Infidelidad

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Es sencillo entender la vida, lo complejo es vivirla...

Existen infinidad de manuales, otro poco más de corrientes filosóficas, gurús, psicología y religiones. Es sencillo: entiendes algo de esto, otro poco de aquello y comprender la vida no resulta difícil. Parece que todos en el mundo tienen claro cómo se debe vivir, las cosas deberían ser de determinada manera y no lo son por: "El comunismo" "El capitalismo" "Las religiones" "Las Drogas" "La maldad Humana" o lo que sea...

¿Qué queda después de todo aquello? Nada realmente, las personas generalmente no predican con el ejemplo, aunque algunos se esfuercen en hacerlo, siempre queda un deje de debilidad ideológica y todo se va por la tangente. Aunque entiendas todo lo que sobre la vida se ha escrito llegará el momento en el que te enfrentes a algo nuevo, o peor aún, a tus propios miedos y contradicciones, en ese momento de nada te va a servir entender la vida, porque entre la teoría y la práctica existe una brecha llena de incongruencias.

Caminaba soltándome el rollo filosófico, buscando entre mis propias debilidades una justificación para el acontecimiento inminente, el hotel se erguía concupiscente a la espera del pecado, la moral se había quedado encerrada en casa reguardada por los guardias del vicio y la perdición, mi chica hacia las cosas típicas de su jornada laboral, me escribía al móvil diciéndome: "la vida sin ti no tiene sentido" "sin ti muero" "desde que llegaste tengo razones para vivir" ¿y qué se supone que debo hacer con toda esa responsabilidad? Si me voy va a sufrir, si me quedo sufro yo, el término medio es mentir, aunque no esté de acuerdo, debo ir al acontecimiento ilícito de la infidelidad, esperando por supuesto, no ser descubierto, entonces todos seremos felices, yo seguiré siendo todo para ella, ella seguirá siendo mi apoyo incondicional y mi amante será ese escape al mundo real.

No había tiempo para nada, pero aun así había tiempo para todo, ella esperaba en la habitación 303, tenía una lencería erótica de color rojo, sus pezones estaban al descubierto del mismo modo que su sexo, su piel blanca me invitaba a beber de su néctar, empaparme de ella, sentir el brebaje maldito del pecado, maldito y preciado, porque parece que amamos lo que nos mata, lo que no está bien, amamos lo prohibido. Sus labios rojos como la sangre, sus ojos azul como el único cielo al que podré acceder, su cabello rizado como las sortijas del compromiso roto, ¡Ah esos pechos deliciosos! Su trasero firme, todo en ella apetecible, se supone que no podemos y sin embargo aquí estoy, para ser infiel por primera vez.

No puedo ampararme en la típica excusa de que la relación va mal, por el contrario todo es perfecto, tan perfecto que parece extraído de la novela más rosa entre la novelas rosas, puede que tanta perfeccione a agobiante, que requiera un poco de normalidad, o simplemente algo de riesgo, no tiene importancia, pues aquí estoy, frente a los ojos de una mujer diferente a la de todas mis noches, frente a los gemidos del placer prohíbo, frente a la adrenalina producto de lo inapropiado de la conducta, mientras más me acerco a su cuerpo más me excito, mis manos recorren su cuerpo y las suyas el mío, los besos son mas cálidos, mas ansiosos, la habitación está ocupada por dos seres que anhelan devorarse, el Kama Sutra dejo de ser teoría para volverse práctica, el porno abandono la ficción para convertirse en la realidad de dos mentes sádicas en cuerpos jóvenes e infieles...

Pero todo fue una mentira, al despertar todo seguía igual, yo seguía siendo el mismo reprimiendo deseos prohibidos, viviendo el mundo perfecto que en realidad es una mentira, lo único cierto es que la moral envió a sus secuaces del cuerpo policial de la consciencia para torturarme por el simple hecho de pensar en hacer algo distinto.

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⏰ Last updated: Sep 07, 2017 ⏰

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