#ChanKai

65 8 6
                                    


Martes, un día como cualquier otro en aquella residencia estudiantil, atiborrada de gente en uno de sus salones comunes, algunos chicos simplemente compartiendo una conversación, otros un trago y algunos cuantos presumiendo su 'taaaan' activa vida sexual, que se resumía en ellos fantaseando con las películas +19 que veían en la soledad de sus habitaciones en conjunto a su mejor compañera, Manuela.

Eran alrededor de las 23 horas, cuando a uno de los presentes se le ocurrió la magnífica idea de sacar un poco de su 'mercancía', algo para relajarse y de paso divertirse en conjunto, así que bajo la aprobación y algunas protestas, la sala quedó con cinco de los doce chicos que había anteriormente. Algunos de ellos por costumbre y los dos menores, por probar algo nuevo.

— Vamos, Kai-Ssi, no es la gran cosa.

El menor de todos los presentes, invitaba al moreno a unirse a este absurdo círculo, en el cuál se pasaban un cigarrillo de boca en boca mientras quedaban cada vez más estúpidos. Algunos de ellos -Chen y Suho- estaban borrachos desde hace un buen rato, por lo que el consumo de marihuana, les hizo entrar en un letargo en el que a los pocos minutos se durmieron, dejando a un preocupado Lay cuidando de sus novios, acomodandolos y dándoles algunas caricias en el cabello porque «¡No los llevaré a nuestro cuarto! Para ti es fácil, porque solo tienes un novio y al llevarlos tendría que elegir a uno primero y no puedo decidir.» Sep, un indeciso unicornio.

Volviendo al presente, nuestro -ya no tan- pequeño, Sehun, intentaba convencer a su mejor amigo de unirse al club, ya saben, que se adentrara en el mundo de lo desconocido y como nuestro moreno no se podía negar a nada, terminó entre Hun y su amor platónico, mientras el resto -de los que seguían vivos- tenían una amena conversación entre risas y anécdotas.

Llegó su turno de fumar de aquella maloliente yerba, por ende se llevó el cigarro entre los labios y con algo de nerviosismo inhalo de aquel. A su alrededor le decían entre gritos que no lo expulsara aún, pero no pudo más que durar algunos segundos antes de explotar en una tos seca, sintiendo que en cualquier momento eliminaba un pulmón. Mientras su malvado amigo se reía a un costado, ChanYeol, su hyung favorito a.k.a amor platónico, frotaba suavemente su espalda bajando su mano algunas veces a su cintura, repitiendo esta acción algunas veces, hasta que el menor pudo respirar con tranquilidad. Pasadas las una de la madrugada, Sehun le pidió a ChanYeol que llevara a Kai a su habitación pues la 'palidez' del 'negro' lo comenzaba a asustar, lo cual estaba bastante lejos de la realidad, lo único que quería era quedarse a 'solas' con su lindo hyung unicornio, el cual no renego, sus novios dormían y él no sentía culpa alguna.

— JongIn-ah, vamos. . . Te llevaré a tu cuarto. . .

— Esta bien, esta bien. . . Buenas noches chicos. . .

Se despidieron los restantes al unísono, mientras un fuerte agarre se hacía sobre la cadera de un Kai carente de todos sus sentidos.

El camino a la habitación del moreno no fue largo, pero este siendo nada más que un bulto, no fue de mucha ayuda, sobre todos si las traviesas manos del mayor acariciaban su acanelada piel bajo la ropa, trazando círculos sobre su abdomen, pasando por su cintura y hundiéndose en aquellos sobresalientes huesos en su cadera. Sería mentir si el menor no estuviera asustado, pero mayor cosa no podía hacer, su garganta estaba cerrada y su mente maquinaba lentamente el hecho de que ahora estaba siendo arremetido contra su colchón mientras el mayor perforaba su ano con una prominente erección.

🐯🐻

De su mente aún no salía aquella noche, en la que fue tomado por su hyung contra su voluntad, no podría olvidarla, pero sobre todo, no podría olvidar la sensación de sentirse utilizado, ultrajado. Al siguiente día, cuando despertó, se encontró con nada más que una nota, con algunas obscenidades escritas y unos tantos miles de Wons.

Lloró.

Lloró como nunca antes.

Aferrado a su almohada, apenas saliendo para ir a clases, evitando la burlona sonrisa del mayor. Terminó sintiéndose más miserable cuando, a finales de agosto, se enteró de una de las peores consecuencias que pudo haber tenido aquel día.

Estaba embarazado.

Malditamente embarazado.

— Hun-ah, ayúdame.

— ¿Qué quieres que haga? Sabes que no me puedo hacer pasar por el padre, apenas y estoy asumiendo la responsabilidad de haber embarazado a nuestro hyung ¿Sabes? Nunca pensé que Jun iba a dar unos golpes tan fuertes, casi me rompió la quijada ese estúpido.

Sí, a nuestro querido Sehun le metieron un gol de media cancha, pero bueno, esa es otra historia.

— ¿Podrías siquiera prestarme atención? Estoy embarazado de un imbécil que no hizo más que aprovecharse de que estaba drogado para acostarse conm---

— ¿Estás embarazado?

Y por si fuera poco, aquel nombrado con anterioridad escuchó aquella confesión.

— Bueeeeeno, ya se lo dijiste, me voy.

Y así como el mejor amigo del año desapareció de ahí.

— Respondeme.

— Ya lo escuchaste.

— Quiero oírlo de ti.

— Sí.

— ¿Querías ocultarmelo?

— No había forma de ocultartelo.

Lentamente se vio envuelto entre los brazos del mayor, mientras se soltaba a llorar, si estas últimas semanas se sentía miserabla, ahora se sentía aún más.

— Perdóname. . .

Sintió como murmuraban sobre su cabello, seguido de algunos besos en un melena.

— Saldremos de esta juntos.

EXO OT12 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora