Era un día oscuro, lleno de nubes que ocultaban el sol y evitaba que entrara luz por los grandes ventanales de la mansión, una mansión donde estaba dentro un anciano, un familiar, un ancestro que escribía una carta para aquél que tenía que tener las escrituras. En la habitación principal se encontraba este sentado, parecía preocupado o... Alterado por algo mientras escribía mientras leía lo que escribía con una expresión fría.
-La ruina ha llegado a nuestra familia.- dijo mientras terminaba de escribir y leía esta para estar seguro lo que hacía.
-Recuerdas nuestra casa venerable, opulenta e imperial. Mirando con orgullo desde su posición estoica sobre el páramo. He vivido toda mi vida en esa mansión ancestral, repleta de rumores. Me han cebado con decadencia y lujo. Sin embargo, pronto me aburrí de las extravagancias convencionales. Numerosas historias inquietantes y singulares sugerían que la mansión era un portal hacia un poder fabuloso e inenarrable.- trás leer aquello el ahora anciano miró sus multiples investigaciones de aquellos rumores que confirmaban sus dudas de aquella mansión.
-Mediante rituales y reliquias. Hice todo lo que estuvo a mi mano para excavar y recuperar todos esos secretos enterrados tiempo atrás, dilapidando así todo lo que quedaba de la fortuna familiar en trabajadores bronceados por el sol y palas resistentes.- Luego de volver a leer la carta volvió a pensar y recordar... Recordaba esos momentos donde este montaba excavaciones laberínticas bajo la mansión con la mano de obra que contrató con la fortuna que quedaba.
-Al fin, en los peñascos bañados por sal, dejado de los pilares más profundos, descubrimos el maldito portal y el mal antediluviano.- Siguiendo aquél recuerdo... No pudo pasar volver a recordar ese marco de piedra con figuras talladas que era varios metros más grande que inclusive todos los mineros de la excavación.
-Nuestros pasos alteraron la tierra antigua... Pero estábamos en un reino de muerte y locura...- No pudo evitar soltar una pequeña risa loca al recordar aquella bestia de pesadillas salir por aquel portal, recordó como también esta mataba a los mineros de las excavaciones y solo él pudo escapar.
-Al final, conseguí huir riendo y gimiendo a través de las antigua arcadas ennegrecidas. Hasta que la conciencia me falló...- dijo mientras volvía a la carta, la cual mediante un sello de su anillo marcaba la carta.
-Recuerdas nuestra casa venerable, opulenta e imperial...- Dijo mientras con su mano temblorosa iba al pistolete que tenía a su lado.
-¡Es una abominación purulenta! Te lo ruego, regresa a casa, reclama tu derecho de nacimiento y salva a tu familia.-Dijo alterado mientras recargaba el pistolete.
-De las sobras hambrientas y acechantes de la mazmorra oscura.- Dijo sus últimas palabras antes de jalar el gatillo y caer sin vida en el suelo.
Tras la muerte de aquél anciano, unos meses después de enviar la carta. En un camino de tierra de mala fé iba en camino un carruaje el cual iba encaminado por un viejo camino en dirección a la mansión, la cual se podía notar a lejos sus ruinas.
-Llegarás desde el Camino Viejo. El viento augura problemas, un siseo de serpiente a través deo campo corrupto.- Dijo lo que sería un espectro, un fantasma del viejo familiar en pena.
-Me temo que solo conduce a un lugar aún más tenebroso. La enfermedad se extiende por los adoquines desgastados del Camino Viejo y en su sinuoso camino te enfrentarás a la brutalidad, a la violencia, y quizá a otros horrores trascendentales.- Dijo el fantasma mientras se podía ver como entre más dentro del bosque te metías, irían saliendo forajidos e incluso... Espectros que solo buscan la muerte de los demás.
-Así que ármate de valor y recuerda que no hay valentía sín locura. El Camino Viejo te conducirá al infierno, pero en ese inmenso abismo encontraremos fínalmente la redención.- Dijo mientras el carruaje perdía el camino, su caballo se volvía loco y este cayó por un risco destruyendo el carruaje... Matando su conductor y saliendo sus dos tripulantes de las ruinas de este.
Donde cayó se veían que los arboles estaban muertos, hongos brotaban de algunos troncos de los árboles mientras se escuchaban los grillos, lobos y pájaros dando toques tenebrosos al sitio.
Los tripulantes del carruaje eran dos hombres con un pasado que ambos quieren olvidar, uno era Reynauld, un cruzado guerrero de la luz, pero con miedo a Dios y un cleptómano de mala fé, el otro era Dismas, un bandolero duro de mollera y con rapidez de reflejos, pero era una trampa conocida en todas las ciudades y pueblos donde ha estado y en los que no también. Sin tener que decir estos sintieron una necesidad mutua de cooperar para llegar al poblado cercano donde se dirigían en un principio para asentarse.-Los forajidos andan por estos caminos, así que hazte a un lado. El poblado está cerca.- Dijo el fantasma del anciano mientras el dúo se ponía en marcha, el camino que seguían era tenebroso, árboles con hongos, lápidas desperdigadas... Trás pasar por las lápidas sin esperarse ninguno, saltó a por ellos un forajido asesino.
-Aniquila a este matón sin mostrar piedad, ¡así todos sabrán que has llegado!- Dijo el fantasma mostrando un tono un poco disgustado de ese matón de poca montas.
Dismas sin mostrar ni una expresión utilizó su daga para atacar al forajido asesino con intenciones de hacerlo sangrar logrando su cometido, sangraba y se vió alentado de velocidad por estar sangrando. Por otro lado Reynauld después de ver lo que hizo Dismas se acercó rápidamente a este y azotó su mandoble en contra el forajido con fiereza, matando el debilitado forajido de un golpe.-Parece que ahora vamos a tener que estar atentos.- Dijo Dismas seriamente mientras empezaba a caminar a paso lento, esperando a Reynauld, el cual alcanzó y dejó yendo el cruzado por delante y el bandolero atrás cubriendo las espaldas de uno del otro.
Siguiendo su camino el dúo encontró lo que era el campamento de los forajidos de esa parte del bosque, Reynauld se acercó y registró el campamento, encontrando un Rubí y un poco de oro. Guardando esto se pusieron nuevamente en marcha.-¡Una emboscada! Dales un mensaje a esas sabandíjas, el propietario legítimo ha regresado y ya no son bienvenidos.- Dijo el fantasma mientras un forajido samguijuela y un forajido fusilero se encontraban intentando abrir un cofre con candado, rápidamente Dismas usó un disparo de seguimiento en contra el fusilero para darles a entender que vienen a acabar con ellos.
El fusilero evadió el disparo y contra atacó con un fuego a discreción, mermando a Dismas su agilidad. Por otro lado el sanguijuela disparo a quemarropa a Reynauld causando un daño moderado en el cruzado, pero sin inmutarse este azotó su mandoble contra el que le disparó a quemarropa acertando aquel golpe.
Dismas molesto atacó con su daga al sanguijuela, sabía que dos atacando a uno era mucho más efectivo que ir cada uno por su lado logrando acertar aquel golpe, el fusilero quiso responder volviendo a disparar fuego a discreción, pero fallando los disparos. Reynauld azotó nuevamente al samguijuela causando más daño, pero este respondió usando su látigo causando en el cruzado un sangrado moderado, Dismas corrió en contra el samguijuela y con un corte limpió alcanzó a acabar con su vida usando la daga. Solo quedando el fusilero, Reynauld no lo dejaría ir fácilmente, azotó en contra él... pero lo evadió, dejando a Dismas frustrado y uzando su daga le dejó muy mal al fusilero. Disparó apresurado el fusilero al estar contra las cuerdas fallando, Reynauld azotó una última vez en contra él y alcanzó a matarlo.-Parece que son todos.- Dijo Reynauld mientras recogía emblemas y una esmeralda que llevaban encima los forajidos.
Acabaron su misión, ya estaban cerca del poblado y con una clara victoria del dúo lograron asentarse en el poblado, Reynauld se habría hecho irrepremible por su victoria y Dismas se habría hecho un asesino de bestias.-Te damos la bienvenida a casa. Este poblado miserable, estas tierras corruptas... Te pertenecen. Tienes un vínculo con ellas.- Dijo el fantasma mientras una diligencia se acercaba por la entrada del poblado, bajó de esta una médico de la peste de nombre Fribois y también una vestal de nombre Destain.
La primera era una hojalatera de armaduras, le costaban los precios de sus mejoras de armadura más baratos, pero era automatonofobica y una dacnomaníaca. La segunda mencionada era al igual que Dismas era una dura de mollera, pero una automatonofobica.-Mujeres y hombres, soldados y maleantes, cadaveres e ignorantes. Todos llegarán hasta aquí ahora que el camino está despejado.- Dijo el fantasma mientras la diligencia partía de nuevo fuera del poblado sin nadie.
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La Mazmorra Oscura
AventureTodo comienza en la trás recibir una carta de nuestro ancestro, hablando de una familia gloriosa que fué corrompida en la lujuria y los lujos, más el último miembro de la familia gastó las fortunas de esta para llegar a acabar en lo qur sería un por...