Pero... No podemos estar juntos

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Atención
Los recuerdos que tienen a lo largo de la historia, no son literal como lo están en el anime/manga o lo que sea. A lo que me refiero a que hay partes alteradas, diálogos de más y otras cosas.
Ah, también puede contener uno que otro spoiler, así que queda bajo su propio criterio, ((no es nada muy importante)). Sin más que decir, ¡disfruten su lectura!

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Porque el orgullo era más grande que su corazón, confesó y a la vez negó su amor.

— Me gustas — había soltado, dejando sus palabras volar con el viento, mientras se podía contemplar a un impactado rubio verlo perplejo —. Pero... no podemos estar juntos — había concluido.

Pero todo esto tiene lugar más en el futuro, por lo que debemos retroceder en el tiempo para ver el principio de todo esto.

Vamos a retroceder al tiempo antes de que entrarán en la Academia, sí. Allí comenzó todo.

El rubio paseaba con sus manos encerradas en sus bolsillos, admirando el cielo, las nubes, y también lo haría con el Sol, pero prefería no ver una mancha blanca por el resto del día.

Y así continuaba, él y su soledad, la cual le acompañaba a todas partes. Naruto lo tomaba como el típico chico pegajoso que te cae mal pero sin embargo no tienes el coraje suficiente para alejarlo.

Porque para alejar a la soledad, necesitaba amigos, y para amigos, necesitaba que sus padres no sean lo suficientemente egoístas como para alejarlos de él ni bien pasarles por al lado.

¡Es que aún tenía dientes de leche, ni aunque quisiera podría morder tan fuerte!

Lo trataban como la peste, sí, parecía que estaba en Egipto y que el único contaminado con la peste era él, mientras que no se animaban a echarlo o matarlo por miedo de que su mal se contagie.

Sin embargo, tan escaso de cultura, el rubio no conocía ese ejemplo de su situación, por lo que se satisfacía al tener ejemplos más simples, engreídos o infantiles. O los tres a la vez.

Al no precisar con padres paranoicos, al pequeño ojiazul no se le ocurrió otra cosa que a su inmadura mente le pareció la idea más espléndida en la fas de la Tierra: llamar la atención.

Claro, al llamar la atención, mataría dos pájaros de un tiro, o como él daba ejemplo, era como tener un cupón de doble ramen, comes dos y pagas uno.

¿Qué ganaba él llamando la atención, preguntas? ¡Qué respuesta más sencilla y tonta él daría!

Pues, así la gente se acercaría a mí, por verme tan genial y haría amigos, y los adultos conocerán al próximo mejor hokage de la historia ninja, dattebayo.

Aunque lo único que recibió de esa idea fueron puros broncas, malas miradas, murmullos filosos, y que los padres de los que el pensaba que iban a ser sus amigos, ni siquiera los dejarán salir a la calle si se enteraban que él andaba por los alrededores.

¡Así de drásticas tomaban las cosas los adultos, tanto que parecían ellos los inmaduros!

El pobre niño, con un sueño en lo alto y la esperanza cerca, anhelaba tener compañía. Alguien que no lo regañase tanto y que lo quiera, tal cual es; porque el sólo quería ser querido.

Paso tras paso, avanzaba por el verdoso césped, que al ser primavera, estaba más lindo que otras épocas. Veía, no muy lejos de él, el río, en el cual se reflejaba la luz del Sol, otorgándole calidez y belleza.

Pero... No podemos estar juntos || Narusasu one shotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora