Kiyotaka Ishimaru: 31/08/17.

Los peligros del bosque. (Daishimondo)

Resumen: El pequeño conejo Bunnymaru descubre algunos de los peligros del bosque tras "perderse" al estar recolectando comida para soportar el invierno.

Género: No lo sé... ¿AU?

Advertencias: Sólo he tomado las apariencias del AU DanganRonpa Fairytale, al cual soy completamente ajeno, estas apariencias pertenecen a su respectivo creador, créditos totales a él o ella. Humanos con características animales, yaoi, masturbación, sexo oral, algo como etapa de celo o no sé qué, narración extraña, lenguaje soez,   no está escrito para parecer Oowadacest ni pretendo que así lo sea puesto que los hermanos ni siquiera tienen contacto "real", ¿Trio?, OOC... Ni tan OOC... OOC de alguien más. (?)

Estado: 7190 palabras, ¿Finalizado? (¡Wohohohoh! XD)

Notas del autor:

Esto es completamente ajeno del AU DanganRonpa Fairytale, sólo son las apariencias, por favor tome en cuenta eso. Quise narrarlo diferente, variar un poco y sentir que estoy contando una especie de cuento XD Así que... Esto es lo que ha salido por el momento.

@Hoy_soy_nadie  No puedo abandonar mi único manjar... Mi único alimento... Mas no quiere decir que esta cicatriz sea sólo un recuerdo. (?) ¡Corazón! ¡No vayas a explotar! (?) ¡Sé cuánto adoras al "conejito"! Y aunque también sé que me odias yo... Quiero dedicarte esto. ;u; (El "lemon" empieza en el "acto 5") (?)

Link de dónde salió la imagen, créditos totales al autor... (¡Joder! ¡Adoro su estilo de dibujo! Esas pestañas ;u; ¡Las amo!): https://www.pixiv.net/member_illust.php?mode=manga_big&illust_id=44539666&page=73

LOS PELIGROS DEL BOSQUE.

Érase una vez un conejito... Un muy pequeño conejito de cabello negro y orejas rojas, su piel era blanca y lechosa, además de suave, cabía aclarar, sus ojos rojos ardían con la furia y la fuerza que sólo en él podía haber... Pues este conejito era en verdad especial. Con un chaleco rojo y sus pantalones color café andaba por el bosque en busca de algunos vegetales que estaba reuniendo para poder soportar el más frio y crudo de los inviernos, el más grande y desastroso de todos en la historia de la humanidad...

Sus pequeños pasos de botitas negras le guiaban por el bosque, su camisa blanca de bombachas mangas con detalles dorados al igual que su chaleco comenzaba a parecerle demasiado pequeña considerando el clima de esa fría zona en específico. Temblando y con la cesta de mimbre a medio llenar el pequeño conejito dio un suspiro. De no haber logrado su objetivo estaba muy decepcionado.

¡Oh! Pero el destino realmente cruel era, puesto que a él no le importaba si sufría de hambre o frio, este cruel y traicionero destino tenía otros planes para nuestro pequeño conejito.

ACTO 1: LA CRUELDAD Y LA TRAICIÓN DEL DESTINO.

Un conejo de orejas rojas llamado Bunnymaru caminaba por el bosque volviendo a las partes más cálidas de este, justo donde se encontraba su madriguera. Su búsqueda de alimentos había resultado la mitad en fracaso y decepcionado caminaba dejando la marca de sus botas sobre la lodosa tierra en el suave pasto y pisando las hojas que de los frondosos árboles caían. En su rostro reflejaba la profunda tristeza que sentía, pues no sólo había reunido demasiado poco, sino que, en su búsqueda, por más que lo había intentado y sin importar cuánto buscara... No había ninguna de esas preciosas zanahorias que tanto amaba en su cesta.

Resignado a seguir con su camino arrastró sus pies, normalmente estaba animado, pero de pensar que estaría en un lugar encerrado por un cierto tiempo y con apenas unas pocas zanahorias no podía sentirse así, simplemente no podía.

Como seguía con sus pasos pesados un agradable aroma llegó a su pequeña nariz, la cual arrugó al sentir tan semejante olor... Zanahorias... Debía ser una broma.