Capítulo Único

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Despertó sobresaltada en medio de la noche, miró confusa a su alrededor tratando de recordar el porqué de su repentino sobresalto.

¿Una pesadilla? ¿Había escuchado algo? No lo recordaba y le pareció demasiado extraño olvidar algo como eso tan rápido. Se levantó de la cama aún con expresión confundida y se dirigió hacia la puerta rodeándose con los brazos en manera de abrazo.

—¡Ahh! —Gritó aterrada al pasar y detenerse en el gran espejo junto a la puerta, frunció el ceño al ver la figura de una mujer alta, rubia de ojos verdes, ¡embarazada! Retrocedió un par de pasos y bajó la mirada hacia su estómago y volvió a gritar al ver el volumen que tenía. ¿Estaba embarazada? Miró de nuevo el reflejo del espejo, se tocó la cara, los brazos, hizo algunos movimientos y no supo qué hacer cuando notó que ¡era ella!

Salió corriendo de la habitación y bajó las escaleras con rapidez, llegando al final tomó un par de zapatos que había junto al sofá, se los puso sin saber de quién eran y corrió en busca del teléfono. Estaba desorientada pero no le costó mucho encontrarlo, al tomarlo entre sus manos hizo una mueca y comenzó a desesperarse... ¿Qué número marcaría? No recordaba ninguno.

Dejó caer el teléfono y se dirigió a la sala, se sentó en una silla frente a la mesa y se cubrió la cara con ambas manos intentando calmarse, respiró varias veces seguidas y se detuvo al ver aquellos sobres amarillos justo al centro de la gran mesa de madera. Se levantó con algo de dificultad y los tomó con las manos temblándole de miedo.

Leyó con atención el destinatario:

Dabria Greene.

Suspiró frustrada a punto de las lágrimas ¿Quién era Dabria Greene?
Paró en seco dejando los sobres en donde estaban y se levantó con las piernas temblándole, era tan grande su miedo y confusión que ni siquiera se había dado cuenta en donde se encontraba, era un lugar completamente desconocido para ella, empezó a llorar con desesperación y su respiración se tornó agitada.

—¿En dónde estoy? —Repitió varias veces en voz alta, tratando de que así recordara solo un poco de algo... lo que sea.

Regresó a la mesa y tomó los sobres de nuevo, abrió el primero; Era una carta de aprobación para una adopción, una niña llamada Aria Liliana.

—¿Adopté una pequeña?

Dejó esos papeles a un lado y abrió el sobre siguiente, este era para dos destinatarios, Dabria Greene y Scott Parnell, confirmación de unos boletos de avión con destino a París. Inhaló y exhaló con los ojos cerrados.

—¿Me iré de viaje?

El último sobre dudó mucho en abrirlo los dos anteriores la habían dejado con una confusión mayor y un dolor de cabeza terrible, se sentó en una de las sillas y se pasó las manos por la cara tratando de procesar todo.

Se levantó hacia el mueble de la televisión para explorar algunas fotografías que había sobre este. En una de ellas se encontraba ella (Bueno, eso pensaba ya que era la misma de su reflejo) junto a un chico rubio más alto que ella (Quién en seguida pensó seria Scott; el chico con el que viajaría) en la foto ambos se encontraban en lo que parecía un jardín, el chico le acariciaba el vientre mientras le besaba la cabeza, ambos se veían contentos.

Enotra fotografía se veía ella con otra chica, castaña, un poco más baja yaparentemente más joven que ella, estaban abrazadas con unas grandes y resplandecientes sonrisas, la castaña la rodeaba por los hombros con sus brazos mientras unían sus mejillas formando un abrazo de perfil.

Más y más fotografías: En lo que parecía ser un zoológico, abrazada a otra chica rubia y a un chico alto de cabello castaño y ojos claros. Otra en lo que parecía ser un parque, carreteras, cabañas, etc.

Dabria GreeneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora