Me encantaba ir a visitar a los abuelos. Era un sitio donde veía las cosas más claras, donde respiraba tranquilidad hasta quedarme dormida. Después de pasar un día en la granja de los abuelos, toda la familia volvíamos a casa mucho más unida y relajada. Creo que mi hermano sabía eso y por ello aprovechó el momento para abrir su bocaza.
-Queridísima madre, hoy te ves más bonita que de costumbre, ¿te lo había dicho ya?
-No, pero gracias hijo. Tú te ves más pelota que de costumbre, ¿te lo había dicho ya?
-Me siento ofendido- se bufó-. ¿Es que acaso un hijo no puede exclamar a los cuatro vientos la suerte que tiene de tener una madre tan bonita y bondadosa, sin que esta piense que tiene unas segundas intenciones?
-Oh, pues claro que sí Fran, excepto que ese hijo al que te refieras, seas tú mismo- mi padre y yo comenzamos a reírnos ante la situación que presenciábamos.
Desde luego, mi hermano no tenía remedio. Parece ser que a pesar de los años, aún no se ha dado cuenta de que cuando él va, mi madre ya ha ido y ha vuelto, y no una, ¡sino tres veces! Sí, algo así como la canción de Chenoa.
-Venga, hijo, ya sabes cómo es tu madre, suéltaselo ya.
-Está bien...- pareció pensárselo un momento, creía por sus muecas que ya no iba a decir nada, cuando habló-. Mamá, tú sabes todo lo que me estoy esforzando este curso con mis notas...
-Solo llevas un mes de curso, eso no tiene mucho mérito querido- mi madre parecía tener ganas de sacar de quicio a su hijo y, en verdad, yo disfrutaba un poco con ello.
-Ya, ya lo sé, pero aun así, sabes que me estoy esforzando y que es mi último año aquí antes de sacar a pasear mis alas por alguna facultad- cogió aire-, además, dentro de poco es mi cumpleaños y sabes mamá, mami, mamita querida, que no hay nada que me hiciera más ilusión...- suspiró, cogió aire de forma exagerada y lo soltó- ¡QUE ME DEJARAS IR AL ASTIC FESTIVAL!
-No.
Mi madre ni se lo pensó, lo soltó ahí como cualquier cosa y sin darle importancia. He de admitir que creo que ya se lo esperaba. No es la primera vez que mi hermano le pedía ir al festival, tampoco era la primera vez que mi madre se negaba. Pero todos sabemos lo insistente que podría llegar a ser mi hermano y obviamos que la situación tenía que repetir. Pero mi madre, como bien dice mi abuela, es terca como una mula. Y, cuando toma una decisión, no hay pie que mueva esa montaña.
-Sara...
A menos, claro, que el pie que intente moverla se llame Samuel y sea mi padre.
-Samuel, no. Es muy peligroso. A saber quién o qué hay por ahí. ¿Y con quién estaría? No conocemos a nadie. Además son dos días fuera de casa y muy lejos de la ciudad, me niego. ¿Y si pasara algo?
-¿Y si confiaras más en él?- la verdad es que no me esperaba esa contestación de mi padre, me sorprendió pero mi madre no pareció sorprenderse ante la acusación, ya deberían haberlo hablado alguna vez antes-. Vamos mujer, ¿qué es lo peor que podría pasar? ¿Que se emborrache? ¿Que se pierda en el camping? Además, como bien ha dicho él, es su último año, y se lo merece.
Parecía que mi padre le había ganado la batalla, pero mi madre no se dejaría vencer tan fácilmente y, menos, si se trata de sus hijos.
-Ni siquiera sabemos con quién va.
-¿Fran?- preguntó mi padre.
-Mm sí, son algunos colegas que conocí en el campamento de este verano. Además el otro día en la barbacoa estuve hablando con Sergio, el sobrino de la señora Marrow, y resulta que le gustan mucho los grupos que asistirán y él también estaría interesado en ir, si yo también voy, claro.
Por un momento, en el coche reinó el silencio. Mi padre le mandaba miraditas a mi madre y mi hermano parecía estar en tensión y aguantando la respiración. Hasta que mi madre habló.
-Admito que ahora no lo veo tan negro, y sé que Sergio es un buen muchacho y que os cuidaríais el uno al otro, pero sigo sin estar convencida. Estaría más cómoda si alguien más, que conozca bien, fuera.
A mi padre se le iluminó la mirada, era su señal de victoria. Lo que yo no sabía es que de un momento a otro me involucrarían en toda la historia.
-Entonces decidido. Fran, podrás ir al festival- mi hermano se relajó y una sonrisa de oreja a oreja le cruzó la cara-, con la condición de que tu hermana vaya contigo- entonces me puse tensa yo-
-¡¿Qué!?
-Trato hecho, vendrá con nosotros.
Me sentía ignorada, mi cabeza empezaba a hacer cuentas y a repasar los últimos diez minutos que llevábamos en el coche para descubrir un motivo por el cual yo mereciera tal castigo. O tal vez, alguna señal que yo hubiera hecho en favor al festival y en ir a él. Pero la cosa seguía sin cuadrarme y me seguía sintiendo ignorada por los tres integrantes de mi familia.
-Vuelvo a repetir, ¿qué? ¿Por qué yo? Yo no quiero ir.
-Oh, vamos hermanita, solo son dos días y te llevas bien con Sergio, hazlo por mí- y entonces el muy chantajista empezó a mirarme con sus ojitos de cordero y a hacerme pucheros.
¡¿CÓMO SE SUPONÍA QUE PODÍA NEGARME A ALGO ASÍ?! Maldito seas Fran, tú y el día en que descubriste cómo chantajearme de la peor manera.
-Está bien.
Creo que ni lo pensé, simplemente solté lo que todos querían escuchar para quitarme tres pares de ojos de encima. No me lo podía creer... Por el retrovisor vi cómo mi padre me miraba con aprobación, haciéndome saber que había hecho lo correcto.
Sin embargo, esto no iba a quedar así. Si yo tenía que pasar dos días con unos completos desconocidos amigos de mi hermano, aguantando una música que desconocía y, además, durmiendo en una tienda de campaña; no iba a hacerlo sola.
-Pero Mara vendrá también- concluí satisfecha.
Mi hermano se giró y repitió la misma expresión que yo minutos atrás, y supe que había dado en el clavo. ¡JÁ! Ana uno, Fran cero.
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Vaaaayaaa, ¡hola personitas! Es la primera vez que escribo aquí para comentar algo a los que me leen. Y lo hago precisamente por eso, ¡porque hay gente que me lee! Sí, lo sé, solamente son veinte personas. Algunos dirán que no es nada y le quitarán importancia; pero yo, estoy súper emocionada :) no esperaba que me leyera ni la mitad de la gente. Por ello, mil gracias, espero que os este gustando mi aún pequeña historia, la estoy haciendo con mucho mucho amor. ¡MUCHOS BESOS!
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RISAS PERDIDAS
RomanceFuera clichés y situaciones demasiado casuales. Risas perdidas cuenta una historia de amor fuera de lo repetitivo. Habla del verdadero amor y te da una bofetada de dolor o humor en cualquier momento. Risas, sentimientos, dramas y naturalidad es lo q...