Cap 1. La decision

1.5K 50 3
                                    

Oí unos ruidos provinentes de la habitacion de mi padre (ya me había acostumbrado a despertarme por estos ruidos por la noche), me acerque a la habitacion de papa y toque la puerta despacio.

Pa-pregunté

Al no obtener respuesta abrí la puerta y allí me encontré a mi padre tirado en el suelo y agarrandose el pecho como si se ahogara.

Al verlo me acerque corriendo y gritando- pa, pa, estas bien, tranquilo todo va a salir bien

En un susurro me dijo- te quiero mi niña, ojala pudiera tener mas tiempo para dedicartelo- Dicho esto me da un dulce beso en la cabeza- en otro susurro me dice- debes ir con tu madre a Mallorca mañana tienes el pasaje en la mesita -le abrazo con fuerza, y noto como mis ojos arden y estan a punto de ser desbordados por lagrimas y puedo sentir como deja de moverse mi padre poco a poco

Comienzo a gritar que no me deje, la vecina de al lado escucha mis gritos con suplica junto con mis lagrimas, y viene corriendo abre la casa (ya que papa le dejo unas llaves de repuesto) y al entrar en la habitacion me abraza

La vecina se encarga de que vengan a por mi padre y de que lo incineren, me despido otra vez del cuerpo sin vida de mi padre y me dirijo a mi habitación entre sollozos

~Al día siguiente~

Me encuentro tumbada en la cama ya esta amaneciendo y yo no he podido pegar ojo, me levanto y me meto en el baño, me tiro media hora duchandome, al salir me lavo los dientes, me visto con un vestido negro (foto arriba) junto unos zapatos con un poco de tacón negros, me dirijo otra vez al baño para maquillarme lo justo, me pongo un delineador, me pinto los labios y me pongo un poco de maquillaje en la zona donde tengo las ojeras.

A los veinte minutos me recoje Ana (la vecina) y me lleva al aeropuerto para irme a Mallorca, si he decidido que sera lo mejor para despejar mi mente, ya que toda la ciudad me recuerda demasiado a mi padre, ademas anoche ya avise a mi madre de que me hiba a ir aprovechando el pasaje de avión y esta de acuerdo.

Casi sin quererDonde viven las historias. Descúbrelo ahora