RED VELVET #2

6. Turín

Cierro la ducha y me pongo la bata, salgo del baño y entro al closet, saco el conjunto victoria Secret que compre pensando obviamente en él.

-Te va a encantar- sonrío al espejo de cuerpo completo cuando me pongo el pequeño albornoz que traía color negro, aunque realmente la tela transparenta todo y se ve mi conjunto dorado, muerdo mi labio inferior y saco mi cosmetiquera de mi bolso, me coloco un poco de base y labial rojo pasión, me doy una última mirada y camino descalza hasta la terraza en donde está sentado en un enorme sofá rodeado de muchos cojines de plumas.

-Veo que te gustaron- elevo una ceja cuando veo que está devorando los Turín, entro y sus ojos rápidamente recorren mi cuerpo, sus pupilas se dilatan - Creí que me guardarías uno- hago un puchero y sonríe enseñándome sus dientes

-No sabes cuánto me gustaron-

-Y.- me quito el albornoz- ¿Esto también te gusta?- pregunto inocente, abre un poco la boca y ahora escucho su respiración entre cortada- También me lo compre esta tarde- me acerco- Porque solamente pienso en ti, todo el tiempo- me quedo frente a él y me acerca más de un tiron, acerca su cara a mi vientre y lo huele, me da besos húmedos que me hacen dar suspiros, me siento a horcajadas en sus muslos y enrosco mis brazos en su cuello.

-Esto no solo me gusta- acerca su boca a mi cuello- Me encanta mi amor- muerde el lóbulo de mi oreja y gimo cuando siento como su miembro crece bajo sus Jeans que roza mi muslo derecho-

-No vuelvas a dudar de mí, por favor- susurro mientras acaricia mi espalda, nuestros ojos se encuentran-

-Nunca más volveré a dudar de ti amor- sonrío y lo beso con ternura, mis dedos juegan con su sedoso cabello mientras el acaricia mi cuerpo semidesnudo-

El beso poco a poco comienza a subir de tono y su lengua de apodera de mi boca, la mia lo acaricia y nuestros gemidos son atrapados por el otro. Jadeamos cuando nos separamos y el baja sus labios a mi cuello.

Me da besos húmedos y muerde poco a poco haciéndome gemir en su oído.

-Sabes a Chocolate- muerdo mi labio inferior y vuelve a subir a mis labios-

-Me encantaron, por cierto- dice en mis labios y sonrío, sus manos en mi espalda se detienen justo en el área de mi sostén, me lo desabrocha y los tirantes caen por mis brazos, me lo quito y cae al suelo- Están creciendo- los mira sorprendido y suelto una risita-

-Muchas cosas que agradecerle al bebé- murmuro fingiendo seriedad y suelta una carcajada-

-Infinidad de cosas- me da un corto beso cuando comienzo a desabotonar su camisa, me enseña las muñecas y quito los gemelos de oro con una A

-¿A?- pregunto confundida mirándolo

-De Amelia- se encoge de hombros y sonrío- No solamente te llevo en mi mente y corazón siempre, sino también en mis muñecas- dice divertido y lo miro mal-

-No te burles de mis frases- murmuro indignada y sonríe de esa manera tan encantadora que me vuelve loca-

-No lo hago- me ayuda a quitarse la camisa y hago un puchero

-Claro que lo haces- me besa y muerde mis labios-

-Veamos qué puedo hacer para remediar esto- dice y cuando me doy cuenta estoy debajo de su cuerpo acostada en el sofá-

-Bastante cómodo- abro las piernas y se acomoda entre ellas- Deberíamos tener uno así en casa-

-¿En casa?-

-En París pues- ruedo los ojos

-Esa es una de las muchas propiedades que tenemos- me besa con ternura- Casa, la sorpresa que te tengo preparada y será nuestro hogar- sonrío

-¿No viviremos en París?- pregunto confundida

-No quiero que nuestro hijo crezca en un departamento- suspira- Pero ya habrá tiempo para hablar de eso- asiento y vuelvo a lanzarme a sus besos.

Mis manos viajan al botón de sus Jeans y lo desabrocho, se lo comienzo a quitar y el me ayuda hasta que se libera de ellos junto con sus boxers. Lo bueno es que estaba también descalzo.

Comienza a bajar mis diminutas bragas y suelto una risita, me mira confundido

-Es raro que las rompas- murmuro y sonríe

-Son nuevas, mi amor- besa la unión de mis senos- Quiero vértelas puestas otra vez- sonrío y me las quita, caen en algún lugar y gimo cuando comienza a chupar uno de mis pezones, succiona de él y yo me siento flotando, repite su acción con el otro y no paro de gemir.

-Me encantas- gimo fuerte y sonríe. Se arrodilla y me jala de los muslos, pegándome más, coloca su miembro en mi entrada y comienza a entrar lentamente, vuelve a estar sobre mí, mis piernas están totalmente abiertas al aire un poco flexionadas, comienza a bombear, cada vez más rápido, me hace perder la cabeza.

Es una explosión de emociones que en mi vida había experimentado hasta que lo conocí.

-Mírame- ordeno en un jadeo y abre los ojos, nos ojos ahora han tomado un color azul marino, cargado de erotismo, se acerca y me besa, acaricio su espalda cuando comienza a hacerlo más duro, mis uñas se aferran a su espalda mientras grito.

El orgasmo me envuelve y cierro los ojos disfrutando del placer de tener a Andrew Hiddleston solamente para mí. Se viene al mismo tiempo que yo, soltando un gruñido tan varonil que me hace gemir.

(*)

He leído, incluso visto en películas que la mayoría de las parejas duermen abrazadas, siempre el hombre abraza a la mujer pero nosotros somos un tanto distintos a veces, perdí la cuenta de los orgasmos anoche después del quinto, Andrew me hace perder la cabeza, abro los ojos y estoy yo abrazándolo de la cintura mientras el esta boca abajo, miro su espalda y está toda aruñada.

-Hasta que despiertas- dice ronco- No quise moverme para dejarte dormir- me quito de encima suyo y el gira a verme

-Te he dejado arañado-

-Eso me encanta- me da el beso de los buenos días, todos los días me lo da pero eso no quiere decir que todos los días sea el mismo, cada beso que nos damos es diferente y especial Es único- Quiere decir que hago bien mi trabajo gatita- dice en mis labios y sonrío.

-Mmm, no me digas así- muerdo su labio inferior.

Mi móvil comienza a sonar desde el Closet y me levanto de la cama

-Auch- hago una mueca de dolor cuando siento un dolor en mi sexo y sonríe triunfante colocando sus manos tras su cabeza- Muy creído, ¿No?- finjo indignación y suelta una carcajada- Algún día me dejaras paralitica y no tendrás esa sonrisa de listillo- digo y corro al closet envuelta en la sábana blanca, aunque me duela mi entrepierna.

Llego a mi bolso y encuentro mi móvil, tengo una llamada perdida de mi padre, me coloco mi bata de baño y camino hacia la cama de nuevo llamando a mi papá. Llego y le tiro la sabana a Andrew quien sigue con su pose triunfal.

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HOLA MIS PANES!!
ESPERO NO ME QUIERAN MATAR POR LA DEMORA!! ❤️❤️❤️
LAS AMAA, CARLA IVONNE 😘