía en una muy resistente burbuja, en un mundo muy lejano a la realidad. Sus padres se habían encargado de protegerla, para que nada le ocurriera, para que los fantasmas del pasado no la atormentarán. Tanto era...