Doble Reflejo

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"-Debí de haber sido más listo de lo habitual....-

Se escuchaba la voz de una persona, yo sabia bien quién era ya que la tenía en frente de mi.

-abriste las puertas de tu corazón y yo entre como si fuera mi casa pero...-

Continuaba hablando aquella persona mientras que de bajo de su chaqueta comenzaba a sacar una pequeña daga.

-No las abriste para mi ¿verdad? Lo abriste para otra persona-

Asentí con firmeza, no importa lo que hiciera mi destino ya estaba marcado, ya se sabía lo que me iba a pasar, iba a morir, esta noche en este lugar

-No te conozco ni más de un año y piensas ¿que me acercaré hacia a ti después de todo lo que has hecho? Estas demasiado equivocado.-

Comencé  hablar ahora yo, ya que no importaba que era lo que diría, si lo hacía enojar o le mentía para que me dejará, ya no me iba  dejar salir con vida de aquí. Entonces se comenzó a acercar mas colocando su daga en mi cuello haciendo una pequeña abertura en la cual comenzaba a salir sangre.
Yo por inercia cerré los ojos con fuerza mientras acercaba una de mis manos a mi cuello, quería sentir mi propia sangre salir de mi cuello.

-No-

El dijo mientras agarraba mi mano y la bajaba.

-Todo lo que salga de ti debe de ser mío, no puedo permitir que te robes lo que me pertenece-

Comencé a sentir un poco de frío y viscosidad por debajo de mi cuello, era su lengua... Siempre le ah gustado lamerme cuando me salia sangre, el parecía una especie de vampiro...

-O-Odio tu lengua...-

Alcanzaba a decir aunque mientras artículaba cada palabra un dolor insoportable inundaba mi garganta.

-es demasiado asquerosa como el resto de ti... ¿por qué no me matas de una vez?

Lo volteaba a ver a los ojos mientras veía como se comenzaba a molestar, definitivamente lo había hecho enojarse.

-Natalie... Siempre pensé que eras la indicada pero me equivoque... Tu sólo eres otra y ya, no podrás hacerme sentir placer con tu muerte...-

Ya no alcance a distinguir más cosas, simplemente vi la daga ir rápidamente hacia mi, comenzando a sentir un filo en mi frente y un frío, pero al segundo ya no sentí nada mas por que ya estaba muerta... Ya no me encontraba en este mundo..."

Que patético..., decía entre mi mente al terminar de leer este capítulo.

-¿Cómo puede escribir un libro una persona que ya esta muerta? Es algo demasiado ilógico...-

Decía entre dientes al momento que me sentaba en mi lugar y cerraba el libro en mi butaca

-opino lo mismo, esto es demasiado absurdo-

Escuche hablar a Ernesto, un amigo que eh tenido desde que tengo memoria el cual se encontraba sentado a mi izquierda

-A parte de que chica se acercaría a una persona sabiendo que el es un psicópata y terminara muerta-

Volteaba mi mirada a verlo con una expresión que reflejaba mi aburrimiento total ante el tema.

-tal vez una chica demasiado tonta-

Yo Y Mis Tres Psicopatas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora