Al entrar de casa, me desplomo en el sofá.
Me levanto un poco para estirar mi brazo y agarrar mi teléfono, cuando suena el timbre.
—Ufh— Gruño.
Me levanto del todo y camino hasta puerta. Abro, y encuentro a un hombre frente a mi.
Es alto, robusto, y no tiene casi nada de cabello.
—¿Annie Grey?
—Si, ¿Paso algo?
—Si, tiene dos semanas para desalojar la casa.
—Me estas jodiendo?
—Si.
Ruedo los ojos ante tal hecho.
—Y bien.. ¿Que quiere?
—En si nada malo, preguntarle si le apetece comprar un cachorro...
Mmh... Maite siempre quiso un perro..
—¡Claro! Tiene las vacunas ya?
—Si, si, Annie. Lo vendo porque mi esposa es alérgica A el pelaje de los animales. Y bueno.. No quiero abandonarlo.
—Okey, ¿Cual es el precio al que vende al cachorrito?
—30 dólares.
—Vale, ya tiene nombre?
—No aun.
—Es hembra?
—Si.
—Eeh... Mmh... ¿Sammie?
—¡Perfecto! Entonces, si lo compra?
—Pues claro, ¿Donde vive? Así voy por el.
—Tranquila, yo lo traigo.
—Bueno. ¿Ya se va? Debo ir por mi hija en media hora..
—Ah ya, ya. Ya se lo traigo.
—Okey.
Cierro la puerta. Por un momento creí lo del alojamiento..
Bueno, me siento mal.
Voy a mi habitación y agarro una campera violeta que es hasta las rodillas para Maite, y una campera de cuero negra para mi.
Mierda, aun llueve.
No me queda de otra que llevar una gorra. Mai ya tiene la boina, y la campera tiene capucha.
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
—¿Como te fue el día de hoy? ¿Que hicieron?
—Me fue bien, asi— dice estirando su mano, mientras levanta el dedo pulgar— y hicimos..
—No, Maite. "Y hicimos" no. Se dice "E hicimos".
—Vale. E hicimos una cartera, unos títeres y un dibujo con acuadelas.
—Que color eran las acuarelas?
—Dosa, Dojo, y Azul.
—Vale, ¿Quedaron lindos?
—¡Si!
—Okey, ¿Te molesto la chiquilina?
—No. No vino a la escuela hoy.
—Mejor.
Estamos yendo caminando a casa. De todas formas no queda tan lejos.
—Mida! Es el auto de mi tía Dannie!
—¿Dónde?
—Alli!
Dice la pequeña mientras va hacia allí cruzando la calle.
Esperen. ¿Cruzando la calle?
—¡MAITE!—digo aterrorizada.
—No cluze mamá.
—Por poco niña, no vuelvas a hacer eso, casi me da un infarto.—la regaño.
—Perdón..
—Vale— Yo, ni puedo enojarme con ella, es mi todo.
Mi rubia amiga sale del auto con un chico de su mano. ¿Eh? Si, al parecer, Danielle sale con un chico de su mano. ¡Que locura!
—¿Vamos al Mc, zorra?
—Pos si, pero debo decirte dos cosas— sonrío sínica.
—Habla.
—1ro, ¿Quien verga es este chico?
—Lo conocí en el boliche. Se llama Nick.
—Vale. 2do, Cuida tu boca nena, esta Mai acá.
—Que? Dónde?
—Ahi, con ese chico.
—Oh, Ven Beba..—Dice Dan hablándole a Maite.
—¡Tía!
Ambas se envuelven en un abrazo.
¿Vieron al Nick ese? Bueno. se foeeh.
—Oye, ¿Tu novio?
— Esta por... Oh, se fue.
^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^^
Maite ya terminó de comer.
—Ma', ¿Me hazes lechita?
—Si Amor, ¿Con cacao?
—Si!
—Vale princesa.
—Me queme—se queja mi Pequeña.
—Jaja— Finjo una risa, la verdad no fue muy gracioso.
Que raro.. Aun no me han traído a Sammie...
—Mami, ya terminé, ahora me duermo?
—Si, mi amor... ¿Te llevo a la cama?
No hizo falta que respondiese, ya estaba en el aire saltando encima de mi.
Con temor, la logré sostener. Y digo con temor, porque la nenita salto. Pero no me avisó.—¡Si! Jajaja.— Su risa... Es hermosa. Simplemente hermosa.
—Ja, ven.
Entro a su cuarto con Maite en brazos y la poso sobre la cama. Me encamino a su cómoda, que, dicho sea de paso, esta llena, literalmente, de stickers.
—Ma..
—Si mi vida— pregunto, agarrando su pijama de Princesita Sofia.—Ocurrio algo?
—No, pero tengo fío.
—¿Que tienes que?
—Frrío.
Se me escapó una carcajada. Si no pronuncia la R, la re-pronuncia.
Dios, me duele la cabeza como los mil demonios. He dormido... Horriblemente horrible.
—Mai..—digo, saliendo de la cama.
—Mh, no..—Se queja Maite.
Aunque claramente no lo Entiendo. Ella... Nunca se queja para levantarse, de hecho, ella es la que se despierta principalmente.
Un momento... ¿Qué hora es?
Chequeo mi teléfono y puedo ver que son las 04:28 de la madrugada..¡Estoy loca!
—¿Ahoda escuela?— Dice mi hija mirándome arrodillada en la cama, frotándose los ojos con sus pequeñas manitos.
—No, sigue durmiendo— le digo, mirándola con ternura.
Mi pequeña bosteza, se da media vuelta, y sigue durmiendo como si nada. Dios.
Me costara dormirme... No lo se, intentaré.
ESTÁS LEYENDO
Annie
Teen Fiction-¿Despues de un polvo te vas? -Callate Annie, tu no sabes nada. -cierra la boca, Lucas. ¡Jah! Claro, luego de esa noche el muy idiota huye. -No me hubieras dado la noticia, y seguiríamos en lo de siempre. -LUCAS! Es tu hija! -Ya que, basta Annie. T...