No se debe olvidar de donde pertenecemos

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Me derrumbo agotado sobre el frio cesped,sintiendo las gotas del rocio mojandome de pies a cabeza,cosquilleando sobre mi cuello,dejo como la brisa veraniega de la oscura noche me azote el rostro despeinando suavemente mi cabello castaño medio ondulado.

Me gusta estar aquí,en el tranquilo parque de mi nueva casa,de la cual me mude tan solo unas dos semana atrás,encuentro completamente renovador recostarme sobre la hierba húmeda y suave y observar las estrellas en la penumbra.Solo con la compañia de la noche solitaria y de música de fondo la pacífica melodia que se lograba combinando el croar de los sapos y el ruido de los grillos.Algo totalmente relajador.

Creo que desde hace tiempo disfruto de mi soledad a que pasar tiempo en compañia de alguien más.Las personas solo crean ilusiones en ti,luego te destrozan y te decepcionan.Y así se repite continuamente mientras confies en otro.Nadie se salva de una traición o engaño.Se debe tener mucho cuidado,prestar mucha atención.Pero como yo no quiero hacerlo,apenas me relaciono otras personas.Chicos y chicas,adultos,niños o ancianos.Prefiero quedarme en la soledad y tratar de pasar inadvertido.Aunque eso es un poco complicado,no es por ser arrogante,pero las chicas se fijan más de lo que deberían en mi,pero yo no les presto demasiado la atención que encarecidamente ellas piden de mi.

Una a una cuento cada estrella brillante que hay en el oscuro cielo magnificamente deslumbrante.Era diferente aquí,nunca en Nueva York hubiese podido admirar semejante belleza como la que tengo frente a mis verdes ojos,pero aquí...aquí se podía observar y oir todo con mayor claridad.Nada de los molestos ruidos de la ciudad,como las bocinas de los taxis,los autos dejando sus huellas de ruedas en la calle,las sirenas anunciando alguna clase de emergencia,tanto sea de ambulancia o del patrullero,los gritos aturdidores de los locos neoyorkinos,la gente superficial vestida siempre de elegantes marcas,las sonrisas falsas arrogantes,la basura que se acumulaba en los callejones que daban un olor repulsivo,el sonido de los tacones de mujer resonando en el cemento.Todo superficial.En cambio,en este pequeño pueblo de Estados Unidos,donde casi todos se conocen con todos,era absolutamente natural.El ruido que provenía de los árboles al mover sus hojas verde puro a causa del viento,el sonido de día de los pajaros entonando una habitual melodía,el repiqueteo de algunas gotas cayendo de alguna manguera o canilla.Por decirlo así,yo lo veo todo más brillante.Será porque no hay edificios y puedo contemplar el maravilloso cielo azulado centrando a su principal protagonista,el Sol,que alumbraba todo a la perfección,dandole un contraste inigualable.Y no porque estaba acostumbrado al duro ambiente de la gran ciudad bañado siempre de gases o humos grises.Me hacía desear tener mi cámara cerca para poder capturar este momento.Apreciarlo también en el futuro. 

Después de la muerte de mi persona favorita en el mundo,mi mamá,mi padre creyó que sería más conveniente para mi persona alejarme por completo del lugar que tantos recuerdos sufridos me ocacionaba con respecto a los años de padecimiento de mi madre.

Su muerte,así me lo había dicho papá,era esperada.¿Pero a quién engañamos? ¿Cuándo y cual muerte es esperada? ¿Acaso no duele de la misma manera una muerte repentina y trágica a que una sufrida y anunciada?

Creo que tengo dos teorias opuestas al respecto.La primera vendría a ser que cuando se pierde a una persona amada y no lo esperabas,la vida te toma por sorpresa,te deja descolocado en el mundo y sientes que tu mundo se derrumba por la pena.

Pero en la segunda,en cambio,pienso que es mucho peor ver como a esa misma persona se le va a apagando cualquier signo de vitalidad,como su alma se va acabando y reduciendo poco a poco en consecuencia del dolor,ver como su mirada ya no es la misma llena de fuerza y juventud,y pasa a ser una cansada y triste.

En conclusión,la vida tiende a ser una mierda.Un maldito purgatorio al que nos mandaron de castigo por nuestro egoismo.

Me encantaría pasar el resto de la noche en este preciso lugar admirando el paisaje maravilloso,sin importarme que mi camiseta esté empapada del rocío ni que refresque y me enferme.Solo quisiera pasar lo que queda del día con la unica compañia que era mi soledad.

Pero el grito de lo que se hace llamar padre dentro de mi casa llamandome me hace tomar consiencia de los hechos que estaban sucediendo dentro de ella.

Desde hace tiempo que Gus y yo no tenemos lo que se podría decir una muy buena relación fraternal padre e hijo como cualquier adolescente de mi edad posee.Para ser más específico,lo odio.Bueno,quisa esa palabra sea demasiado fuerte,sería mejor utilizar una como:lo aborresco o lo detesto.Tengo mis razones para hacerlo.Muchas enrealidad.Pero la principal y sin duda la más importante es su actitud frente a la enfermedad de mamá.Tan indiferente.Nunca preocupandose en lo más mínimo por su bienestar.Simplemente pasando de vez en cuando por la habitación para ver que tal se encontraba su esposa y marchandose sin más que.Lo hacía más por obligación que por otra cosa.

Ella decía que a Gus le dolía verla en ese estado.Pero,vamos,aquella enfermedad de porquería duro años ¿No podía dejar atrás solo por una vez su egoismo y tener en cuenta los demás? No,él solo pagaba el tratamiento,el hospital lo que sea necesario y se iba.

Creo que algunas personas son tan cobardes que en vez de afrontar el problema en sí,solo salen corriendo de él,huyen.No tienen el valor suficiente para soportar las consecuencias que se otorgan.

No lo podré perdonar.Nunca.

No solo por lo que le hiso a ella si no también por lo que me hiso a mi.Me dejó,me abandonó.Un chico de tan solo doce años cuidando de su madre día y noche.Y así por cinco años más.Un niño llendo al hospital en lugar de ir a las fiestas acorde a su edad,dedicando su tiempo a tratar de hacer menos miserable la estadía de su madre en esa insulsa habitación.

Hasta hace poco,en el que ya no tuve que encargarme de ese trabajo otra vez.No me alegro por ello,pero tampoco me entristeze demasiado,sé que mi madre agonizaba de sufrimiento por los efectos de su enfermedad y que seguía aguantando principalmente por mi.Creo que en cierto punto está mejor así,por lo menos no tengo que cargar con la consiencia de su dolor.

Lo sé,son palabras duras para un chico de preparatoria tan joven como yo.Pero tengo la mentalidad de un anciano amargado de ochenta años.

Mañana empezaré mi último año en un nuevo instituto que no conozco.Ni me molesta,ni me emociona.No siento nada.

Suspiro mientras me levanto pesadamente para entrar denuevo hacia la casa.Simple y para nada lujosa,pero aun así acogedora y agradable.Con las paredes pintadas de un celeste cielo que hacían un buen contraste con el resto del lugar,con solo tres habitaciones no muy grandes,dos baños y lo demás que ya deben suponer.Contemplo la vista que tengo desde mi ventanal de mi recamara.

Maravillosa.Como sacada de otro mundo.Los altos robles llegando hasta la cima del tejado acariciandolo suavemente bailando al ritmo del compás de la dulce melodía que se generaba del simple hecho que era la naturaleza en sus momentos más singulares.

El silencio en este momento es como un regalo que se me otorgó como recompensa por tanto ruido que tuve la mayoría del tiempo en todos estos años.

Peleas abrumadoras.Gritos intensos.Incluso llantos descontrolados.

Siempre por parte mia y de mi padre.Siempre las eternas discusiones,interminables.

Otro llamado por parte de Gus,supongo que debe haber llevado la pizza,y él debe ser tan miserable que ni siquiera le debió haber dejado propina.A veces me causa repulsión.

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⏰ Última actualización: Apr 20, 2014 ⏰

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