Me equivoque

Esto es una... Cita?

Habían pasado ya tres horas desde que Jos se había quedado dormido pero yo simplemente no podía, no solo porque eran las 6 de la tarde, por que para ser honesto estaba exahusto, moría de sueño, si no porque lo que Jos había dicho de su padre, la informacion seguía dando vueltas y vueltas en mi cabeza, ¿Que tiene que hacerte tu padre para temerle de esa forma? ¿Que podria hacerle un padre a su hijo? Jamas lo entendería porque mis padres son completamente amorosos.

Bufé tallándome los ojos cuando sonó él timbre, así que baje a abrir.

-oh así que sigues aquí- Tarareo un muy sonriente alan.

-Vete a la mierda- respondí, no solo molesto si no harto de tantas tonterías.

- Wow tranquilo viejo...- dijo alzando las manos y entrando al departamento.

-Nada que ver con él Alonso que conocí aquella noche- susurro haciendo una mueca pervertida
-¿Que le paso a la dulce campanita?- cuestiono haciendo una notoria cara de confusión.

-Regreso al país de nunca jamas- bromee ya un poco más tranquilo.

-¿Donde esta Jos? ¿Sigue durmiendo?- preguntó sentandose en él sofá.

-Sip... Igual que un oso- exclame sentándome a su lado.

-Pobre Jos él alcohol lo pone mal podria dormir 4 días seguidos- ambos reímos.

-No tan mal como tú en aquel festival- contestó Jos desde las escaleras.

-Jos- exclamamos al unicoro, Alan se levanto como resorte.

-Bueno yo ya me iba, solo traje la ropa que te tome prestada él otro dia- él moreno lucia nervioso -No se molesten se donde esta la salida, nos vemos otro día- me miro unos segundos y me guiño él ojo para después salir.

-¿Como te sientes?- Le pregunte a Jos con preocupación después de algunos segundos.

-Cambiate- ordeno subiendo las escaleras -Iremos al bosque- grito desde arriba, subi tras él casi corriendo.

-Pero Jos... - susurré desde la puerta mirando como se cambiaba rápidamente -No tengo ropa limpia, ni mi teléfono cargado y si te soy honesto tampoco ganas...-

-Callate- exclamó arrojandome un pantalón y una sudadera en la cara.

-Eso no era necesario- reclamé quitándome la ropa de la cara.

-Basta campanita, quiero pasar este día contigo ¿De acuerdo? Si no salgo enloquecere, puedes hacer esto-

-Jos...- me queje.

-Por mi- sentenció y no hay nada que yo no haría por él.

Así que me cambie, deje mi celular en casa de Jos y en un cerrar y abrir de ojos gracias a la todo terreno de Jos ya nos encontrábamos en la entrada del bosque.

-Odio la naturaleza- gruñi bajando del auto y sintiendo la helada y húmeda brisa.

-¿Que dijiste?- grito Jos que ya se encontraba enfrente del bosque, contemplando los enormes pinos.

-Que amo la naturaleza- dije sarcásticamente caminado hasta él.

-Este bosque es tan hermoso- grito abrazándome con fuerza.

-Si que lo es- susurré mirando las enormes pestañas de Jos.

-Bueno andando, no llegaremos a la cabaña mágicamente ¿Verdad?- me dio un golpesito en él hombro y camino entusiastamente.

-Esta supuesta cabaña- hice una pausa para tomar una bocana de aire -Esta... cerca ¿Verdad?- cuestione con miedo, era pésimo en él deporte y si daba un paso mas moriría.