Mi amiga de la infancia

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Soy Nora y tengo una amiga a la que llamo Lyna; normalmente ella siempre viene a mi jardín a jugar conmigo todas las tardes, pero raramente no es conocida en esta ciudad, ella tiene 12 años y yo 11, tiene el pelo rubio y rizado, yo lo tengo lacio y castaño, es de piel pálida y yo morenita y ella es más alta que yo. Me cuenta que cuando va a su casa todos los días después de visitarme no le hacen caso, ni si quiera un "hola" o un "cómo estas". Dice que se siente muy sola en su casa y que no tiene amigos, yo soy su única amiga igual que ella es mi única amiga. A veces jugamos a las traes, saltar la cuerda o tomar el té, en otros casos compartimos cosas sobre nosotras.

-Lyna, ¿nunca me dirás donde es tu casa?-

-No sé cómo se llama el lugar de donde vengo, pero lo que sé es que está muy lejos de aquí-

-¿Y cómo le haces para venir aquí tú sola?-

-Vengo en tren-

-Ah, ya entiendo-

Le dije que un día iría a su casa, quería conocer el lugar de donde ella viene, porque era extraño que ella supiera dónde estoy y yo no supiera de dónde viene ella; fue mi promesa.

"13 años después"

Estaba muy distraída mientras oía el sonido del botón que oprimía de mi bolígrafo; realmente estos meses he estado muy desviada por una desconocida razón.

-¿Nora? ¿Estas viva?- me tomó el hombro mi amiga Selena; compañera de trabajo, en una cafetería.

-¿eh? Ahh... sí, sí- Respondí sin pensar.

-Nora, no sé por qué sigues actuando raro desde que terminaste tu carrera, ¿qué ocurrió? Si aún no te sientes preparada dímelo y te ayudaré.

-No tengo nada- Contesté con un tono frío.

-Creo que... lo mejor es que te tomes unos cuantos días de descanso, ¿Te parece?-

No tuve respuesta alguna para defenderme, así que no tuve más remedio que rendirme.

-Está bien-

Fui a la calle y esperé un taxi. Después de varios minutos una silueta que estaba en la otra banqueta frente a mí me llamó la atención, no lo noté a ver claramente, pues la lluvia lo impedía, además de que estaba algo lejos de mí, en ese caso quise acercarme pero en ese momento un taxi se paró frente a mí y tapó la silueta.

-¿Busca un atajo?-

-Sí por favor, lléveme a esta dirección- Le mostré la dirección de mi casa y este asintió con la cabeza.

-Sube, por favor-

Al llegar a mi casa tomé mis llaves y las introduje en mi puerta principal.

De repente sentí la presencia de alguien que estaba detrás de mí y de inmediato me voltee detrás de mío. No había nadie. La calle estaba completamente sola, pues ya eran las 11 de la noche y por aquí no pasan muchos autos ni gente. Decidí ignorar esto pensando que tal vez estaba cansada o algo así.

Entré a mi casa y me senté en mi sofá perezosamente.

<<Nora>>

Escuché mi nombre, se oyó tan rápido que no sabía si fue en mi mente o alguien estaba dentro de mi casa. Así que inconscientemente tomé una botella de vidrio y recorrí un poco la casa con la presión alta.

Varios minutos ya no se escuchó nada, así que me tranquilicé un poco y solté la botella de mis temblorosas manos.

-No tengas miedo, Nora-

RecuerdosWhere stories live. Discover now