Recover the Lost (Batterie/OFF)

#6

     Yo decidí alejarme, yo puse en riesgo mi vida bajo mi propia voluntad, nadie me obligó, y eso es algo de lo que no me arrepiento, ni lo haré.
     Ahora todo es tan callado, sé que Zacharie está en su zona, en el lugar al que pertenece, en cambio, yo vago por todos lados, a veces los fallos de mi cuerpo causan rupturas del mapa, más de una vez casi muero, si es posible, pero no importa, sigo mi rumbo hacia la nada.
     Estoy cegado por amor, locura, desesperación y culpabilidad, si alguien estuviera aquí, me preguntaría, ¿hiciste todo eso para ahora irte de su lado? Y la respuesta sería, si, mataría a quien fuera con tal de que fuera el único en este pútrido mundo, para que no viera a nadie más, ni pudiera enamorarse, y así ser el único para él.
     Casi nunca hay ruido en este lugar, sólo el aire me acompañaba, seguido de los restos dispersos de lo que antes había, últimamente hace más frío de lo normal, pareciera raro que pueda sentir la temperatura, pero lo hago, y mi cuerpo responde sacando ese monstruo que habita en mí, el monstruo que mató a todos, él es que me mantiene con vida ahora, también aprendí a controlarlo, es un poco difícil y consume mucha de mi energía, pero por lo menos, puedo decidir si quiero transformar únicamente mi mano o mi cuerpo entero.
     Estaba sentado en la zona uno, viendo hacia la nada, con la efímera esperanza de que algo sucedería, que alguien apareciera, que el karma viniera por mi, o la muerte, pero en cambio, apareció una figura que tanto conozco...Zacharie. Despojado de su mochila y típicas comodidades, estaba parado frente a mi, con una mueca de dolor y enojo, en cuanto vi que abría ligeramente su boca, escapé de ahí, me levanté en mi rodilla derecha y comencé a saltar por ahí, con ayuda de los glitches que se formaban a mi alrededor, gritó mi nombre, pero cerré los ojos por un segundo para volver a mantener mi mirada fija en la salida de ahí, no quería verlo, hablarle, ni escuchar su perdón, si es que acaso eso pensaba hacer, más bien, no podía, no podía permitírmelo.

Escapé de ahí, no por ira, no por tristeza, sino por miedo, miedo a herirlo, tanto como yo lo estaba, o más aún, si es posible.