Lamentablemente Rojo murió dos semanas después. Estuvo en el momento y lugar equivocados. No lo merecía.
Salió en los periódicos locales. Decía que fue en una gasolinera. Él había ido para llenar el tanque de su auto nuevo (que en realidad era usado) y llegó un tipo armado intentando asaltar la tienda.
Qué mala suerte. Rojo había trabajado mucho por conseguir el dinero para su auto.
El encargado dijo que Rojo reconoció al hombre con el arma y que tal vez por eso le disparó.
¡Qué tontería!
Yo no le dispararía a un amigo.