Chapter three.

30 3 1
                                    

Era el lunes al mediodía. Esa mañana habíamos quedado con Diane para terminar la entrevista de esa tarde y ahora íbamos a comer en nuestro restaurante favorito, una calle más abajo de la radio.

-Ya vuelve a ser lunes tía, qué depresión. –le dije, mientras nos sentábamos en la mesa de al lado de la ventana que siempre escogíamos.

-Eso lo dices cada semana. –rio.

-Es que cada semana pasa lo mismo. –me uno.

Comimos hasta quedarnos llenas y pedimos un café para hacer tiempo hasta las tres, hora en que habíamos quedado.

-¿Qué vas a hacer cuando terminemos la entrevista? –me preguntó.

-Ni idea, ¿para cuánto tenemos?

-No creo que más de dos horas. –respondió.

-Entonces aún podemos aprovechar la tarde. Gemma trabaja, ¿te vienes de compras? –sabía perfectamente que nunca me iba a decir que no.

-Claro –se apuntó -¿tienes que comprarte algo?

-Que va, solo me apetece ir –sonreí.

En ese momento, mientras daba el último sorbo a mi café, vi una furgoneta cruzar por la carretera a través de la ventana. Cuando pasó junto a nosotras pude distinguir a los cuatro chicos que estábamos esperando a través de la ventana.

Dejé la taza de golpe y me levanté, cogiendo del brazo a Diane.

-¡Mierda Diane corre, que ya van para allí!

-¿Qué? ¿Quiénes? ¿Qué coño dices? –me respondió, sin enterarse de nada.

-¡5SOS hostias! Los acabo de ver pasar en esa furgoneta. –señalé por la ventana desesperada.

Diane puso los ojos como platos.

-¡Mierda! ¡Vamos, corre coño! –me dijo, ahora arrastrándome ella a mí.

Salimos del restaurante y subimos toda la calle tan rápido como pudimos. Cuando llegamos a la puerta del edificio la furgoneta se encontraba aparcada en la puerta.

Subimos las escaleras y llegamos arriba sin aliento. Nos peinamos rápidamente e intentamos volver a respirar para dar una buena impresión. Nos miramos y entramos.

Cuando lo hicimos los cuatro se giraron para mirarnos.

-Hola chicos, perdón por el retraso. –sonreí.

Se encontraban sentados en las butacas de la entrada, con su móvil en las manos.

-No pasa nada –sonrió Calum.

-Bueno… -nos miramos todos mientras Diane hacía un gesto con la mano – ¿pasamos ya o?

-Sí sí, claro, vamos. –dijo Luke.

Todos se levantaron y nos siguieron por el pasillo hasta el estudio de grabación. Mientras seguía a Diane noté una sensación incómoda que hizo que me girara. Al hacerlo me encontré a Ashton mirándome el… ¿culo? ¿Ashton estaba mirándome el culo?

-¿Ashton?… -se me escapó.

Ashton levantó la cabeza y me miró mientras se ponía rojo como un tomate. Podía ver como los chicos se descojonaban detrás de él. Me crucé de brazos mientras Diane se volvía al darse cuenta que nos habíamos parado.

-Yo… No… No es lo que parece. –intentó aclarar, gesticulando con las manos.

A Michael se le escapó una carcajada y Diane se puso a reír también al darse cuenta de la situación. No pude aguantarme y me uní a ellos.

Ashton se relajó al ver que no le daba mucha importancia.

-Vamos… -dije, rodando los ojos y poniendo de nuevo en marcha al grupo.

Llegamos al estudio y nos sentamos alrededor de la mesa redonda. Preparamos la grabadora y el equipo, sacamos las preguntas y empezamos a hablar. Las dos horas pasaron muy rápido y la verdad es que nos lo pasamos muy bien. Parecían chicos muy normales con los que podías hablar de todo y era fácil divertirse.

Ashton fue recuperándose de la inesperada pillada de antes, y al cabo de poco rato ya volvía a reír con los otros como si no hubiera pasado nada. Era más mono cuando lo hacía, hacía que yo sonriera como una gilipollas.

Cuando terminamos estuvimos un rato más hablando de cualquier cosa. Me encontraba hablando con Calum, Diane y Mike cuando vi que Luke cogía a Ashton del brazo y le decía algo a la oreja. Él sonrió como yo había hecho antes y primero negó con la cabeza. Luke le pegó un puñetazo suave en el hombro, a lo que él se quejó de coña. Luego pude ver como Luke le volvía a decir algo y entonces se acercaron a nosotros. Intenté disimular aportando un estúpido comentario a la conversación que ni siquiera sabía de qué iba.

-Mery, Diane, ¿tenéis algo que hacer? –dijo Ashton, cortando el rollo.

-¿Cuándo? ¿Ahora? –preguntó Diane.

-Sí, bueno. Era por si queríais ir a tomar algo. –sonrió.

Diane me miró y me sonrió pícaramente.

-Habíamos pensado de ir de compras pero creo que tanto Mery como a mí no nos importa aplazarlo – dijo - ¿No, Mery?

-Claro. –sonreí. Aún no entendía qué le pasaba por la cabeza a Diane en esos momentos, y eso me asustaba.

Cuando los chicos nos avanzaron, mientras ordenábamos todo para el día siguiente, aproveché para preguntar. Diane me iba mirando de reojo sonriendo. Me daba miedo.

-¿Se puede saber qué coño te pasa? –le dije, divertida.

-Ashton te ha invitado a tomar algo –me miró otra vez de esa forma, levantando las cejas.

-¿Qué coño? Nos ha invitado a las dos, y Calum, Michael y Luke vienen también.

-Se nota que le gustas. –me dijo, mientras cerraba un cajón.

Sonreí.

-No le gusto. Solo por qué me estuviera mirando el culo no significa nada.

-Y a ti también te gusta. –se giró y se puso las manos en el corazón.

-¿Qué haces mongola? –me reí. –Se te va la olla mazo eh.

-Pero no me has dicho que no.

La odiaba, me había pillado.

-Pues te digo que no ahora. –respondí.

-Pues no te creo. –me lanzó un beso.

-¡Diane! –me quejé.

-Vamos, que Ashton te espera.

La iba a matar.

-¡DIANE! –grité des de dentro mientras ella ya salía. – ¡Te juro que como no te calles te mato!

-¡Vamos! –le oí decir a lo lejos. Resoplé y fui con ellos.

-Eres subnormal –le dije cuando la alcancé.

Me dio un empujón.

-Vamos, sube.

Subí.

-Tranquilízate –le dije una vez arriba. Los chicos estaban todos en su sitio y solo quedaba sitio al lado de Ashton. Ahora entendía las prisas, era gilipollas.

Noté como me ponía roja y todos me miraba mientras me apretaba contra él para dejarle sitio a Diane, que sonreía orgullosa. Me dio unos golpecitos en la pierna una vez arriba y yo le lancé una mirada asesina. Parecía que tanto los chicos como Ashton se habían dado cuenta de lo apretaditos que estábamos. 

Another world (Ashton Irwin)Where stories live. Discover now