Capítulo 1: ¿Donde estoy?

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Kayla corría a toda prisa por las calles de Japón, la misión se vio interrumpida por el descuido de un novato que le encomendaron. El joven falleció en el acto pero ella pudo escapar y a duras penas pues los matones de Yumiko venían pisándole los talones.

Maldito Tan, me las pagará apenas salga de esta...

Pensó la chica mientras corría sin una dirección​ especifica. Las calles estaban sin escombros y tarros de basura no había forma de escapar mas que en línea recta hasta el próximo cruce de calles.

- AHÍ ESTÁ!!! - escuchó la chica que gritaban detrás de ella al igual que sus pasos al correr - DISPAREN!!! -

BANG!!!

Kayla se encogió de hombros, comenzaron a disparar y en cualquier momento le daban a ella, no podía arriesgarse a eso. Observó a su alrededor, la pared no parecía tan alta, con el suficiente empuje podría saltar.

En la siguiente esquina dobló a la izquierda, había un auto estacionado, fue perfecto para poder saltar la muralla. Una vez del otro lado pudo respirar y descansar, su garganta estaba muy seca, necesitaba urgente un poco de agua.

Aquí me van a encontrar, mejor busco otro lugar para esconderme.

La chica avanzó en el interior del templo en buscar de un lugar seguro para esconderse. Lo más probable es que la agencia ya se había enterado de lo sucedido por lo que buscarán la forma de socorrerla.

- busquen por todos lados, está aquí - Kayla observó a los siete hombres que venían directamente hacia ella apuntando con sus armas

Mierda...

De rodillas comenzó a avanzar hacía una caseta de madera, la rodeó por detrás para poder tener una buena vista de los hombres. Los vio distraídos buscándola en otro lado por lo que aprovechó de entrar, estos lugares no suelen tener luz así que no la encontrarán.

- AHÍ ESTÁ!!! - gritó uno de ellos, bang!!! Se escuchó antes de que la chica cayera por una especie de agujero

Mierda!! Hasta aquí llegué...

La chicha sintió que caía y caía pero no llegaba al fondo, recordó toda su vida pasada mientras caía y no le importó morir, prefirió reventarse contra el suelo que ser torturada por los japoneses.

(...)

La luz del sol molestaba en los ojos de Kayla por lo que se hizo sombra con su antebrazo. Observó su alrededor el lugar donde estaba no era de una dimensión de un metro por un metro. La chica se levantó, se impulsó y pudo subir el agujero, se sujetó del borde y con cautela se asomó.

- que rayos... Esto no es el mismo lugar por donde entre - murmuró y es que no había ningún templo, ni tampoco estaba la caseta donde ella había entrado.

Kayla se cansó de estar colgada por lo que subió y se sentó en el borde de lo que parecía un pozo, estaba atónita porque no había ningún tipo de civilización, no había cemento, luz, alguna casa... Nada.

Solo había un pequeño valle y unos metros más allá comenzaba un bosque - donde estoy... - murmuró la chica sin poder, aún, creerlo.

Unos aullidos se escucharon a lo lejos, Kayla comenzó a moverse cuando sintió una punzada en su abdomen, al observar su cuerpo vio que tenía una mancha de sangre inmensa y ahora que la veía comenzó a dolerle más.

- rayos... Me dieron... - murmuró la chica mientras se adentraba al bosque, debía de encontrar una forma de esconderse o los lobos la encontrarían y la matarían.

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⏰ Última actualización: Sep 04, 2017 ⏰

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