La Gatita Extraviada [💚Springtrap x Tu💝 o ❤️Foxy x Tu❤️] #FNAFHS

Cap. 1: "Su llegada"

Narra Spring:

Hoy comencé a ir a la escuela con mis brothers. Aunque, durante el transcurso del día no me puede inscribir, ya que tuve unos pequeños inconvenientes.

Me perdia cada 3 segundos. Este lugar no podría ser más grande, ¿verdad?

Al final no me pude inscribir por haber llegado tarde. Así que aquí me tienen, caminando de regreso a casa.

-- Dios que largo día --dije colocando mis manos atras de mi cabeza-- Pero bueno, que se le va a hacer. ¡Mañana será un nuevo día! --dije sonriendo-- Seguro que Bestia me habrá extrañado.

Seguí mi camino, hasta que escuche unos ruidos extraños que provenían de un callejón oscuro.

-- ¿Hay alguien ahí? --me límite a decir.

Hubo un silencio abrumador, hasta que...

-- Meow~

El maullido era muy débil. Entre en el callejón antes mencionado, y me dirigí hacia donde provenían los maullidos.

Encontré una gatita entre unos botes de basura. La pobre esta malherida, una de sus patitas traseras estaba lastimada y en un costado del cuello tenia una mancha de sangre.

De seguro que estuvo en una pelea o un perro casi la mata.

Dejando de lado todo eso, su pelaje blanco era muy suave al tacto pero la pobre parecía que no había comido en días.

-- Tranquila pequeña, todo va a estar bien... --dije mientras me sacaba mi chamarra para poder agarrarla sin problemas.

Cuando por fin la tuve en mis brazos, la pequeña me miro a los ojos. Sus ojos eran azules, como el claro cielo.

Le dediqué una pequeña sonrisa, ella cerró los ojos y se quedó quieta.

No estaba muerta. Podía sentir su corazón palpitar.

{Unos minutos después}

Llegué a casa y deje a la pequeña gatita en el sillón, mientras que yo buscaba lo necesario para tratar sus heridas.

-- Demonios. No encuentro el botiquín... --dije soltando un suspiro-- No me quedará de otra...

Tomé a la pequeña otras vez en mis brazos y me dispuse a salir de mi casa.

-- Bestia cuida de la casa. Volveré pronto --dije.

-- Wuau wuau...

Cerré la puerta y empecé a caminar.

Narra Foxy:

-- Vaya día --dije recostandome en el sillón con un pudín en mis manos.

Estaba viendo la tele cuando escucho a alguien llamándome detrás de la puerta.

-- ¡Bro! ¡Bro, abre que es una emergencia!

Suspiré y me levanté para ir a abrirle

-- Ahora que quieres Estropa --no terminé de hablar ya que apenas lo vi, vi que traía un animal envuelto en su chamarra-- ¿Qué haces con ese animal?

-- La pobre esta herida. ¿Me ayudarías a curarla?

-- ¿Y terminar todo rasguñado? Ni hablar --estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara cuando él lo impidió poniendo su pie.

-- Vamos Bro, no seas así. Además, esta muy débil. No podrá rasguñarte. --dijo entrando-- Por fa, ayudame con ella.

Suspiré, lo miré y miré de reojo a la gata.

--... Bien, dejala en el sillón. Iré a buscar el botiquín --dije llendo para el baño por el ya mencionado botiquín.

Narra la Autora:

Cuando el pelirrojo trajo consigo el botiquín de primeros auxilios, ambos muchachos pusieron manos a la obra y comenzaron a curar a la pequeña gatita.

Varios minutos habían pasado y la gatita se encontraba durmiendo pacíficamente sobre la chamarra del peli-mostaza.

-- *suspiro* Que bueno que ya esta bien --dijo el de orbes grises para luego estirar los brazos-- Bueno, mi trabajo a terminado --se levanto del sillón dispuesto a irse a su casa.

-- ¡Espera espera espera! ¿Me estás diciendo que la gata esta se quedará AQUÍ?

-- Bro, sus heridas esta vendadas y al menor movimiento brusco se abrirían devuelta y eso será peor.

El pelirrojo gruñó

-- Vamos~ por faaa~ --dijo Spring haciendo un puchero.

-- ¡Bien! Pero solo por esta única noche.

El menor sonrie de oreja a oreja. Se despido de su hermano y se fue.

Lo que los chicos no sabía que el animalito los estaba escuchando muy atentamente. La pequeña se había echo la dormida.

-- *El pelirrojo no quiere que este aquí...*

Pensó la gatita con una carita triste.

Cuando el pelirrojo se fue a su habitación, la gatita aprovecho y se bajo del sillón a muy duras penas. Sus heridas le dolían como el infierno.

Como las puertas y ventanas estaban cerradas, no tuvo otra opción que dirigirse a una equina. Allí, la pobre gatita, se hizo bolita y se durmió.

~Continuará~