SIN RESPIRAR

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-Espera un momento Sarah, todo fue para protegerte... jamas te haría daño a ti-

Escuche decir eso a Samuel, pero después de ver eso, la verdad ya no supe que hacer, pero mi cuerpo si lo supo, de un segundo a otro salí corriendo de ese lugar sin importar si me estrellaba con alguien o con algo.

-¡Espera Sarah!, ¡No hagas nada de lo que te puedas arrepentir después!-

Escuche gritar a Samuel atrás de mi, pero no lo escuche, simplemente salí corriendo, fui al único lugar que creí que podría estar a salvo, corrí todo lo que pude, escuche muchos pitidos de autos frenándose rápidamente mientras yo pasaba delante de ellos, corrí durante 50 km por unos 30 minutos, y toque la puerta con fuerza.

-¿Quien es?-

Provenía una voz dentro de la casa mientras habría la puerta y podía a ver a una mujer ya de unos 40 años aproximadamente su cabello ondulado le llegaba por debajo del cuello, todavía estaba recuperando mi aliento mientras me inclinaba sobre mi misma poniendo mis manos en mis rodillas inhalando profundamente

-Dios mio, ¿Que fue lo que te paso Sarah? ¿estas bien? deja llamo rápidamente a Anna, espera un segundo pero por el amor de Dios pasa por favor-

Decía mientras se movía hacia un lado para abrirme paso y que yo pudiera entrar en su casa mientras tomaba asiento en un pequeño sillón ya algo destruido pero siempre me calmaba cuando iba a su casa.

-¡Anna! ¡Baja un minuto, Sarah esta aquí!-

Escuche gritar a la madre de Anna que estaba justo al pie de las escaleras que subían al segundo piso de su casa, Anna ah sido mi amiga desde que tengo memoria por si es que se me había olvidado comentarlo, nuestras madres han trabajado juntas desde hace por lo menos 20 años.

Comencé a escuchar unos pasos rápidamente por encima de mi y en menos de un minuto logre ver a Anna al pie de las escaleras para después correr hacia mi y abrazarme

-¡¿Pero que te pasa Sarah?! ¡Te ves toda destrozada! ven vamos a mi cuarto, tengamos algo de privacidad y hablemos ¿esta bien?-

Afirme con mi cabeza, pude sentir como mis ojos se resecaban, no había parpadeado desde que comencé a correr y no podía hacerlo, no me dejaban mis ojos, entonces sentí la mano de Anna abrazando una de las mías levantándome del asiento y llevándome a su cuarto. Las dos entramos y ella cerro su puerta con seguro, nos sentamos en su cama una en frente de la otra y Anna siguió hablando.

-Vamos Sarah, cuéntame que es lo que paso, ¿por que estas llena de sudor? ¿paso algo malo?-

-Enciende la televisión-

logre decir después de un largo tiempo en silencio, sin saber que hacer.

-De seguro ya está en las noticias-

-¿Que? ¿que debe de estar en las noticias Sarah?

Pero ella no pregunto nada más, agarro el control remoto que se encontraba en su mesa de noche al lado de su cama, dirigiéndolo a la televisión y encendiéndola, entonces se veía que estaba lloviendo, ¿cuando comenzó a llover?, me di cuenta que también yo estaba empapada, desde a que horas comenzó a pasar todo esto, había una reportera en frente de el edificio de la tienda de Cómics y Videojuegos.

-¿Acaso ese no es el lugar donde tu y Samuel visitan seguido?-

Me quede callada, incluso me llego un pulso doloroso a mi, escuchar el nombre de Samuel y recordar lo que paso, esa escena, después de todo me traumatizo

-No me digas que es lo que pienso que es...-

Comenzó a sacar conclusiones Anna mientras me miraba y antes de que alguna de las dos pudiéramos decir otra cosa, la voz de la reportera resalto en toda la habitación

Yo Y Mis Tres Psicopatas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora