Capitulo 23

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Después de mi pelea con la 'enfermera' decidí ir con el dueño, gerente o lo que sea que se encarga de despedir y aceptar personas aquí. Yo hablaba en serio con pedir que despidieran a esa perra.

Fui con la secretaria y me dio la dirección de donde está la oficina del encargado de empleo.

Al llegar toqué la puerta y escuché un 'Adelante' desde adentro.

Pasé a la habitación y ahí estaba un señor de unos cuarenta y tantos años, algo canoso y tenía una bata blanca.

- Hola, buenos días- sonreí.

- Buenos días señorita. Siéntese, por favor- me señalo una silla frente a su escritorio y yo asentí- ¿Que se le ofrece?- me preguntó.

- Tuve un problema con una enfermera hace unos minutos- dije nerviosa.

- ¿Que problema?- me miró fijo.

- Yo... yo venía a visitar a mi novio, que está internado y antes de que yo entrara había una enfermera que se le estaba insinuando a MI novio- remarqué 'Mi'.

- ¿A que se refiere con 'insinuando'?- me volvió a preguntar. Yo me golpeé con una tabla en mi mente. Respiré y tomé paciencia.

- Que la enfermerita quiso besar a mi novio- dije lo mas entendible posible.

- ¿Como que besar? ¿En dónde exactamente?- volvió a preguntar. Ok, hasta aquí llego.

- Mire señor, creo que soy lo bastante clara con decirle que esa enfermera ¡Es una puta!- elevé la voz- Y si aún no entiende, ella quiso besarlo en los labios, ¿Entiende? LABIOS cuando YO soy la novia de él- exploté enojada.

- Tranquila señorita- trató de clamarme- Ya entendí, no soy idiota- me dijo serio.

- Eso cree usted- murmuré para que no escuchara.

- ¿Disculpe?- dijo un poco molesto.

- Nada, prosiga.

- Bien, por lo que usted me dice ¿A donde quiere llegar con esto?-

- Creo que soy muy obvia. Quiero que la corran.

- ¿Por que?- dijo.

- ¡Se lo acabo de decir!- grité- No cabe duda que usted es un IDIOTA- remarqué 'idiota'. Me paré bruscamente del asiento decidida a salir.

- Señorita... espere..- dijo poniéndose de pie y caminando hacia mi. Yo tomé la perilla de la puerta y la abrí enojada- Señorita por favor, hablemos como gente civilizada- rogó.

- ¡Es un idiota!- grité y salí de ahí.

- ¡Espere...!- gritó el doctor a lo lejos.

- ¡Idiota!- repetí gritando y caminando a paso veloz enojada.

Fui hacia la habitación de Niall y el me preguntó por mi humor.

Le conté todo y claro, el se carcajeó. Yo solo estaba seria.

- Es un idiota- dijo Niall aun riendo.

- Lo se. Se hace o lo es.- miraba la habitación.

- No te preocupes, no dejaré que nadie se me acerque- me sonrió.

- No se, Niall. Aquí hay de todo tipo de vieja, no se sabe cual es peligrosa- dije aun seria por el enojo.

- Creo que la peligrosa aquí eres tu, linda- bromeó riendo. Yo le di una mirada asesina y se puso serio al instante- Sabes que te amo- me dijo tomándome de las manos y mirándome a los ojos. Yo me calmé al mirar esos ojos azules que me enamoraban.

- Yo también te amo- sonreí de lado.

~

-Son diecisiete con ochenta y cinco- dijo la cajera dándome la compra.

Le entregué el dinero y salí del supermercado. Mi alacena y mi refrigerador pedían a gritos un poco de mandado ya que estaban casi vacíos. Solo compré lo indispensable y me llevé las bolsas a mi auto.

Ayer después de ir con Niall y hablar con ese doctor, me dio un dolor de cabeza horrible. Sabia por que pasaba, era por el estrés. Tenia que tranquilizarme un poco y comer un litro de helado de chocolate, unas galletas oreo y un bote de nutella.

Se me antojaban demasiado.

Al llegar a mi departamento, guardé el mandado en donde correspondía y saqué el bote de litro de helado, la nutella y las galletas. Me lo llevé a la sala y prendí la televisión. Hoy sería un día de 'relax'.

~

'Toc, toc, toc'

Golpeaban la puerta.

No le hice caso y seguí durmiendo.

Segundos después... 'Toc, toc, toc'.

Molesta me levante del sofá donde dormía y vi la tele encendida. Me quedé dormida desde hace cinco horas. Pensé mirando el reloj.

Fui hacia la puerta algo adormilada y la abrí de mala gana.

- ¿Que?- dije molesta y con los ojos algo cerrados por el sueño.

- Hola _____- escuché una voz de hombre. Abrí los ojos y era Ashton.

- Ah... hola Ashton- dije seria.

- ¿Pu..puedo pas...?-

- No, no puedes- dije interrumpiéndolo.

- Oh, bueno- se rascó la nuca- Yo solo quería pedirte disculpas por lo de...

- Si, no importa- lo interrumpí de nuevo.

- Bueno...- dijo nervioso- Adiós- me sonrió.

- Bye- cerré la puerta y regresé al sofá a dormir.

Al día siguiente...

Abrí los ojos y miré la sala. Estaba el bote de helado vacío, las galletas tiradas y el bote de nutella casi vacío en el suelo. Era un desastre.

No le hice caso y me fui a bañar.

Cuando salí, me arreglé normal, preparada para otro día de flojera.

Iba a ir por algo de tocino al refrigerador cuando suena el teléfono.

- ¡Ahg! No me dejan comer tocino en paz- me quejé como niña chiquita.

Fui y agarré el teléfono.

- ¿Diga?- dije seria.

- Disculpe si la molestamos señorita...

- Si lo hicieron- la interrumpí. La señora que habló esperó unos segundos y dijo.

- Lo sentimos, hablamos del hospital para decirle que el señor Horan hoy lo dan de alta- dijo seria.

- ¿En serio?- casi grité emocionada.

- Si, pase por aquí en una hora, sentimos la molestia- colgó.

Salté emocionada, grité feliz y bailé de una manera no muy normal. Parecía una psicópata haciendo eso pero era mi baile de la felicidad.

Rápidamente fui a mi habitación y me cambié para salir y me peiné mejor de lo que estaba. Después agarré mi celular y salí de mi departamento corriendo torpemente.

You and I are one (Niall y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora