En Busca De Su Granito De Azúcar.

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Una pequeña hada volaba en busca de su granito de azúcar, lo buscaba por todas partes, de mar en mar, de tierra en tierra, pero no lograba encontrarlo, un día se encontró con otra hada, un hada adulta que le preguntó, ¿Que buscas con tanto empeño? La pequeña hada le contestó mi granito de azúcar, lo perdí y no lo encuentro, lo estoy buscando por todo el mundo, no me detendré hasta tenerlo de vuelta.
La hada adulta se río a carcajadas y le contestó ¡hay millones, no hay cifras impronunciables de granitos de azúcar en el mundo, coge otro y sustituirá al que perdiste, no seas boba pequeña hada, y hazme caso.!
¡No quiero ningún otro granito de azúcar mas que el mío! Refunfuñó la pequeña hada volviendo a emprender su viaje.
Surcó el mar atlántico, le parecía hermoso, pero no veía su granito de azúcar, cada vez entristecía más, se encontró con una hada bellísima, en lo alto de un árbol. La bella hada le preguntó a la pequeña hada, ¿que haces por estos lares, pequeña criatura? La pequeña hada quedó embaucada por su belleza y le contestó, deteniendo su búsqueda por un instante. Busco mi granito de de azúcar, lo he perdido, y no lo encuentro.
Entiendo ese sentimiento, hace tiempo yo perdí mi granito de azúcar, me puse muy triste, fue el peor momento de mi vida.
Le contestó la bella hada
¿Y lo encontraste?  La preguntó esperanzada.
Oh querida mia, jamás llegué a encontrarla, mi tristeza era tal que no podía con ella, las demás hadas escucharon de mi tristeza, y vinieron a entregarme su granito de azúcar, así fue como encontré el granito de azúcar mas perfecto que puedo desear, no creo que encuentres tu granito de azúcar, toma el mío, te lo regalo, ya encontraré otro mejor, este sustituirá el que persiste.
La bella hada le tendió su granito de azúcar a la pequeña hada, ella lo miró con admiración, era verdad, nunca había visto un granito de azúcar tan perfecto, era tan hermoso como su propietaria, pero la pequeña hada sólo quería su granito de azúcar.

Gracias por ofrecermelo, pero seguiré en busca de lo que perdí. La bella hada asintió sonriendo mientras la pequeña hada seguía su camino en busca de su granito de azúcar, recorrió bosques y playas, desiertos, y acantilados, no encontraba su granito de azúcar, lloraba y lloraba por no poderlo encontrar.  ¿Que te pasa hada?
Preguntó un hada anciana, ella la miró diciendo.
Perdí mi granito de azúcar y no importa cuanto lo busque, no lo encuentro por ninguna parte, llevo tanto tiempo buscando y sigo sin encontrarlo, ¿donde estará?
¿Has pensado en mirar en tu memoria? La última vez que lo viste, y empezar desde ahí,  solo habrás estado vagando de un lado a otro sin saber donde buscar.
Entonces la antes pequeña hada hizo memoria, se encontró en el bosque, con muchos granitos de azúcar, le había entrado hambre, de la nada aparece un gorrión y la desestibiliza, cabreada baja donde los granos de azúcar y se los empieza ha comer, busca su granito de azúcar y no lo encuentra, rebobina la escena hasta el choque con el gorrión, y nota algo horrible, su granito de azúcar cayó en ese momento con los demás granitos de azúcar, ¡ella se comió su granito de azúcar!
¿Lo has encontrado?
¡Si, me comí mi granito de azúcar, oh que calvario! ¿Ahora que puedo hacer yo?
Lloriqueaba la hada, la hada anciana la miró con lastima y la dijo.
Toma mi granito de azúcar, llevo con él mucho tiempo, pero ya no me queda más, quiero que lo cuides, se que no es el tuyo, pero se volverá tuyo con el tiempo, ya lo verás.
La que en su interior, volvía a ser una pequeña hada, asintió con lágrimas en los ojos  cogiendo el granito de azúcar de aquella hada anciana, que tras dárselo se fue sonriendo, no era su granito de arena, pero lo sentía como si lo fuera, lo guardó emprendiendo su viaje de vuelta a casa.

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