Hoy volví a visitar tu tumba...
Llevaba tu bufanda puesta, hacía mucho frío, te encantaba el frío.
Ahora tu lápida tiene moho, y unas hermosas floresillas creciendo junto.
Me da náuseas de pensar que los gusanos te consumen.
Amaba el café que me preparabas, y ahora, de tanto que te pienso, se enfría mi taza sin darme cuenta.
Ya no te tengo.
El cementerio siempre me había gustado hasta que tú tuviste que usarlo.
Pero estas son las últimas palabras tristes que te escribo...Porque nos volveremos a ver.
Me acosté en tu lápida, el pasto estaba mojado, hace poco que llovió, pero solo quería estar contigo, así que no me importó.
Esta mañana, mi café tenía un ingrediente secreto que me haría volverte a ver, estaba feliz, esta mañana estaba feliz.
Y llena de miedo, poco a poco, fui cerrando mis ojos, aún con tu bufanda puesta que seguía oliendo a ti, y una sonrisa de satisfacción...¿Me extrañaste?
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Noches de Insomnio
Historia CortaTe lo escribo a ti, quien me hizo querer después de que pensé que no podía, en una de mis abundantes noches de insomnio, con un cigarro en una mano, la tinta en la otra, y tu receta de café frente a mi.
