II

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       La vida es un instante, eso es. Creo que... ¿Mal gasto mi instante otorgado por alguna divinidad? Bah, solo estoy disfrutando, cada quien goza a su manera. Siento el teléfono vibrar en mi chaqueta y a distancia escucho el sonido del tono de llamada. Palpo el bolsillo donde está el móvil, lo saco, contesto sin verificar la pantalla.

— ¿Aló? — del otro lado se escucha una voz profunda y masculina, algo vacilante.

— ¿Qué? — Pronuncio algo cortante y con dejo de agitación por la hora que es. — ¿Quién es?

— ¿Dónde estás? — ¿Ah? ¿Acaso sería él de nuevo?

— ¿Vincent? Vincent — reconozco al dueño de esa voz.

—Al menos has reconocido mi voz, ¿Dónde estás?

—No te importa, no intentes salvarme; no hay de que salvarme —dije sin más, de nuevo fastidiando.

— ¿Sabes qué? Es verdad, no me importa. No sé ni para que me preocupo, llamándote a estas horas —pronunció fuertemente. Vaya.

— Tonto. — rio suavemente. Solo logré dejar escapar eso en defensa, una pobre defensa. Cuelgo la llamada. No tengo por qué darle explicaciones, no me deja en paz. Pero... Eso dolió ¿Por qué? No le importa, ¿No le importo? Si repentinamente trata de "hacerme ver la luz" solo porque ahora es un niño bueno. Pero, tengo esta extraña sensación, a mí no me importa importarle o no a Vincent, ¿Por qué duele? Se supone que interfiere en mi vida. Será el alcohol y la madrugada, cuando entra el sentimiento como el humo de cigarro a mis pulmones, a veces la sensibilidad invade. No me conoces, nunca te diré como me siento. Son palabras que bastarían para alejarle de una vez por todas, soy ruda con él, más por teléfono que en persona, cuando rara vez tropezamos camino; como en aquel grupo de apoyo al que mi padre me obligó a ir. Parece ser que desde ese entonces Vincent se acordó de mi existencia y quiere salvarme, pero lo ignoro o aparto para sentir control, porque creo que él intenta eso, controlarme o ¿Ayudarme? Paremos esto, pensamientos desordenados. Mi padre y él se llevarían muy bien, hipócritas, ¿Cómo creen que es tan fácil darle la espalda a un pasado así? Tan vívido. Eran como yo, adentrados en este mundo de penumbras, pero ahora se sienten invencibles e intercesores por haber cambiado, en algún momento decaerán. Los veré caer, los veré caer.

       El ancla de Vincent para mantenerse limpio es ese grupo de apoyo, ni sé como cayó ahí, nos dejó sin más, dejó la manada. Nadie sabe que lo hizo cambiar. Pude haberme enterado las dos veces que asistí, pero yo estaba muy ida en mis cavilaciones y el enfado ardía, estar entre esas personas que intentan cambiar, sabiendo que pueden fracasar y recaer. Es una pérdida de tiempo. El primer día luego de que todos en el círculo soltaran sus penas, a excepción de mí que escasas palabras pronuncié; el ángel caído me abordó, o ex caído. Solía decirle así porque aunque los dos estuviéramos sumidos en drogas y alcohol, siempre fue amable, no éramos los mejores amigos pero cuando compartíamos palabras o estábamos más él conmigo que nosotros con los demás, se comportaba bien, ángel caído lo bauticé. Ángel caído no se quedó. Bien por él, supongo, mucha peste somos para Vincent.

       Desvíos, pues me abordó, no lo ignoré del todo porque me sorprendió verlo, me alegró ese encuentro. Pero inició su estrategia de hacerme intentar cambiar de buenas a primeras, eso no funciona así. Me pidió mi número de teléfono, grave error haberlo dárselo a pesar de la batalla interna que originó con simples palabras como fueron:"Qué bueno que estás aquí, esto te ayudará, sé que puedes cambiar". Pero es que él, tiene algo. Y yo quería verlo luego pero no en ese lugar. Fui una segunda vez. Pero lo dejé y ahí comenzó la persecución a través de llamadas y mensajes de texto. En su inicio no fui tan grosera, pero me hubiera complacido haberle dicho algo muy tentador para su estado de abstinencia:"Vamos cariño, solo emborrachémonos, olvida que no nos llevamos bien." sabía que se reiría sarcásticamente, creo que por eso no dije tal cosa.

       Me llegó a cautivar esa atención, que extraña fijación por ayudarme; aún quisiera descubrir su historia pero sé que si lo dejo entrar, no hay vuelta atrás. Él recae por mí culpa o se quema intentando socorrerme.

       ¿Atención? oh, la anhelada atención de mis alrededores, ¿Es tan difícil conseguirla? Absolutamente todo lo que necesito, o al menos eso dijeron en el grupo de apoyo. Quizás éste es un diagnóstico acertado, en conjunto con algunos otros sin importancia, y que además, ya ni intento recordar.

— ¿Courtney? — Exclamó esa ronca voz a mis espaldas, era Dante. — ¿Se puede saber que haces sentada allí? La manada lleva rato esperándote. —

       No volteé, tan sólo bajé la mirada, sonreí vacilante sin que pudiera verme, mientras balanceaba la botella de alcohol en mis manos, observando como el líquido que contenía se movía bruscamente.

       Dante no es una figura romántica empedernida, y jamás lo será, razón por la cual parecemos más colegas de antro que novios.

— Puede que exista una forma más amable de hablarme, Dante — Exclamé, sabía que cada palabra que dijera desataría las típicas discusiones entre nosotros, sin embargo, hablé sin pensar.

— ¡Joder! ¿Vas a comenzar de nuevo con el drama? — Se colocó en cuclillas para tomarme del brazo y poder levantarme, pero inmediatamente me hice a un lado. Nuestras miradas se cruzaron.

— Excelente, no te ayudaré en lo absoluto. Haz lo que te plazca. — Seguí observándolo unos minutos más en silencio, petrificada pensé: ¿Cómo es posible que esos encantadores ojos estén mirándome con tanto recelo y odio? Finalmente me levanté del suelo, sin soltar la botella.

— ¿A la niña por fin le apetece dirigirse a la manada? — Los típicos comentarios molestos; Ya no sirve de nada responderle.

       Comencé a caminar a paso lento y tambaleante, aún así mi "atento" novio caminaba detrás de mí, podía sentir su pesada respiración en mi espalda.

       En estado de ebriedad la manada la veo como un punto a lo lejos, cuando probablemente está a media cuadra de nosotros. ¿Qué me estoy haciendo? A pesar de que Dante no estaba completamente en sus cabales, se percató de mi estado e intentó nuevamente tomarme del brazo para ayudarme. Repitiendo el acto anterior, me solté.

— Sabes que prefiero caminar sola — Suspiró y niveló su paso a mi lado.

       En un santiamén llegamos, nos aproximamos al círculo y rápidamente me envolvió una vez más el sonido, las risas, y el aroma dañino de aquel lugar que tanto me encantaba. La manada siempre nos recibía eufóricamente. Dante se sumergió entre el humo y las luces, sólo podía ver su figura fascinante camuflajeada en sombras, aquella figura que tanto llamaba mi atención, esa figura que cada noche dejaba de lado a la chica que tanto lo idolatraba, muy bajo de mi parte, él me ha convertido en una estatua.

     Maldito gran problema, no me ama.

    ¿Por qué me conformo con el papel secundario?

    ¿Por qué no puedo conseguir el papel protagónico en su vida?

             

El siguiente capitulo estará publicado en la cuenta de NadineHeliette.

    

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⏰ Last updated: Sep 04, 2017 ⏰

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