Última Luna - Jikook (OS)

Una lágrima y una sonrisa

Los pies me pesaban y moverlos representaba un esfuerzo que no quería realizar pero que desgraciadamente debía si quería llegar hasta la cocina por un poco de agua. El reloj marcaba las 3:06 a.m. y aun tenia muchas cosas por estudiar para los exámenes de finales de semestre, en estos momentos me odiaba por ser tan irresponsable y haber dejado todo el estudio para ultimo momento pero es que negarse a esas noches de clubes con Namjoon, era imposible y las había disfrutado tanto que aun sentía esa satisfacción recorrer cada poro de mi piel y si lo pensaba un poco mas, podía experimentar la sensación de alcohol en todo el organismo.

Después de haber sido abandonado por Jimin hace cuatro años atrás, estuve sumido en una tremenda depresión que duró la mitad del tiempo que acabo de mencionar y que casi me lleva al borde de la muerte en mis propias manos. Habíamos estado en una relación totalmente toxica por alrededor de unos tres años antes de decidir mudarnos juntos, permaneciendo de ese modo durante unos dos años mas.

Lo nuestro, debo admitir en este momento, me hizo mas infeliz que feliz pero aun así, no me arrepiento de nada. Jimin siempre fue un poco bastante posesivo y desde que nos conocimos aquella noche durante el cumpleaños de Hoseok, me dejó en claro su personalidad tan insegura y hasta podría decir agresivo con respecto a su pareja pero eso no logró otro efecto en mi, mas que cautivarme y quedar estúpidamente prendado de esa encantadora sonrisa que escondía su verdadera naturaleza. En ese entonces estaba saliendo con un chico bajito y de aspecto sumiso que permanecía cerca de su cuerpo siempre y que no se atrevía a mirar a alguien mas que no fuera Jimin, se notaba a leguas de distancia, el ligero temor que le tenia al castaño pero de igual forma se notaba la manera tan absorta y embelesado con la que lo miraba. Con vehemencia y anhelo dejaba vislumbrar todo el amor que sentía por ese joven que lo abrazaba posesivamente y lo intimidaba con la mirada. Yo no estaba saliendo con nadie.

Para ese momento tenia unos 17 años y Jimin unos 18 y su imagen de chico malo, terminó por flecharme. Quería sentirme sumiso a su lado, al igual que estaba ese joven que conocí como su pareja, quería que fuese posesivo conmigo y sin darnos cuenta, comenzamos a vernos a escondidas del chico. Después de esa noche de fiesta, nuestros encuentros fueron mas constantes y sin saberlo, ambos comenzamos a buscar excusas para hacer reuniones donde Hoseok para poder vernos de manera inocente porque en ese momento no teníamos nada, solo nos sentíamos atraídos hacia el contrario y había esa necesidad de seguir conociéndonos y entablando largas conversaciones donde terminábamos sabiendo un poco mas del otro. Hubo un punto en el que Jimin dejó de llevar a Yoongi, su novio a las reuniones y se enfocó única y exclusivamente en volcar su atención en mi, recibiendo por supuesto la misma respuesta de mi parte.

Cerca de dos meses después del primer encuentro, ocurrió aquel primer beso que secretamente anhelaba desde que le conocí, fue apresurado y totalmente apasionado, en la cocina de la casa que se había convertido en nuestro lugar de encuentros y a partir de allí, el acercarnos cada vez mas de manera gradual fue inminente. No pensé en Yoongi y en lo que podría estar sufriendo si estuviese enterado de lo nuestro porque realmente ese chico amaba a Jimin y de eso terminé por convencerme día tras días mientras mas veía como se desvivía por complacer al castaño que ahora pasaba las noches conmigo, no pensé en que estaba metiendome en medio de una relación de quien sabe cuanto tiempo ni en las consecuencias que eso traería. Solo fui egoísta y pensé en mi y en lo que quería y definitivamente lo que quería era a ese posesivo Jimin junto a mi.

Ese fue el comienzo de mi fin.

Tal como había dicho, Park volcó su posesividad en mi a tal punto que sin ser algo mas que amantes, me había prohibido continuar en clases de pintura por la cantidad de chicos que estaban inscritos en el curso, comenzó a cambiar gradualmente mi guardarropa y a cambiar mi actitud carismática con todos. Posteriormente y a menos de tres meses de iniciar la toxica relación que desde el primer momento se avizoraba terrible, Jimin dejó a Yoongi y me pidió oficialmente ser pareja. No voy a mentir y a decirles que no me sorprendió porque aquel suceso me había tomado fuera de base y sí, me llenó de una felicidad plena que opacó todo tipo de actitudes negativas en ese castaño para ser reemplazadas por un Jimin perfecto ante mis ojos.