Capítulo 7.

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Subí al auto de Ino. No paraba de hacerme preguntas. Realmente no sabía que decir, nisiquiera yo se que sentí o porque que lo sentí. Que podría decirle ¿Que me sentí segura en su hogar? ¿Que su aroma me reconforta? ¿Que su tacto eriza mi piel?  Es totalmente ridículo. Un desconocido no puede causar esas emociones... No debería.

-Holaaa- Ino mueve su mano frente a mí.- tierra llamando a Hinata.

-Eh! Disculpa... ¿Que decías?- volteo en su dirección.

-Hinata llevo mucho tiempo hablando y no me estás escuchando- reprocha sin apartar la vista del camino -Te pregunte que pasó con ese chico.

-Simplemente me... Ayudó Ino- Digo desviando la vista a la ventana- Fue... Amable. Cualquier persona lo hubiese hecho.

-En eso coincido...- Hace una pausa- Pero... Ese chico se ve a leguas que no anda ayudando por la bondad que nace de su corazón.

-Pues... Quizá sólo quiso hacer su buena acción del día- Admito que me sorprendí un poco encontrarlo y que de todas las personas de Konoha fuera el quien me ayudará. Ino se queda pensativa. No se si sentirme aliviada o preocupada por su silencio. A los pocos minutos llegamos al departamento. Antes de que Ino le ponga fin a su repentina calma entró a mi habitación. Me doy una larga ducha... Mis pensamientos viajan a la cajita guardada en la gaveta derecha de mi escritorio. Aun no me atrevo abrirla. No tengo el valor... No aún. Tomo mi pijama y me acuesto en la cama... El cansancio me ha pasado factura así que rápidamente me quedo dormida.

Unos golpes en la puerta me sacan de mi sueño, me levanto y abro la puerta. Ino esta frente a mí con una amplia sonrisa.

-¡Adivina!- Entra a mi habitación dando saltitos.

-¿Me rindo..?- Ella rueda los ojos y se sienta.

-Al menos tenias que intentarlo- Suspira y su sonrisa regresa - Los chicos y yo te conseguimos un pase para hablar con ese medico... Mmm. El oncólogo pediátrico. El que se volvió súper famoso.

Mi boca se abre de sorpresa. He querido conocerlo desde que escuche de el. Sus tratamientos han ayudado a muchos niños... Siempre a sido muy reservado respecto a su vida personal. Sus estudios siempre son publicados con un seudónimo. Nadie lo conocé.

-¿Como lo hiciste Ino?- Pregunto emocionada- Naruto y yo siempre quisimos...- Me interrumpo. Una punzada de nostalgia atraviesa mi pecho. Llevo mi mano a ese lugar. Como si cubrirlo con mi mano hará que el dolor disminuya- Lo siento.

-No te preocupes...- Se levanta y me da un suave apretón en el hombro- Es en dos días. Y como lo conseguí es un secreto-Sonrie y sale de mi habitación. Pero antes de que cruce el umbral la llamó.

-Ino...- Ella se voltea- Gracias amiga. Lo necesitaba- Le doy una leve sonrisa.

-Lo se Hina...- me dedica una mirada comprensiva- Lo se. Oh! Mañana almorzaremos con los chicos- Asiento.

Hay eventos en la vida que jamás tendrán explicaciones y jamás las encontraré. Como lo que sucedió a  Naruto. El era mi alma gemela. Mi complemento... Me hubiese gustado tener muchas aventuras junto a él. Amar alguien mas me parece inconcebible. Pero ahora siento como si mi vida dió un vuelco, como si todo se salió de lugar, pero que aún así estará bién.

El Amor Huele a Café ..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora