Con una sonrisa malvada volvió a azotar el hermoso culo de su bebé, a quien se le tenÃa prohibido emitir sonido alguno
Bebio él último sorbo de Ron que quedaba en su vaso. Ya iba siendo hora que se lo follara sin piedad
Con una sonrisa malvada volvió a azotar el hermoso culo de su bebé, a quien se le tenÃa prohibido emitir sonido alguno
Bebio él último sorbo de Ron que quedaba en su vaso. Ya iba siendo hora que se lo follara sin piedad