"El Moustro de la luz"

12 0 0
                                    

Las niñas ya se habían acomodado y su madre también.

La señora Rey había leído la carta, y nunca quería mostrársela a su pequeña Alicia.

Eran como las doce de la madrugada, y las niñas dormían muy profundamente, Alicia cómo siempre se paraba todas las noches para ir al baños, pero esta vez en particular no se paró por eso; ella se levantó por qué escuchó un ruido proveniente de la ventana. La pequeña era muy astuta, y debido a esto cerró la ventana, ya que esta estaba abierta. No quería hacer el mínimo ruido ya que no quería que su amiga se levantara pero no lo logró.

– ¿Qué haces pequeña? – dice la morena somnolienta, estregando sus ojos.

– escuché un ruido – dice buscando para poder encender la luz.

– ¡No! – dice la morena parándose rápido para detener a la pequeña.

– ¿ Qué ocurre? – dice Alicia volteando extrañada.

– puede ser el moustro de la luz– dice mirando toda la habitación, pero se quedó mirando en especial el armario.

– ¿Qué ocurre? – dice la pequeña algo nerviosa.

– está allí. – dice susurrando señalando el armario.

– ¿ Quien? – pregunta Alicia ya dudando de su amiga... Ella sabía que a Alicia no le gustaban esos juegos.

– ¡AAAH! – La asustó volteando y haciendo cosquillas a la pequeña.

– para – risas – ya para – risas.

– enciende la luz – dice la morena parando y riendo.

La pequeña Alicia volteó a prender la luz y al voltear la morena estaba parada frente a ella sonriente lo cual Alicia devolvió la sonrisa... Lo cual se esfumó al ver como del armario salía un hombre, grande, y músculoso. Venía a paso lento y callado.

La morena se dió cuenta de la cara de su amiga – ¿ Ocurre algo ?– dice temerosa.

– Atrás – fué lo único que pudo decir antes de que el hombre agarrara a la pequeña morena y lanzarla a la cama sin piedad... Gritos – ¡Ayuda! – gritaban las pequeñas, Alicia trató de salir de la habitación, pero el hombre la agarró por el brazo. La lanzó también a la cama, tratando mantenerlas quietas. Las dos niñas estaban muy nerviosas y gritaban, no sabían lo que ocurría, eran sólo unas niñas, inocentes, que no conocían todavía lo cruel que podía llegar a ser el mundo.

– a tí primero – dijo el hombre con desprecio, inyectado un líquido en el brazo de la pequeña Alicia para después inyectar el mismo en el brazo de la morena...  agarró a Alicia mientras perdía sus fuerzas y la sentó en la silla que estaba en frente de la peinadora.

La pequeña Alicia se encontraba Mareada, no podía controlar sus movimientos.

– tú verás el show – dijo mientras quitaba su pantalón – un regalo de cumpleaños.

Alicia trataba de decir algo... Pero la droga nos le permitía, trataba de no quedarse dormida, pero sus párpados no le permitían.

El hombre quedó semi-desnudo delante de las pequeñas... Y lanzándose sobre la morena comenzó a moverse sobre ella... La pequeña trataba de zafarse de esa situación, pero parecía que lo gigante que era ese hombre la asfixiaba lentamente... Alicia no veía con claridad lo que pasaba, y de sus bocas salían muchas cosas ilógicas.

El hombre dejó a la niña tendida en la cama al levantarse y ver que se había quedado inconsciente. Alicia hizo un esfuerzo para ver lo que ocurría con su amiga y al ver en qué situación está; estaba sin ropas, todas rasgadas, y su cabellos se había descompuesto y pálida muy pálida... Alicia al pensar que eso le iba a pasar a ella trató de pararse de la silla, un intento que no logró, cayendo al piso golpeando su cabeza, ya que no pudo poner sus brazos porque la droga cada ves se intesificaba.

El hombre la tomo de la cintura y al alzarla escucha muchos pasos que viene acelerados a la habitación la soltó encima de la morena, se vistió y salió de la habitación.

Entró la Señora Rey muy asustada seguida de sus guardaespaldas, ella había escuchado los gritos. Al ver la situación en la que estaba se tumbó a llorar... Ver la imagen de dos pequeñas una desnuda, al parecer inconsciente, y la otra sobre ella con sus ojos tratando de mantenerlos abiertos... Los guardaespaldas entraron con sus armas apuntando y al ver la escena salieron de la habitación con sus ojos tapados... Algo avergonzados.

La mujer tomó fuerza y se levantó para parar lo que ella creía que sucedía. Quito a Alicia encima de la morena, y le habló.

– ¡princesa! – semi-gritaba – ¿Qué a ocurrido? – comenzó a llorar pensando en lo peor.

Como no le respondía la dejó en la silla. Para volverse a ver a la morena.

– ¡¿Pero Dios... Qué a ocurrido aquí?! – al ver a la pequeña que no respondía tocó su pulso y no respondía, estaba pálida. – ¡NOO! – Gritó, lo que hizo que sus guardaespaldas pasaran a la habitación preocupados.

– es... ta, fu... fue... Obra... De..  de el.. mous.. tro – dijo la pequeña Alicia que estaba temblando, y le costaba hablar.

– ¿que moustro? – Dijo la señora Rey limpiado su nariz y devolviéndole a ver a la pequeña Alicia. Ya estaba dudando del pensamiento que vino a su mente al ver a su hija en ese estado, sabía que tenía que estar pendiente, no podía dejarlas sola después de haber visto esa carta.

– El moustro de la luz – fué lo último que dijo Alicia antes de que quedara totalmente inconsciente.

–¡nooo! – gritó la mujer desgarradoramente... Para tirarse al piso a llorar.


....................

Triste no? :'(
Pero tranquilos que hay más.

Adiós. :)

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 02, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ALICIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora