No solo éramos compañeros de escuela, eramos vecinos.
Siempre solía asomarme desde mi ventana para observarte desdé mi recámara, sin embargo, era algo que siempre hacía, ya que ese era nuestro modo en el saludo, sin embergo, ante las cosas que pasaron...recuerdo que una vez me descubriste.
No hiciste nada, no me hablaste como solías hacerlo sino que al contrarío, solo cerraste las ventanas de tu habitación.
Supe entonces que perdía el tiempo.
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F R O Y©
Short StoryDonde un amor no correspondido puede cambiar, o simplemente puedes cambiar...