El Chico Del Probador ||Juanpa Zurita|| TERMINADA •EDITANDO•

Capitulo 34

•Narra Juanpa•

Me dirigí hacia Cameron y lo empujé del hombro.

-Que tramas Dallas? Deja a mi chica en paz. Me la quitaste una vez no dejaré que vuelva a pasar.- dije serio y me miró divertido lo cual me enfureció.

-Tranquilo man.- dijo quitando mi brazo de su hombro.- Solo quiero divertirme un rato, ya sabes.

-Nat no es alguien con quien divertirse.- dije mirándolo amenazante.

-No me divierto con ella.- dijo divertido y mi gesto cambió a uno de confusión.- Pretendo divertirme haciéndote enfadar.- dijo y salió de la habitación.
Tomé una larga respiración y decidí subir con Nat para descansar. Entré a la habitación y Nat se encontraba durmiendo tranquilamente. Me estremecí al solo verla ahí, pensando que esa chica era mía de nuevo. Pensé en la forma que nos conocimos, los tantos problemas que tuvimos y como hemos llegado hasta aquí.
Me acerqué a ella y le besé la frente. Me puse el pijama y me recosté a su lado para quedarme dormido poco a poco.

•Narra Nat•
Desperté y lo primero que sentí fue un brazo sujetándome fuertemente por la cintura. Volteé un poco para ver de quien se trataba y vi a Juanpa durmiendo. Me giré lentamente y lo observe por varios minutos hasta que se fue despertando lentamente. Abrió los ojos y me miró fijamente, luego sonrió y antes de que sus labios tocaran los míos sali corriendo. Intentó atraparme pero no lo logró.

-Nat ven aquí.- dijo quejándose.

-Nop.- dije divertida y me metí al baño para ducharme y arreglar mi cara de zombi.

Al salir no encontré a nadie en la habitación asi que termine de ponerme mis converse y salí del cuarto para dirigirme hacía la cocina donde escuchaba algunas risas pero antes de llegar alguien me jaló del brazo y me tomó de la cintura.

Juanpa tomó mi cara entre sus manos y me besó lentamente.

-Ahora no vas a escapar pequeña.- me dijo con una mirada tan tierna que me hizo sonreír. Yo solo volví a juntar nuestros labios hasta que un carraspeo nos interrumpió.
Todos estaban mirándonos con una mirada cómplice, excepto Cameron que nos veía con una mirada neutra.
Al instante me pusé roja y tapé mi cara con mi cabello. Juanpa empezó a reír y todos comenzaron a dispersarse. Nos dirigimos al patio donde se encontraba la alberca y todo sucedió muy rápido. Lo único que recuerdo es haber caído al piso y un dolor insoportable en mi cabeza.