''Mi ángel guardián'' Capitulo 1
El sol entro por mi balcón despertándome y en segundos despertando también mi resaca. ¡Dios este dolor de cabeza me esta matando! bueno vale la pena porque ¡que fiesta la de anoche! Tenía tiempo que no me divertía tanto. Frunzo el ceño al recordar la razón de mi falta de diversión, los últimos meses
Me duche y me puse unos jeans azules, mis converse negros y una blusa blanca. Se supone que hoy es el cumpleaños de dulce, mi estúpida prima. ¿Qué hizo para ganarse mi odio? Se hace pasar por santa cuando no lo es.
– ¡____! –Grita mama desde las escaleras– baja ahora mismo. No me hagas subir a buscarte
– ¡Ya voy! –grito desde la puerta y pongo los ojos en blanco. ¡¿Dios que le pasa hoy!? A claro es el cumpleaños de su nena, de su perfecta princesa dulce. Decido llamar a Natalia, necesito que venga a darme apoyo moral o no soportare estar cinco minutos frente a dulce. Tomo mi celular y marco el numero de naty
– ¿Natalia?
– ¡____! ¿Como estas? Me imagino que con una muy buena resaca
–Te imaginas bien, bueno debíamos despedir a lo grande estas vacaciones, oye sabes que hoy es el cumpleaños de dulce.
– ¿De-la-señora-miss-plástico de tu prima?
–esa misma. ¿Podrías venir a mi casa? No quiero estar sola con ella, sabes que no la soporto
– ¡claro! me arreglo y voy como en unas horas ¿te parece?
– ¡perfecto! yo me maquillare y bajare a ver si ya llego
– ¿aun tienes esas ojeras? –Pregunta y pongo los ojos en blanco
–si, no se porque si estas vacaciones fueron las mas relajadas, a excepción de ayer claro
–fueron relajadas por esa extraña debilidad que te da ¡te la pasas durmiendo ___! No creo que eso sea normal
–si lo es. Tranquila nats. ¡Nos vemos en la tarde, un beso! –Cuelgo y lanzo el celular en mi cama
Baje a la sala y mama esta sentada en sofá tomando té como todos los días, por lo que veo dulce no ha llegado. Definitivamente no le hace honor a su nombre
–hija hoy es el cumpleaños de tu prima –Dice con una gran sonrisa
– ¿y a mi que? –Pregunto tumbándome a su lado
– ¿a ti que? ¡Que debes comportarte! ¿Podrías guardar tu singular sinceridad por un rato?
–como quieras, eso si no prometo nada. no soy una hipócrita como todos en esta familia soy como soy y no me importa si les gusta o no
–Hija pero... –Ahí venia nuevamente su charla
– ¡pero nada mama! sabes que soy así. No me pidas que cambie ¿Vale?
– ¿sabes que? ¡Contigo no se puede!
– ¿y con dulce si?
–no comiences con tus celos tontos. Estas bien grande para esas escenas
– ¿escenas mama? ¿Escenas? Desde que tengo uso de razón ellas son perfectas para ti, nada de lo que yo hago esta bien, o es mucho o es poco, o soy muy callada o hablo mucho pero ella es totalmente perfecta. Todo lo que hago, digo o pienso esta mal. Pero me canse mama ¡me canse!
–Mira niña malcriada –dice levantándose del sofá para destilar mas autoridad– ¡me bajas la voz! sabes que eso no es así, exageras nena – intento tocarme lo que yo me aparte y me levante también
–no me toques. Para ti todo es así, nunca pasa nada, nunca siento nada. –Me miraba como siempre con expresión calmada a lo que me enoje mas– ¿sabes que? Olvídalo
–hija yo.
–no quiero escucharte, déjame en paz. –Subí las escaleras con ganas de deslizar una hojilla en mis muñecas y sacar toda la frustración pero no lo hice ya en mi habitación en su lugar encendí mi ipod y me perdí en ella.
Luego de un suficiente rato de autodestrucción con música, baje de nuevo las escaleras esperando que Natalia ya haya llegado. Pero por desgracia encontré a dulce en la cocina. Alguien que me amarre para no saludarla con una bofetada
– ¡Hola prima! –Me saludo con su usual sonrisa falsa. Esa que odio– ¿sabes que día es hoy? ¡Espero que si! Bueno, hare el almuerzo espero no te moleste
–Si se que día es. –Sonrió aun mas, dejando ver sus breackers que por cierto no necesita, se giro para revolver algo en una de las ollas– El día mundial de la resaca porque no soporto el dolor de cabeza –dije tomando una manzana del frutero en el mesón, que suele estar lleno. Mama tiene una extraña obsesión por estar a la línea
–seria por irte de fiesta ayer ¿no te cansas? No deberías ser así, eres muy joven. Debería darte vergüenza – dijo con una sonrisa inocente y picara a la vez, esta si que me la cobraría
–Es oficial necesito que alguien me amarre o mi puño volara a su cara en este preciso instante– ¡y a ti debería darte vergüenza ser tan metiche! te invitaría a pasarla tan bien como yo pero eso de que eres una santurrona pues no va conmigo. –Rodo los ojos y cuando estaba apunto de soltar su veneno. Agregue –Ah y aléjate un poco de la cocina se pueden derretir tus senos señorita-soy-toda-plástico-inflamable –dije picándole el ojo. Me gire para subir a mi habitación y me encontré con mama parada en el umbral frunciendo el ceño, la ignore y subí a mi habitación.
Antes de que pudiera siquiera estar segundos en la habitación, mama se me unió.
–Hija tenemos que hablar –aquí viene
– ¿ahora que mama? Si es por la estúpida de dulce ella se lo busco.
–No hija no es por eso. Tu papa y yo pensamos que lo mejor es que vayas a un psicólogo.
– ¡¿Qué?!! ¿Ahora estoy loca? –Grite
– ¡hija tranquilízate, es por tu bien! esas cortadas y tantas fiestas no te hacen bien, creemos que puedes tener un problema con el alcohol o hasta con la autoestima. Ya sabes esas depresiones que suelen tener las adolescentes
– ¿Qué? ¡Ok suficiente no te escuchare más! No pienso ir a ningún psicólogo, no estoy loca y definitivamente no soy alcohólica– Salí corriendo a casa de Natalia que por suerte solo vive a unas cuadras de la mía
Estaba cruzando la calle cuando me sentí un poco mareada. Tal vez es la resaca, sentí que mis ojos se cerraban poco a poco, mi cuerpo se desvanecía cada vez mas no me pude mantener de pie y cuando creí que estrellaría mi trasero contra el asfalto sentí que unos brazos me sostenían dándome la estabilidad que necesita quería ver quien era pero me sentía muy débil y no pude seguir con mis ojos abiertos. Solo alcance a ver una silueta borrosa que no puede distinguir
