El justo trato

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La princesa de seda, vacío vestir
Salir corriendo, la reina pedía
El príncipe casado de alguna compañía
y su último beso en eterno frenesí.

La princesa pensó su tierno vestido
De rojo, de negro, tal vez amarillo
Cuerpo exhausto en el mar ansiado
Sin ver en la orilla al único deseado.

!Oh Dios!- la princesa exclamó
-Corazón entrego por ayuda.
Y al cielo una lágrima con frescura
En suspiro de duda, entregó.

Y el viento al soplar, levantó
Las velas del pequeño bote
La princesa sin remos, sin reproche
Gritó contenta "querido ya voy"

Después de dos días en mar picante
Par de ojos vieron, perdido horizonte
Las velas bajan, el barco perece
Bajo la noche, la princesa aparece.

Vestido vacío, al príncipe vio
Casado ya, por reloj llego tarde
Se siente cómo el corazón no arde
Cuando en justo trato, antes entregó.

Dios fue justo, dolor le ahorro
Manos sangrando de tanto remar
Más sin esfuerzo gloria no hay
Por eso al príncipe antes casó.

Psico hiperbólicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora