Atrapada en un libro cliché

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Y allí estaba yo, parada en frente de la puerta que me cambiaría la vida. Una puerta azul verdoso con moho en las esquinas y alguna que otra hormiga en el suelo. Mi cara de horror hizo que mi madre acomodara su mano en mi hombro y me adentrase con seguridad al interior.

Todo parecía antiguo y estaba lleno de polvo,las ventanas estaban tapadas con una gran cortina negra que impedía que se viera bien el interior, la casa olía a pescado podrido y a queso caducado.

Me atreví a entrar por completo tapándome la nariz. Mi madre se hizo una coleta en el cabello y fue quitando una a una las cortinas de las ventanas, al quitarlas desprendía polvo o caía alguna cucaracha que hacía que mi padre se subiera a la mesa de un brinco.

No podía para de mirar cada rincón de la casa con cara de horror, al contrario que mi madre;ella cada vez que hacía que sus ojos dieran un paseo por la casa su sonrisa se hacía más grande ya que ella lo miraba todo desde otro punto de vista.

Mi padre me miró con pena y me agarró de la mano.

—Vámonos del salón y busquemos tu habitación. Pobre de ti que seguro que estas asustada por las cu... ¡Carachas! —Mi padre dio más de un brinco al ver que una se le metió en el pantalón. Mi madre soltó unas carcajadas mientras que veía que mi padre se quedaba en calzoncillos.

Llegamos a Oklahoma en cuanto a mi padre se le ocurrió al ver una foto en una de las revistas de moda Divinity que fingía leer obligado ya que decía que tenía que leerlo para meterse más en el mundo de adolescentes y así entenderme mejor.

Yo misma subí las pequeñas escaleras que crujían en cada paso y llevaban a la segunda planta en la que habían tres habitaciones, investigue en las tres y me gustó más la segunda ya que tenía una terraza con escaleras que te permitía bajar hacía las otras terrazas y el patio.

Esa habitación era la más pequeña, tenía un escritorio medio roto y una cama sin colchón.

Suspiré y dejé la maleta al lado de la cama. Abrí mi mochila y comencé a sacar todos los libros de ciencia ficción y fantasía que tenía guardados y lo fui colocando con mucho cuidado en la pequeña estantería llena de polvo que había al lado del escritorio, esos libros eran eran mi vida, los únicos amigos que tenía y aquellos que me comprendían más en el mundo;no me imagino una vida sin ellos.

—¡Shaira la cena ya está lista! —Bajo corriendo las escaleras sin miedo a caerme y me encuentro en el salón a mi madre con una caja de pizza en la mano. El salón se ve un poco más decente, el suelo está limpio y los cristales se ven transparentes.

Mi padre lleva puesto un chubasquero que le cubre hasta los pies y tiene un cartón en la mano para cubrirse la cara por si una cucaracha le salta encima.

—Perfecto. —Dice mi madre dejando la pizza en la mesa. —No ven, no era para tanto, esta casa no está destrozada, con un poco de imaginación y esfuerzo se puede vivir en ella. —Mi madre se sienta en la silla. —Vamos sentaros para cenar. —Justo después de decir esa frase se cae de la silla haciendo que se parta en dos.

—Mejor... Comemos fuera. —Dice papá señalando a la puerta. Nos sentamos en las mesas de restaurantes que están incluidas en el patio del piso con unos cuantos vecinos más. Ellos nos dieron la bienvenida y nos contaron la historia del piso 101 que es en el que hemos ido a parar.

La historia trataba de la familia que vivía en el piso antes que nosotros. Se decía que el padre abandonó a la mujer y a la hija porque la hija leía los pensamientos de la gente y les metió a la familia en grandes problemas. La madre no paraba de maltratar a la hija así que ella la mató y convivió sola hasta que se murió en la casa. Desde entonces sólo una familia volvió a vivir allí pero al segundo día se mudaron a otro continente y ahora estamos nosotros,se dice que la casa está encantada pero yo no me creo todas esas historias.

Mientras que una de las vecinas contaba más a fondo las historias me fui a la otra mesa donde se encontraban adolescentes risueños que establecían una conversación animada.

Me senté y me presenté, todos se veían amables.

—Y Shaira, ¿Qué es lo que más te gusta hacer?  ¿Qué haces para no aburrirte y eso? — Dijo una de las chicas mientras mantenía el tenedor en la boca.

—Leer. —Dije seca y todos me miraron con la boca abierta.

—¡ A nosotros también nos gusta leer! ¿Qué lees? Yo por ejemplo ya me terminé las tres temporadas enteras de "Viviendo con un Playboy"

—Y yo las de "Enamorado de la nerd"  Esas historias son lo más, también me leí la de "The bad boy is my boyfriend"  y la de "The Vampire love"  buah esa me encantó, ni comía, ni atendía en clase solo porque lo estaba leyendo. ¿Shaira, tú cuales has leído?

—"Ubik", "El juego del Ender", "1984", "Juego de tronos", "El nombre del viento", "El temor de un hombre sabio", "Tehanu" Esos algunos de mis libros favoritos. —Dije con una sonrisa en la cara, no sabía que en Oklahoma a los adolescentes les gustase leer ya que de donde provenía solo leían los resúmenes de los libros que mandaban para en clase. Para algunos su mayor récord fue leer el resumen de "don Quijote de la Mancha", una novela española de la que los profesores insistieron en que leyéramos el libro original y no el moderno.

—¿¡Qué!? —Dijeron todos a la vez.

—¡Qué es eso! Eres muy extraña eh. —Alejó un poco la silla de mi. —No vallas a ser tan rara como la antigua dueña de la casa porque chicos si lo pensáis bien son como ellos, un padre, una madre y una hija.  Por lo menos la familia anterior a ellos eran los padres y tres hijos. —Todos me miraron asustados y se levantaron de sus sillas dejándome allí.

Rodé los ojos y cogí uno de mis libros "La danza de la muerte"  de Stephen King, me puse los cascos y disfruté del libro mientras que mis padres se entretenían. Mañana iba ha ser un día duro para mí ya que empezaría el instituto y todos los chicos que viven en este edificio van al mismo instituto al que voy a parar.

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Primer capítulo, espero que les haya gustado :)

Trailer hecho por young-khalifa 💜 muchísimas gracias 🥰tq