Una Noche

Capítulo 1

Y allí estábamos, en un gran y oscuro bosque lleno de bichos y árboles de hojas caídas, como si estás hubieran decidido caerse del árbol para lograr un aspecto más tenebroso e inhabitable al bosque.
A pesar de que el sol se encontraba sobre nuestras cabezas y faltaban bastantes horas para que este de paso a luna, los demás ya estaban preocupados por dónde íbamos a dormir, peleándose por el mejor sitio en el cual reposar la cabeza y dormir cerca de la fogata o cerca de cierta persona. Me parecía algo estúpido e infantil, así que decidí quedarme apartada por un momento hasta que todos hayan elegido sus lugares y así poder colocar mis cosas en ese lugar despreciado y odiado por lo demás, el más frío para dormir, "el más expuesto"a cosas malas. Como si algo nos llegara a pasar en un bosque abandonado.
Yo estaba viendo el gran cielo azul, ver las majestuosas formas de las nubes gigantes que extendían sus manos para capturar otras nubes y formar una más grande. De pequeña siempre encontraba consuelo observando nubes y dándoles vida o formas. Cada ves que observaba una me decía a mí misma "Esa es una tortuga sin cola" o "Ese canguro dejo a su hijo siendo consciente de que este volvería". Esa fue por mucho tiempo mi fuente más confiable de entretenimiento.

- Sarah, ya están todos los lugares ocupados. - Dijo Ana, interrumpiéndome de mis observaciones con su sonrisa. - Ven y pon tus cosas al lado de las mías, antes que Flash te lo pida.

Ambas comenzamos a reír de forma disimulada, intentando no llamar la atención de los demás.

- Bueno, las pongo ahí. - Le respondí intentando borrar la sonrisa de mi rostro.

Puse mis cosas al lado de las suyas y luego nos sentamos a comer algo antes de buscar cosas para la noche. Peter había traído unos muffins caseros de su madre.
Todos reíamos y planificábamos tareas que cada uno debía hacer para antes de la noche, por ejemplo pescar, conseguir ramitas para prender fuego, colocar un telón encima del espacio de la fogata, etc. Y como era obvio me dieron la tarea de buscar ramitas, digamos que mi condición física nunca fue perfecta para pescar o colocar telones, pero aún así no me quejaba.
Así que después de comer cada uno de nosotros se levantó y comenzó a hacer su tarea.
Ya que no habían ramas en el lugar donde dejamos las cosas tuve que ir a buscar más dentro de la espesura del bosque. Yo sin miedo e intentando serles útil, emprendí mi viaje en busca de ramas. Pero una vez que entre en el bosque para buscarlas, no deje de sentir una sensación de estar siendo observada, como si un loco que escapó del manicomio estuviera observado todos mis movimientos.

Pasó el tiempo y la sensación seguía presente, no importaba que tanto me aleje de la zona donde me sentía expuesta. Sentía ruidos de ramas romperse, gruñidos y otros ruidos raros.
"Nada te va a pasar Sarah. Todo está bien Sarah", no dejaba de repetir esas frases en mi cabeza. Pero por desgracia esa sensación no paró.

Rápidamente esa sensación se convirtió en un miedo, el miedo de que de verdad haya alguien allí observando todos mis movimientos y esperando el momento para abalanzarse sobre mí. Pero los ruidos del bosque, todo me volvía loca. Escuchar las ramas romperse, escuchar la brisa, ver figuras extrañas en las entrañas del bosque; hizo que ese miedo se convirtiera en paranoia. Cada cosa que veía o escuchaba se parecía a una persona, alta y fuerte viéndome fijamente.

No aguantaba más por el miedo, ya pensaba en volver pero no tenía ramas suficientes para la fogata. Mas tome mi decisión de volver cuando vi a un hombre, alto, abrazado por las sombras del bosque por lo cual era difícil verlo bien. Pensaba que era una ilusión por el miedo, pero él me miró fijamente y comenzó a señalarme con su dedo índice e hizo un gesto con su mano como si quisiera cortarme la garganta.
Mi cara se puso pálida, mis latidos comenzaron a acelerarse y la respiración comenzó a entrecortarse. Pero podía manejarlo... Hasta que él comenzó a caminar hacia mi.

-Eso es todo - Pensé

Me di media vuelta y comencé a correr hacia el campamento. No miré atrás en ningún momento, aquello era escalofriante, ¿no se suponía que el bosque estaba desierto? Debía llegar al campamento y avisarle a los muchachos.

Después de correr como un kilómetro llegue con los chicos, todos estaban preparando los peces para cocinar y el telón ya estaba puesto.
Ana vio que algo no estaba bien, así que se me acercó y preguntó:

- Sarah, ¿está todo bien?

Rick y Peter me ofrecieron ayuda para sentarme en un pedazo de tronco caído y les conté todo lo que vi.

- Pero Sarah. - Dijo Rick. - ¿Cómo es que estás segura de que no imaginaste todo?

- Sí, este lugar está inhabitado, no creo que haya un asesino por aquí. - Dijo Peter enseguida después.

No podía creerlo. Con mi cara pálida y mis ojos blancos debido al maldito ataque cardiaco que casi me viene, pensaban que me había imaginado todo. Increíble...

- ¡Les digo que es en serio! - Me queje. - Hay alguien en esos bosques.

Todos se miraron entre ellos, como si fueran un consejo a punto de juzgarme por hacer algo inaceptable o estúpido. Pero Sasha se apartó, se arrodilló y dijo:

- Sarah, no dormiste bien últimamente. Está bien, tuviste miedo y empezaste a imaginar todo eso, son cosas como esas pasan más seguido de lo que crees. Pero no dejes que esto arruine tu noche, confía en nosotros, no hay nada allí...

Per más que me costará aceptarlo en mi mente, ella tenía razón. Después que tuve el conflicto con Michael no he sido muy capaz de poner la cabeza sobre la almohada y programar el despertador y dormir plácidamente.
Así que le asentí con las pocas fuerzas que me quedaban, ella tenía razón...

- Bueno. - Dijo Flash. - ¿Por qué no vamos cocinando estos peces? Muero de hambre.

Todos estuvieron de acuerdo y nos sentamos mientras Flash y Ana cocinaban. Los demás se quedaban hablando y haciendo bromas sobre inválidos y nazis, pero yo aún seguía viendo el bosque, prestando atención en caso de que ese tipo venga... Yo lo sé... Estoy segura de que es real.