Capítulo 1

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- ¡Axulio! -grite con fuerza
-Callate -dijo una  voz
-No- dije con voz quebrada -vendran por mi. Estaba segura de que vendría Phoenix, me buscaría hasta debajo de las rocas.
-Nadie vendra, grita lo que quieras- contestó aquella voz grave, después un golpe en la puerta, señal de que se había ido.- Que duermas bonito Blake- grito fuera de la habitación, ahora si se habían marchado, me quede sola, todo era oscuro y estaba totalmente atada, desesperada, pidiendo que llegaran por mi. Seguía pidiendo ayuda, cuando una ventana se rompio, y comenzaron a oirse pasos en el suelo, solo veía una sombra asi que decidí hablar - ¿Quién esta ahí?- dije asustada de que me hicieran algo.
-soy yo - dijo una voz que reconocí al secundo.
-¡Phoenix! -grite feliz, pensé que estaría aún más tiempo ahí.
- silencio, no grites, debemos irnos -dijo casi en un susurro, cuando termino de desatarme, lo abrace, lo había extrañado mucho. -sabía que vendrías- lo bese. Caminamos a la ventana sali, y detrás de mi venía él, caminamos cuidadosamente hasta estar lo suficiente lejos de la casa para correr, corrimos al auto de Phoenix que estaba en la carretera. Subimos y Phoenix condujo hasta un hotel, cerca de la ciudad, nos quedaríamos ahí, lo que quedara de madrugada.
Al entrar en nuestra  habitación, lo primero que hice fue correr a la cama, Phoenix fue detras de mi, y nos acomodamos para dormir.
- ¿todo estará bien? -pregunte, acomodandome en su pecho.
-ya estas a salvo, es lo importante -contestó. Fue dificil dormir al principio pero no sé cuando me quede dormida.
Al amanecer, abrí mis ojos, y vi a Phoenix, sentado en la orilla de la cama. -Buenos días, Amor - dije.
-Buenos dias Blake- contesto -vamos a desayunar algo al restaurante de enfrente.
- Sí, claro- dije quitandome las sábanas y levantandome. Me puse las botas rapido, me pare frente a él y me abrazo, me dió un beso rápido y salimos del hotel, hicimos el chequeo, y salimos a desayunar.
Desayunabamos tranquilamente cuando el celular de Phoenix sonó, miro el celular, hizo cara de disgusto, pero contesto. -Hola -dijo sin más.
Escuche, gritos de una mujer al otro lado de la línea, a los gritos el dijo - estoy desayunando, en la carretera con Blake. Los gritos siguieron y al ultimo, Phoenix solo dijo -vamos para allá. Terminamos de comer, pagamos, y nos fuimos camino a la ciudad, después de un rato me di  cuenta que iríamos a su casa, asi que imagine que quien le llamo fue su madre, no creo caerle bien.
Al llegar a su casa salimos del auto y tocamos la puerta, la Sra. Brooks abrió la puerta. - Phoenix y Blake- dijo haciendo que pasáramos, siempre decía mi nombre con cierto desprecio.
-Hola, señora -dije intentado ser amable. 
Pasamos a la sala donde estaban el mánager y amigos de la banda de Phoenix. Saludo, como si nada y yo me quede detrás de él.
-¿Por qué sales sin avisar?- pregunto el mánager. -sabes que no debes, todos estabamos preocupados, ya no eres un niño pero te comportas como uno.
- No avisé, debía salir de inmediato por que tenía que salvar a Blake- contestó Phoenix un poco molesto.
- Aun peor!  por qué no pediste ayuda? - grito el mánager
-¿Qué le paso a la niña ahora?- dijo con desdén la sra. Books
-Fue secuestrada-  contestó
-¡¡¿qué?!! -  grito como histérica.
-Madre no nos paso nada estamos bien -respondió él, me salí de la  habitación.  Estaba causando muchos problemas, ya no escuche la discusión me quede en las escaleras, después de un rato salió Phoenix y me sonrió, lo mire con un poco de tristeza, se acercó y me dijo -vamos- subimos las escaleras y caminamos a su habitación. Ya dentro me metí a bañar, había estado en esa casa muchas veces antes, la conocía y la sentía como mía, después del baño, me vestí y salí, vi a Phoenix acostado en la cama viendo algo en la computadora.
-Sabes que te quiero mucho- dijo, aun sin mirarme.
-Yo también..-respondí - Lo lamento, no quiero causarte problemas.
-no los causas- me miro -  sólo fue un estupido reclamo, sabes ya no quiero discutir ni hablar más del tema, ven a acostarte. -estiro sus brazos, fui hacía ellos y me acoste en su hombro.  Estuvimos toda la tarde viendo cosas en la laptop, en algún momento Phoenix bajo y trajo de comer, no quería salir, y encontrarme a su madre o a su manager que seguro estaría molesto.  Prefería mantenerme alejada  y que las cosas se calmaran. A la hora de la cena, Phoenix me pidió que bajara, asi que baje, todos comían pizza y ya nadie parecía molesto, eso me tranquilizo, esta es la casa en la que me siento más segura.

Te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora