Annie

→ONE←

-Ugh.

Gruño al quemarme la lengua con en café.

-Maite, ¿Que dibujas?

- Mira, vení.

Sonrío, dejo la taza en la mesa y me siento a su lado a ver su dibujo.

-Oh, que bello! ¿Quie...?.- mi pequeña hija me interrumpe.

-Esta sos vos, esta soy yo con el pelo dosado...- no puedo evitar largar una carcajada al escuchar como se ha dibujado.- ¿De que te leís?

-No Mai, de nada. Prosigue. -digo ya calmándome un poco.

-Bueno. Yo y mi pelo dosado... Y este.- señala al hombre que esta ahí, en su dibujo- es un papi imaginadio.

Ay, es una ternura.

Odio mentirle. Pero si le digo "Ah, Vení Maite, tu padre y yo bebimos de mas y tuvimos una noche loca, ahí naciste vos y el no se quiso hacer responsable." No, no puedo. Así que la tengo con eso de que <<Está trabajando en otro país>>.

-Bueno, andate mamá. Te voy a hace' una solplesa.

-Bueno, bueno.- digo entre risas.

Vuelvo a sentarme, y cuando voy a agarrar la taza, ya esta tibio. Mejor.

Tomo un sorbo, y mi celular vibra en el bolsillo derecho de mi campera.

Es un mensaje de Danielle.

+Oye😒, ¿Donde metiste los aretes plateados?

La dejo en visto. Ya que no lo se.

Vuelve a sonar.

-Ay, loca insoportable.

-Quien es, mami?.- dice Maite.

-La tía Danielle.

-Ah.

-¿Quieres saludarla?

-No. Estoy ocupada.- dice señalando el dibujo.

Río.

Abro el mensaje, y lo que menos quería que mandara esta ahí. Un audio.

No es tan malo para ustedes, creo. Pero si supieran el vocabulario que tiene Dani, se morirían.

Escucho el audio:

+Oye, ¡Que lindo visto! Chupate una. Donde están mis putos aretes? Tengo que salir, Annie. Rápido, responde estúpida.

Ay Dios.

Tecleo rápidamente mi respuesta:

+Maite esta acá, controlate. Y no se, ayer te los metí en el alajero.

-Mami, ¿Te gusta?

Bajo la vista y veo su dibujo.

-Esta sos vos, con los tacos altos. Y esta yo, con el vetido con floles.

Sonrío inconscientemente y la abrazo.

-Te Amo, Mai.

-Yo también, mamá.

Escuchar esas palabras de ella me llenan. Es hermoso.

Si bien aun no sabe pronunciar muy bien, lo hace bastante aceptable.

Miro la hora. 12:40

-Ven Maite, a ponerse la túnica!

-Si!.- dice mi pequeña con emoción.

Le pongo su túnica, el delantal, agarro la mochila, y bajamos.

-Hola Thoni!.- Maite saluda a Thoni, el portero.

-Hola niña!

-Buenos días, ¿Todo bien?.- saludo.

-Buenos días, señorita Morgan. Bastante bien la cosa, usted?

-Bien, bien.

Thoni abre la puerta para que pasemos, y veo ya tres taxis estacionados en frente.

Agarro a Maite en mis brazos y corro hasta uno de los taxis mencionados anteriormente.

Paro a un coche y Me adentro en el.

-Hasta la escuela 466 por favor. Buenos días.

-Yendo!.- dice el conductor.

En el Viaje, Maite esta quieta, sentada mirando la lluvia caer sobre la ventana del taxi. Tiene la mirada perdida.

-Amor, ¿Que te ocurre?

-Nada.- dice ella haciendo puchero y me abraza.

-Vamos, dime.

-No quiero ir a la ecuela.

-Porque?

-Vitoria me pelea. Me saca los jubetes.

-¿Te quita los juguetes?

-Si.

-¿Y por que no le dices a la maestra?

-Poque no me hace caso.

-Bueno. Si te vuelve a molestar, me avisas y hablamos con Sully.

-$189 señorita.- Dice el hombre.

Le paso el dinero correspondiente por la hebillita que hay para pasar el dinero, y me, o mejor dicho le, dice A Maite:

-Nos vemos, princesa.

Odio que gente que no conozco le diga "Amor" o "Princesa" a Maite. Osea! ¿Quien mierda te dio confianza? Nadie.

Agh.

-Hasta dentro de cuatro horas vida.- le digo a mi hija mientras le doy un beso en la mejilla.

-Chau mami!.- y me abraza.

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Estoy yendo a casa escuchando música cuando veo que un auto negro se frena frente a mi.

-Subes?

-Si, Idiota.

-Jajaja, encontré los aretes. Estaban en el botiquín del baño.

-¿Te pregunte?

-Estupida.

-Así me quieres.- le guiño un ojo— Llevame a casa.

-Okey, de paso me voy a lo de Andrés.

Vamos en el auto hasta casa. Cuando llegamos, me despido de mi mejor amiga y entro a casa.