EXO OT12

#XiuHan

– ¡Mami!

Un pequeño y rechoncho niño de alrededor de tres años subía las escaleras buscando a su madre, este había subido a buscar una muda de ropa para cambiarlo, pues su ropita estaba toda sucia al llegar de la guardería y a MinSeok no le agradaba mucho que su lindo príncipe no estuviera bien arreglado.

– ¡Mami! ¿Uh? ¿Mami?

– A-aquí, Bebé.

Min estaba sentado en el piso con un gran vientre de casi nueve meses descansando sobre sus piernas, estaba algo pálido y sudoroso. Estaba teniendo contracciones desde antes de que llegará su pequeño del jardín, pero estaban soportables, no como en ese instante que su bebé pateaba sus costillas con esmero.

– ¿Qué pasa, mami?

– Parece que tu hermanito quiere nacer...

YiXing se acercó rápido al lado de su progenitor, sus infantiles facciones cambiando de risueñas a unas totalmente asustadas.

– Mi amor... ¿Recuerdas como llamar a papá Lu?

Recibiendo un asentimiento como respuesta, inhaló fuertemente apretando sus manos de igual manera poniendo sus nudillos blancos.

– ¿Podrías llamarlo?

E inmediatamente su XingXing fue lo más rápido que pudo a buscar el teléfono inalámbrico que estaba en la mesita de noche de sus papis, el único aparato tecnológico que le enseñaron a utilizar. Una vez tenía este entre sus manos, buscó al primer contacto guardado en este apretando el botón con el distintivo verde.

Sonó el timbre un par de veces antes de que respondieran.

– Alo. . .

– ¡Papi Lu!

– Hola bebé ¿Qué pasa, Campeón?

– Mami Min dijo que llama... Llamara... Papi Lu, mami esta sentaro en... En el piso... Mi hedmanito... Hunniee...

Han al oír el diminutivo por el cual llamaban a su bebé no nacido, se levantó inmediatamente de su acolchada silla dejando todo el papeleo que realizaba y con un: "Dile a mami que voy en camino" colgó la llamada para salir rápidamente de la oficina, en la cual cumplía su rol de jefe, bajo la atenta e incrédula mirada de todos sus trabajadores, pues sus pequeños chillidos de "¡Voy a ser papá otra vez!" no pasaban desapercibidos por nadie.

Volviendo al hogar de la familia Lu, YiXing revoloteaba por aquí y por allá preguntándole a su mami cuando llegaría su hermano, si podría jugar con él, si sería tan lindo como papi Lu, porque papi Lu es el hombre más lindo del planeta.

Sinceramente MinSeok estaba a nada de perder los estribos y matar a su pequeño y adorable Lay, de todos los días justo hoy se le ocurría ser irritantemente hablador, juntando eso con que SeHun no hacía más que patear por donde se le ocurría ¿En qué momento se le ocurrió tener otro bebé?

Seok lloriqueaba aún en el piso si Han no llegaba en los próximo treinta segundos, lo aniquilaría lenta y dolorosamente.

– ¡Min! ¡Llegué, Min! ¿Dónde estas, gordito de mi vida?

El nombrado rodó los ojos 'Idiota' musitó bajito ganándose una mirada indignada de su hijo, pues Papi Lu es perfecto, ya se imaginaba el discurso de su bebé con su, ahora irritante, voz chillona.

– ¡Ahí estas!

– ¡Papi Lu!

Y como si de una terrible película de terror se tratará Papi Lu ignoró olímpicamente al pequeño XingXing yendo inmediatamente donde su dolorido esposo se encontraba inspeccionando que estuviera bien y ayudando a que se parara notando el movimiento de Hunnie al posar su diestra sobre el vientre de su pareja.

– ¿Las cosas del bebé?

– Junto a la cama.

– YiXing ¿Puedes ir por ellas?

Sin decir nada el infante salió del cuarto con su corazoncito dolorido y la palabra traición pintada en su frente, nadie lo llamaba por su nombre a no ser que lo estuvieran ignorando, como en ese instante, pero era un buen nene y fue en busca del mediano y no tan pesado bolso. Sus papis estaban montándose en el auto cuando el llegó donde ellos, su padre le abrió la puerta trasera y ni siquiera lo acomodó en su silla especial cuando tomaron rumbo al hospital.

Min ya no reprimía ningún insulto dirigido a su marido y Xing aprendía muchas palabras nuevas como 'Hijo de tu puta madre', '¡Hey! Mi madre no es puta', '¡Tu madre siempre ha sido puta Han!', entre otros que repetirá cuando le pregunten que hizo el día de ayer.

Durante el transcurso se hicieron las llamadas correspondientes, al mando de Lu Han, sus suegros llegaban en 10 minutos al Hospital Central de Seúl y sus padres tomarían el primer vuelo a Corea que hubiera disponible.

Al llegar al recinto Mamá y Papá Kim ya estaban ahí para quedarse con su adorado nieto y entre algunos gritos y enfermeras corriendo mientras daban instrucciones, Min había roto fuente.

Dentro del quirófano el ambiente no era muy diferente, MinSeok en la camilla de partos gritaba que le pusieran la Jodida anestesia de una vez antes de que llamara a su primo, KyungSoo, para que los maldijera a ellos y sus generaciones siguientes, Han era un caso aparte, estaba sentadito y quietito a un lado de su marido repitiendo un constante ¿No es adorable? Totalmente idiotizado.

– Eh... Señor Lu... Tenemos un problema.

– ¿Cu-

– ¡SAQUENME A ESTE ENGENDRO DE UNA VEZ! ¡¿DONDE ESTA EL JODIDO ANESTESISTA PARA QUE ME PONGA LA JODIDA ANESTESIA?!

– El anestesista esta en su horario de colación, no alcanzará a llegar, así que le aconsejo que ponga sus gordas piernas abiertas, va a pujar.

El silencio era palpable en el ambiente.

– ¿P-pujar?

– ¡¿Me acabas de decir gordo?! ¡No estoy gordo, tengo al demonio dentro! Aah!

– Señor... Por favor no haga esto más difícil.

Luego de una serie de llantos, gritos y que la delgaducha mano de Han quedase destruida, se escuchó el sonido más hermoso que han oído jamás, aparte de cuando su XingXing nació, el llanto de su bebé, su Sehunnie.

Lu Han lloraba en conjunto con Minseok cuando pusieron a un sucio bebé en el pecho de este último, lo vieron por cortos segundos antes de que se lo llevaran para limpiarlo, quedando ambos con sus frentes juntas y sus ojos aún brotando lágrimas.

– Lo hiciste tan bien.

– ¿T-tu crees?

– Lo afirmo, mi bollo hermoso.

– Te amo, Han.

– Te amo, Min.

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