CAPITULO 11

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MARATON 3/3 


Quedo sorprendida por tal pregunta de él, lo miro con el ceño levemente fruncido sin comprender esa pregunta.

-Es decir-Suspiro rascando su cabeza con su mano derecha-¿Lo has tratado bien? ¿Cómo le ha ido?-

-Reí ante tales preguntas-Seok Jin, apenas y lleva un día en la casa, durante el transcurso del de buscar algún empleo para él, estuvo callado, no hablo ni un momento-El asintió comprendiendo-

-Entiendo, bien, poco a poco-Asentí-Hazlo sentir como si eres su hermana mayor-

-Claro-

-Y ya casi es medio día, así que llévale algo delicioso-Volví a asentir. Seok Jin se mostraba muy atento hacia Jung kook, él también quería ayudarlo-Vendré luego-Se despidió con un dulce beso en mi frente que duro unos cuantos segundos allí, se separó para observarnos a los ojos, me sonrió para después irse-

Suspire volviendo a las actividades en la cocina, me detuve por un instante pensando en que le estará hiendo a Jung Kook.

Jeon Jung Kook

-Debes tratar a la clientela con carisma ¿Entendido? -Asentí con la mirada agachada-No puedes tratarlos como perros de callejón, te tengo en la mira-Me señalo amenazante-Estas a prueba. ¡Continua! -Con esta última palabra di un paso hacia atrás de la manera tan grotesca como me la dijo-

No estoy acostumbrado a tratar a las personas con carisma, soy educado, eso sí, pero con amabilidad, de una forma tan cursi y risueña que lo que me provoca es nauseas. Esto será un gran reto para mí, el desea que este con una gran sonrisa a toda hora, es algo que no puedo.

Hace 10 minutos atrás, habían llegado unas colegialas, estaban coqueteándome o eso pensé, no pude con la tensión, me pongo nervioso cuando las chicas se me acercan de esa forma, aunque en mi vida pasada ninguna antes se me había acercado; le digo pasada porque ahorita siento como si esta es otra nueva, llena de muchas oportunidades. Pero estas me acosaban, no pude y fui groseras con ellas, el jefe se dio cuenta que las eche, eso le molesto mucho.

Algunas cosas que dejaba la gente en la caja de pagar, tenía que volverlas a poner en su sitio, suspire tomando algunas cosas hiendo hacia el pasillo tres a volverlas a colocar en sus estantes, no era el mejor trabajo o lo que tendría en mente, pero el pago será bueno y es justo lo que necesito.

Escuche la puerta abrirse, pues el sonido de la campanilla me alarmo.

-¡Bienvenido!-Grite asomándome rápidamente para atender el cliente, pero era el Señor Lee, el jefe mío-

-Por lo menos eres educado-Suspire ante aquello, este se posó en el medio de la puerta-Es hora del almuerzo, saldré a mi casa, saca tu almuerzo y come-Asentí y él se retiró-

¿Sacar el almuerzo? Ni siquiera traje, el horario es corrido sin descanso ninguno, hasta la noche; debo aguantar el hambre hasta entonces, ni se me ocurriría agarrar algo de aquí para comer un poco, este viejo se daría cuenta de ello, y no quiero ser despedido aún. Me dirijo caminando con un poco de flojera en mis pies hasta mi lugar, de allí vuelvo a escuchar la campanita de la puerta abrirse, seguí con mi cara agachada.

-¡Bienvenido!- Casi lo dije en un susurro, escuche un gran golpe en la mesa que tenía en frente, levante un poco la vista y era una lonchera, olía delicioso-

Kinchi...pensé. Levante la vista y era Hyun-Ae con una gran sonrisa.

-Llego la comida-La observe por unos segundos para luego desviar la vista a esa lonchera-

+++

Me encontraba comiendo en silencio, que suerte que haya llegado para traerme el almuerzo, ya me estaba dando mucha hambre, sentí la mirada encima de mí de Hyun-Ae, trague fuertemente, eso hizo que me ahogara un poco con la comida atorada en mi garganta, ¿Por qué trague de golpe? Empecé a toser, en silencio Hyun-Ae me extendió la bebida, para beberla rápidamente.

Depression and lack of loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora