Min.
Ahora la ropa interior roja lentamente va subiendo por el cuerpo de la rubia. El brasier va cubriendo aquellos voluminosos pechos que tuve el placer de probar. Sigo observando mientras la chica continúa colocándose toda la ropa que hace unos momentos estaba esparcida por todo el piso de mi departamento.
Ella se limita a mirarme con aquellos ojos verdes. Es linda en verdad, pero no me funcionará. Se coloca sus tacones blancos, un poco maltratados a causa del camino que recorrimos hasta llegar aquí la noche anterior.
Se limita a dirigirme alguna palabra, ya sabe cómo es el juego y eso me mejora el humor. Sin palabras, sin sentimientos, sin nada.
Rápidamente comienza a recorrer todo el lugar, en lo que supongo que es la búsqueda de su bolso. El molestoso sonido que produce sus tacones al pisar el suelo me produce una jaqueca que no tolero. Sólo un gruñido de mi parte bastó para que esa tortura acabara. Ya irritado, vuelvo a girar en la cama y me acomodo para seguir descansando. Comienzo a cerrar lentamente los ojos, sintiendo la paz interior, cuando una mano se posa en mi hombro pidiendo mi atención. Cuándo será el día en que Min Yoon Gi se despierte de buen humor y sin nadie rompiéndole las pelotas.
Otro gruñido de mi parte le doy como respuesta, no me animo a abrir los ojos y menos a pronunciar palabra.
—No tengo cómo regresar a casa. —Una voz chillona acaba con mi tranquilidad.
Luego de unos segundos de meditar aquella oración, doy vuelta poniéndome boca arriba, aún sin abrir los ojos, elevando mis hombros como respuesta; es mi manera de decirle "me importa una mierda"
—Suga... —Alarga.
"Suga" es el apodo que había recibido por parte de ellas.
—¿Al menos me darías algo de dinero? —Siento un peso sobre mi cama, había comenzado a acariciar mi brazo, bajando por mi pierna. —No tengo nada.
De un brusco movimiento me alejo de ella, dirigiéndome hasta la otra esquina de mi cama para volver a darme la vuelta y cerrar mis ojos.
—Eres un maldito bastardo. —El fuerte sonido de la puerta cerrándose me confirma de que finalmente me había dejado en paz.
Estaba decidido a seguir durmiendo cuando la puerta vuelve a abrirse y siento los pasos de alguien acercarse. Qué tipa más pesada, Dios.
—¡ME PUEDES DEJAR EN PAZ DE UNA MALDITA VEZ! —Grito sacando algo de mi rabia.
No escuché ninguna respuesta, si era July ya me hubiera respondido con otro grito aún más fuerte insultándome.
Me digno a abrir los ojos para incorporarme en mi cama y observar a la persona que había entrado. Observo a mi amigo parado en frente mío con los brazos cruzados y con el rostro neutro. Supongo que había vuelvo a ver a la chica salir de aquí, como de costumbre.
—No vas a cambiar, ¿verdad, Min?. —Fue lo único que escuché de su parte. —Ya se te hizo una asquerosa costumbre.
///
El pequeño chillido al abrir la puerta me asusta un poco, había olvidado que hacía eso. Me encuentro en una pequeña tienda en Daegu, aunque no haya una variedad de cosas aquí, como en un supermercado, hay algo que simplemente me encanta; aquel pote de mi yogurt favorito. Siempre compraba este yogurt porque me tranquilizaba, además me gusta su sabor y hoy es un excelente día para tomarlo. Hoy tengo los pelos de punta, estoy seguro que de todo el mundo se puso de acuerdo para contradecir y discutir con Min Yoon Gi este día.
Me dirijo hasta el lugar en donde se encuentra mi anhelado pote. Al llegar a él busco lo busco con la mirada, mmm frutilla no, coco tampoco, banana menos; menuda mierda ¡dónde mierda dejaron mi pote!... Ohh... aquí está.
Tomo mi yogurt de vainilla y me dispongo a dirigirme hasta la caja. Al momento de girarme siento un leve golpe en el hombro derecho y seguido algo mojando mi remera. Alguien había chocado conmigo y por consecuente tirado todo su helado sobre mí. Lo que me faltaba.
—Mierda. —Fue lo único que salió de mí.
Lo que antes era una limpia remera blanca y suave ahora es una marrón pegajosa.
—L... lo.. siento. —Pronuncia una chica con voz temblorosa. Claro, todos temen a un chico vestido de negro y con cara de amargado, y yo no soy la excepción.
Veo como la chica había sacado una pequeña toalla de su bolso y se dedica a tratar de quitar la mancha. ¡Es helado de chocolate! Qué estúpida.
—Déjalo así y mejor quítate. —Tomo su mano y la alejo rápidamente. No me digno a mirar su rostro.
Estaba demasiado encabronado como para mirar la cara de aquella persona que había arruinado una perfecta remera. Tranquilízate Min, tranquilízate.
Sin dejar que diga otra palabra más doy media vuelta y me retiro de allí. Antes de alejarme lo suficiente logro escuchar que grita "Gracias, de nada. No fue mi intención" Me limito a seguir caminando sin hacerle caso, como si fuera que con una disculpa arregla todo. Maldita chica.
Tomo la perilla de la puerta y la giro, estaba a punto de salir de la tienda hasta que siento unas manos sobre mi hombro haciéndome parar. ¡Y me vuelve a tocar!
—Enserio lo siento.
![](https://img.wattpad.com/cover/120386958-288-k627525.jpg)