Uno, dos, tres y perdí la cuenta.

Todo se hizo mas borroso, las lágrimas dificultaban la visión de mi único camino uir, con lo poco que me quedo de voluntad me dispuse a salir de ahí jamas regresaría al inicio de mi dolor.

No sabia en cuantos pedazos tenia ya roto el corazón.

Solo me quería ir no tenia ninguna DUDA.


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